ROSARIO SACERDOTAL
Misterios Jubilosos
El júbilo de colaborar con Cristo en su plan de salvación
Para que María,
la que formó con alegría
al Primer Sacerdote,
siga formando
a los sacerdotes del siglo XXI
y que sigan el ejemplo
del Santo Cura de Ars:
Juan María Vianney,
Modelo y Patrono de los Párrocos.
Misterios Jubilosos
El júbilo de colaborar con Cristo en su plan de salvación
Para que María,
la que formó con alegría
al Primer Sacerdote,
siga formando
a los sacerdotes del siglo XXI
y que sigan el ejemplo
del Santo Cura de Ars:
Juan María Vianney,
Modelo y Patrono de los Párrocos.
Oración : DANOS SACERDOTES SANTOS (se repite)
Señor, para tu mayor honor y gloria …
Señor, para aumentar nuestra fe ……..
Señor, para engrandecer tu Iglesia …..
Señor, para predicar tu evangelio ……
Señor, para combatir los errores …….
Señor, para difundir la Verdad ………
Señor, para orientar nuestras vidas ….
Señor, para alumbrar al mundo ……..
Señor, para conocer tu misericordia …
Señor, para amar al Espíritu Santo …..
Señor, para que sean luz y sal del mundo
Oh Jesús, Sumo y eterno Sacerdote, te pedimos con todo el ardor del corazón por nuestros pastores. Dales generosidad en el bien, perseverancia en su vocación, recompensa su entrega y aumenta su número para que todos juntos laicos y ministros sintamos la felicidad de seguir a Cristo, camino, verdad y vida. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Primer misterio: LA VOCACION
“Después Jesús subió a un cerro y llamó a los que le pareció bien. Una vez reunidos, eligió de entre ellos a doce, para que lo acompañaran y para mandarlos a anunciar el mensaje. A éstos, les dio el nombre de apóstoles, y les dio autoridad para expulsar a los demonios. Estos son los que escogió : Simón, a quien puso el nombre de Pedro; Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo, a quienes puso el nombre de Boanerges (hijos del trueno); Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás y Santiago, hijo de Alfeo; Tadeo, Simón el zelote y Judas Iscariote, el que lo traicionó ” ( Mc. 3,13-19)
Señor, para tu mayor honor y gloria …
Señor, para aumentar nuestra fe ……..
Señor, para engrandecer tu Iglesia …..
Señor, para predicar tu evangelio ……
Señor, para combatir los errores …….
Señor, para difundir la Verdad ………
Señor, para orientar nuestras vidas ….
Señor, para alumbrar al mundo ……..
Señor, para conocer tu misericordia …
Señor, para amar al Espíritu Santo …..
Señor, para que sean luz y sal del mundo
Oh Jesús, Sumo y eterno Sacerdote, te pedimos con todo el ardor del corazón por nuestros pastores. Dales generosidad en el bien, perseverancia en su vocación, recompensa su entrega y aumenta su número para que todos juntos laicos y ministros sintamos la felicidad de seguir a Cristo, camino, verdad y vida. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Primer misterio: LA VOCACION
“Después Jesús subió a un cerro y llamó a los que le pareció bien. Una vez reunidos, eligió de entre ellos a doce, para que lo acompañaran y para mandarlos a anunciar el mensaje. A éstos, les dio el nombre de apóstoles, y les dio autoridad para expulsar a los demonios. Estos son los que escogió : Simón, a quien puso el nombre de Pedro; Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo, a quienes puso el nombre de Boanerges (hijos del trueno); Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás y Santiago, hijo de Alfeo; Tadeo, Simón el zelote y Judas Iscariote, el que lo traicionó ” ( Mc. 3,13-19)
El Señor llama e invita a seguirlo. Su invitación es con nombre y apellido, con un amor personal, con cariño e ilusión.
PEDIMOS POR EL FLORECIMIENTO DE VOCACIONES EN LA IGLESIA.
Segundo Misterio: LA MISIÓN
“Jesús los mandó de dos en dos delante de él, a todos los pueblos y lugares donde tenía que ir. Les dijo : Miren que los envío como corderos en medio de lobos. No lleven bolsa, ni monedero, ni sandalias; y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Cuando entren en una casa, saluden primero, diciendo: Paz a esta casa. Y si allí hay gente de paz, su deseo de paz se cumplirá; pero si no, no se cumplirá. Quédense en la misma casa. Coman y beban de lo que ellos tengan, pues el trabajador tiene derecho a su paga. No anden de casa en casa. Al llegar a un pueblo donde los reciban, coman lo que les sirvan; sanen a los enfermos que haya allí y díganles: El reino de Dios ya está cerca de ustedes …” (Lc.10,1-9)
Jesús da a sus discípulos la misión de ser mensajeros de paz y de salvación. Los sacerdotes continúan extendiendo en el mundo ese mensaje gozoso para hacer un mundo más humano y más cristiano.
