No podernos dudar de que Dios es bueno, caridad infinita, se goza en dar. Cada hombre es monumento de la divina beneficencia. Ciertos espíritus hay privilegiados. Su corazón es un tesoro. Prendas naturales: moderación, bondad, magnanimidad, magnificencia, fortaleza, constancia; a ellas se juntas gracias sin número, exquisita sensibilidad , deseos y aspiraciones. Mina que ha menester que alguien sepa explotarla; y el que era de la estatura vulgar se convertirá en un gigante. ¿Quién puede? El Sacerdote, otro ministerio : director de almas. Santa Paula sin San Jerónimo. Santa Juana Francisca sin San Francisco de Sales. [...] Se necesita luz, prudencia, y sobre todo santidad. No puede hablar dignamente de un santo sino el que es santo, ni puede hacer santos en tesis ordinaria quien santo no sea.
