San Juan Bautista, precursor del Señor, elegido por Dios en el seno materno, haz que sea consciente del gran don de la vocación que he recibido. Enséñame a dar gracias a Dios todos los días por haberme llamado a la vocación sacerdotal, por haberme escogido para ser pastor de tu pueblo, por haberme dado el privilegio de identificarme más plenamente con Cristo, el Señor. Enséñame, San Juan Bautista, a ser perseverante en mi vocación, a no vacilar; enséñame a entregar la vida totalmente, hasta la muerte.
Enséñame a vivir en la austeridad y la mortificación para unirme a Cristo Crucificado, para domar el oleaje de mis pasiones, para hacer creíble la Palabra que predico. Las almas se convertirán más por lo que viva, que por lo que diga. Que por tu penitencia me haga mortificado, que por tu soledad, sea recogido, que por tu silencio, sea hombre de oración, que por tu virginidad sea casto, que por tu contemplación me mueva siempre por los impulsos del Espíritu.
Enséñame, San Juan Bautista, a preparar los camino del Señor, a preparar un pueblo bien dispuesto para el Señor. Enséñame a mostrar a los hombres al Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. Enseñame a menguar, para que el crezca. Enséñame a postrarme ante Cristo de quien no merezco desatarle la sandalia, y en cambio, lo tengo en mis manos todos los días en la Sagrada Eucaristía.
Haz que mi trabajo apostólico sea fecundo, que convierta a muchas almas, que muchos aprendan a amar a Dios, que muchos quieran seguirlo en la vocación sacerdotal y religiosa, que muchos quieran ser santos. Enseñame a ser pregonero de la verdad, anunciador de la alegría eterna, testigo de la fe. Que no tema a los poderes humanos, ni tampoco a las críticas y desprecios, que aprenda de ti que mi vida está en función de Cristo, el Mesías, el Señor, el Salvador. Nada más importa. Solo Dios. Amén.
SAN JUAN BAUTISTA Y EL SANTO CURA DE ARS
"El Santo Cura de Ars tenía gran devoción al Santo Precursor por ser su patrono, por lo que hizo levantar a sus esprensas una capilla en su honor. El día de la bendición fue un fiesta muy devota y alegre para la mayoría de los feligreses. Sin embargo, los amantes de los placeres mundanos, mezclados con los demás durante la ceremonia, no pudieron leer sin despecho la inscripción, para ellos muy clara, que el santo cura había mandado pintar en la arcada de la capilla: SU CABEZA FUE EL PRECIO DE UNA DANZA.
Celebrada la fiesta, comenzó a divulgarse la fama que durante la bendición de la capilla, el Santo Cura de Ars había sido favorecido por Dios con una visión sobre el futuro. Se supuso que se la había aparecido el Santo Precursor y que le había mostrado el famoso confesionario colado en aquella capilla y la multitud de penitentes arrodillados a sus pies."
Francis Trochu, El santo cura de Ars. Ed. Palabra, pág 213