miércoles, 19 de agosto de 2009

Testamento de San Juan Eudes


“En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y en honor y unión del testamento que mi Jesús hizo en su último día de vida sobre la tierra, hago el siguiente testamento, únicamente para gloria de mi Dios.
Me entrego de todo corazón a mi Salvador para unirme a la fe perfectísima de su santa madre, de sus apóstoles, de sus santos y de toda la Iglesia.
....De todo corazón me entrego al amor infinito que llevó a Jesús a morir en la cruz por mí y por todos los hombres. En unión de este amor, acepto la muerte en el tiempo, lugar y manera que a Él le plazca, para honrar y agradecer su santa muerte y la de su gloriosa madre. Le suplico con toda humildad, por el purísimo corazón de su divina madre y por su Corazón traspasado de amor y dolor en la cruz, por nosotros, que me conceda la gracia de morir en su amor, por su amor y para su amor.
Con toda mi voluntad me entrego al amor incomprensible por el que Jesús y mi bondadosa Madre me han hecho el don especial de su amabilísimo Corazón.
Entrego ese corazón como algo que me pertenece y del que puedo disponer para gloria de mi Dios, a la pequeña Congregación de Jesús y de María, para que sea la herencia, el tesoro, el patrono principal, el corazón, la vida, la norma de los verdaderos hijos de esa congregación.
Les pido que se esmeren por imprimir en sus corazones, una imagen perfecta de las virtudes de ese Corazón, considerándolo y siguiéndolo como la regla primera de sus vidas.
...Quiero que mi último suspiro sea un acto de puro amor a Él y le suplico que acepte todos estos sentimientos míos y los conserve para la hora de mi muerte.”

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Oh Dios, que elegiste a san Juan Eudes para anunciar al mundo las insondables riquezas del misterio de Cristo, concédenos, te rogamos, que, por su palabra y su ejemplo, crezcamos en el conocimiento de tu verdad y vivamos según el Evangelio. Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.