“Jesús los mandó de dos en dos delante de él, a todos los pueblos y lugares donde tenía que ir. Les dijo : Miren que los envío como corderos en medio de lobos. No lleven bolsa, ni monedero, ni sandalias; y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Cuando entren en una casa, saluden primero, diciendo: Paz a esta casa. Y si allí hay gente de paz, su deseo de paz se cumplirá; pero si no, no se cumplirá. Quédense en la misma casa. Coman y beban de lo que ellos tengan, pues el trabajador tiene derecho a su paga. No anden de casa en casa. Al llegar a un pueblo donde los reciban, coman lo que les sirvan; sanen a los enfermos que haya allí y díganles: El reino de Dios ya está cerca de ustedes …” (Lc.10,1-9)
Jesús da a sus discípulos la misión de ser mensajeros de paz y de salvación. Los sacerdotes continúan extendiendo en el mundo ese mensaje gozoso para hacer un mundo más humano y más cristiano.
PIDAMOS QUE LOS SACERDOTES SIENTAN LA FUERZA Y EL ACOMPAÑAMIENTO DIVINO PARA SER FIELES AL ENCARGO QUE DIOS LE HA CONFIADO.
Tercer misterio : LA INSTITUCIÓN DEL SACERDOCIO
“Jesús, aceptando una copa, dio gracias a Dios y les dijo : Tomen esto y repártanlo entre ustedes, porque les aseguro que ya no volveré a beber del fruto de la vid hasta que llegue al Reino de Dios. Después tomó pan y dando gracias lo partió y se lo dio diciendo: Esto es mi cuerpo que es entregado por ustedes. Hagan esto en memoria mía ” (Lc.22,17-20)
“Jesús, aceptando una copa, dio gracias a Dios y les dijo : Tomen esto y repártanlo entre ustedes, porque les aseguro que ya no volveré a beber del fruto de la vid hasta que llegue al Reino de Dios. Después tomó pan y dando gracias lo partió y se lo dio diciendo: Esto es mi cuerpo que es entregado por ustedes. Hagan esto en memoria mía ” (Lc.22,17-20)
Cristo sacerdote eterno, instituye los sacramentos de la eucaristía y del orden sagrado, confiando a sus apóstoles la misión de continuar su salvación en el mundo.
PEDIMOS QUE LOS SACERDOTES Y FIELES SEAN UNA SOLA ALMA Y UN SOLO CORAZÓN.
Cuarto Misterio : LA DIVINA MISERICORDIA
“ Jesús les volvió a decir: ¡ La paz esté con ustedes !, como el Padre me envió a mi, así los envío yo también. Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: Reciban el Espíritu Santo, a quienes les perdonen los pecados les serán perdonados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos” (Jn.20,21-22)
“ Jesús les volvió a decir: ¡ La paz esté con ustedes !, como el Padre me envió a mi, así los envío yo también. Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: Reciban el Espíritu Santo, a quienes les perdonen los pecados les serán perdonados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos” (Jn.20,21-22)
Jesús se aparece a sus apóstoles para consagrarlos como ministros de la alegría pascual celebrando la Eucaristía y la Reconciliación.
PIDAMOS QUE LOS SACERDOTES SEAN “COMUNICADORES DEL AMOR DEL CORAZÓN DE CRISTO A LOS DEMÁS” (Benedicto XVI)
Quinto Misterio : EL ENVÍO
“Jesús se acercó y les dijo : Todo poder se me ha dado en el cielo y en la tierra, por lo tanto, vayan y hagan mis discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar las cosas que les he enseñado; y he aquí que yo estoy con ustedes todos los días hasta el final del mundo ” (Mt.27,18-20)
La voluntad divina es conquistar el mundo para Cristo para que los pueblos en Él tengan vida.
“Jesús se acercó y les dijo : Todo poder se me ha dado en el cielo y en la tierra, por lo tanto, vayan y hagan mis discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar las cosas que les he enseñado; y he aquí que yo estoy con ustedes todos los días hasta el final del mundo ” (Mt.27,18-20)
La voluntad divina es conquistar el mundo para Cristo para que los pueblos en Él tengan vida.
PIDAMOS PARA QUE LOS SACERDOTES SEAN EN CRISTO SACRAMENTO DE VIDA PARA EL MUNDO.
