martes, 15 de septiembre de 2009

Dolores de Nuestra Señora ofrecido por la santificación de los sacerdotes


1. LA PROFECÍA DE SIMEÓN
Por el dolor que sufriste, ayuda, Madre, a los sacerdotes, a aceptar con paciencia las dificultades de su ministerio y protégelos en sus apuros y necesidades.
Padrenuestro, 7 avemarías y Gloria

2. LA HUIDA A EGIPTO
Por el dolor que sufriste, oh María, al huir para salvar la vida de Jesús, perseguido por Herodes, ayuda y protege a los sacerdotes en sus dolores y enfermedades corporales. Concédeles la gracia de huir de todo lo que puede poner en peligro su salvación eterna.
Padrenuestro, 7 avemarías y Gloria
3. JESÚS PERDIDO EN EL TEMPLO
Por el dolor que sufriste, Corazón afligido de María, por la pérdida de tu Hijo en templo, ayuda a los sacerdotes, hijos tuyos predilectos, a salir del pecado y a encontrar a Jesús siempre que lo perdieran. Ilumina sus mentes y corazones para que en todo momento estimen a Jesús y su amistad como el mayor de los tesoros.
Padrenuestro, 7 avemarías y Gloria
4. MARÍA SE ENCUENTRA CON JESÚS CAMINO DEL CALVARIO
Por el dolor que sufriste, Madre de los sacerdotes, al encontrar a Jesús con la Cruz a cuestas, ayúdalos y protégelos contra las tentaciones del demonio y escándalos del mundo. Dales la gracia de que aumente su fe y amor hacia Jesús Eucaristía.
Padrenuestro, 7 avemarías y Gloria
5. LA CRUCIFIXIÓN Y MUERTE DE JESÚS
Por el dolor que sufriste, oh Madre Dolorosa, al pie de la Cruz, ayuda y protege a tus hijos sacerdotes en sus tristezas y preocupaciones. Y graba en lo profundo de sus almas la certeza de que nadie podrá amarlos jamás como Jesús, que los amó hasta el extremo de morir en la cruz.
Padrenuestro, 7 avemarías y Gloria
6. LA LANZADA Y EL DESCENDIMIENTO
Por el dolor que sufriste, oh Corazón Traspasado de María, al ver a tu Hijo muerto en tus brazos, ayuda a los sacerdotes y protégelos en las agonías de la muerte. Infunde en ellos un gran amor a su ministerio sacerdotal, canal de la gracia sacramental que brotó con el agua y la sangre del costado de Jesús herido por la lanza, para que administren los misterios con las debidas disposiciones.
Padrenuestro, 7 avemarías y Gloria
7. LA SEPULTURA DE JESÚS
Corazón afligido de María, por el dolor que sufriste en la sepultura de tu Hijo Jesús, ayuda y protege a los sacerdotes ante el tribunal de Dios. Que en esta vida tengan siempre presente lo fugaz y pasajero de este mundo y pongan siempre el corazón en los bienes del cielo.
Padrenuestro, 7 avemarías y Gloria
Nuestro agradecimiento a la Hna. Ana, M.F.