sábado, 1 de agosto de 2009

Oración por los sacerdotes del P. Santiago Alberione


Jesús, Sacerdote eterno, guarda a estos siervos en el recinto de tu Corazón, donde nadie pueda hacerles daño alguno; guarda inmaculadas sus manos consagradas que a diario tocan tu Sagrado Cuerpo; guarda sin mancha esos corazones sellados con el sublime Sacerdocio; haz tu santo amor los envuelva y separe del contacto del mundo. Bendice sus trabajos con frutos abundantes y sean las almas por ellos dirigidas y administradas, su consuelo y gozo aquí en la tierra y después su hermosa corona en el Cielo.