miércoles, 26 de noviembre de 2014

MENTALIDAD SACERDOTAL. Beato Santiago Alberione


MENTALIDAD SACERDOTAL
«[Padre], concédenos llegar a comprender y a amar de corazón lo que tu apóstol nos dio a conocer», reza la Iglesia en la liturgia de un apóstol.
Los principios de la mentalidad sacerdotal están dados en el Evangelio.
El sacerdote paulino, a la recta mentalidad humana, cristiana, religiosa y paulina, añade una mentalidad sacerdotal, constituida por tres elementos: profunda convicción de la verdad, de la moral y de la liturgia; ardiente amor a las almas y vigor y fuerza de voluntad.
El sacerdote paulino, en su amor a Dios y a los hombres, quiere usar para ellos cuanto es y tiene: ciencia, salud, oración, fuerzas y la vida misma. Es la mayor caridad hecha vida: «Nadie tiene amor más grande por los amigos que uno que entrega su vida por ellos» [Jn 15,13].
Cuando la mente y el corazón están llenos, la voluntad se enciende y fortifica: es casi imposible callar. Los Apóstoles, después de Pentecostés, respondían así al Sanedrín que les prohibía hablar de Jesucristo: «No podemos menos de contar lo que hemos visto y oído» [cf. He 4,20].
De aquí nace el celo.
A santa María Margarita Alacoque, le dijo Jesús, mostrando su Corazón inflamado de amor a los hombres, que ya no lo podía tener escondido ni comprimir su fuerza, y por ello lo había revelado a todos.
El divino Maestro manifestó claramente cuál debe ser la mentalidad sacerdotal:
a) «Como el Padre me mandó a mí, así yo os mando a vosotros»;
b) «Id y predicad»;
c) «Enseñad a hacer lo que os he dicho»;
d) «Bautizad en el nombre...».

Es decir: predicad, regid al pueblo de Dios, santificadlo.
Ser un segundo Cristo respecto a Dios y a la humanidad.
Vosotros sois la luz del mundo.
Vosotros sois la sal de la tierra.
Vosotros sois la ciudad sobre el monte.
Vosotros debéis hacer como he hecho yo.
Vosotros sois mis testigos.
Vosotros seréis perseguidos.
El buen Pastor da la vida por las ovejas.
Vosotros no sois del mundo.
Vosotros tendréis el céntuplo y la vida eterna.
El sacerdote es el hombre de Dios.
El sacerdote es escogido entre los hombres para cumplir con ellos lo que se refiere a Dios.
Los discursos del Sacerdote eterno, Jesucristo, | a los Apóstoles, en su conjunto, forman toda la mentalidad sacerdotal.