Plegaria de conclusión :
ORACIÓN DE BENEDICTO XVI PARA EL AÑO SACERDOTAL
ORACIÓN DE BENEDICTO XVI PARA EL AÑO SACERDOTAL
Señor Jesús, En San Juan María Vianney Tú has querido dar a la Iglesia la imagen viviente y una personificación de tu caridad pastoral. Ayúdanos a vivir en su compañía, ayudados por su ejemplo en este Año Sacerdotal.
Haz que podamos aprender del Santo Cura de Ars delante de tu Eucaristía; aprender cómo es simple y diaria tu Palabra que nos instruye, cómo es tierno el amor con el cual acoges a los pecadores arrepentidos, cómo es consolador abandonarse confidencialmente a tu Madre Inmaculada, cómo es necesario luchar con fuerza contra el Maligno.
Haz, Señor Jesús, que, del ejemplo del Santo Cura de Ars, nuestros jóvenes sepan cuánto es necesario, humilde y generoso el ministerio sacerdotal, que quieres entregar a aquellos que escuchan tu llamada.
Haz también que en nuestras comunidades –como en aquel entonces la de Ars– sucedan aquellas maravillas de gracia, que tu haces que sobrevengan cuanto un sacerdote sabe 'poner amor en su parroquia'.
Haz que nuestras familias cristianas sepan descubrir en la Iglesia su casa –donde puedan encontrar siempre a tus ministros– y sepan convertir su casa así de bonita como una iglesia.
Haz que la caridad de nuestros Pastores anime y encienda la caridad de todos los fieles, de tal manera que todas las vocaciones y todos los carismas, infundidos por el Espíritu Santo, puedan ser acogidos y valorizados.
Pero sobre todo, Señor Jesús, concédenos el ardor y la verdad del corazón a fin de que podamos dirigirnos a tu Padre celestial, haciendo nuestras las mismas palabras, que usaba San Juan María Vianney:
- 'Te amo, mi Dios, y mi solo deseo es amarte hasta el último respiro de mi vida. Te amo, oh Dios infinitamente amable, y prefiero morir amándote antes que vivir un solo instante sin amarte. Te amo, Señor, y la única gracia que te pido es aquella de amarte eternamente. Dios mío, si mi lengua no pudiera decir que te amo en cada instante, quiero que mi corazón te lo repita tantas veces cuantas respiro.
Te amo, oh mi Dios Salvador, porque has sido crucificado por mí, y me tienes acá crucificado por Ti. Dios mío, dame la gracia de morir amándote y sabiendo que te amo - Amén ”
Haz que podamos aprender del Santo Cura de Ars delante de tu Eucaristía; aprender cómo es simple y diaria tu Palabra que nos instruye, cómo es tierno el amor con el cual acoges a los pecadores arrepentidos, cómo es consolador abandonarse confidencialmente a tu Madre Inmaculada, cómo es necesario luchar con fuerza contra el Maligno.
Haz, Señor Jesús, que, del ejemplo del Santo Cura de Ars, nuestros jóvenes sepan cuánto es necesario, humilde y generoso el ministerio sacerdotal, que quieres entregar a aquellos que escuchan tu llamada.
Haz también que en nuestras comunidades –como en aquel entonces la de Ars– sucedan aquellas maravillas de gracia, que tu haces que sobrevengan cuanto un sacerdote sabe 'poner amor en su parroquia'.
Haz que nuestras familias cristianas sepan descubrir en la Iglesia su casa –donde puedan encontrar siempre a tus ministros– y sepan convertir su casa así de bonita como una iglesia.
Haz que la caridad de nuestros Pastores anime y encienda la caridad de todos los fieles, de tal manera que todas las vocaciones y todos los carismas, infundidos por el Espíritu Santo, puedan ser acogidos y valorizados.
Pero sobre todo, Señor Jesús, concédenos el ardor y la verdad del corazón a fin de que podamos dirigirnos a tu Padre celestial, haciendo nuestras las mismas palabras, que usaba San Juan María Vianney:
- 'Te amo, mi Dios, y mi solo deseo es amarte hasta el último respiro de mi vida. Te amo, oh Dios infinitamente amable, y prefiero morir amándote antes que vivir un solo instante sin amarte. Te amo, Señor, y la única gracia que te pido es aquella de amarte eternamente. Dios mío, si mi lengua no pudiera decir que te amo en cada instante, quiero que mi corazón te lo repita tantas veces cuantas respiro.
Te amo, oh mi Dios Salvador, porque has sido crucificado por mí, y me tienes acá crucificado por Ti. Dios mío, dame la gracia de morir amándote y sabiendo que te amo - Amén ”
Nuestro agradecimiento por la colaboración
al P. Angel Romano,
párroco de Cristo Liberador en Previ,
Diocesis del Callao (Perú).