jueves, 13 de agosto de 2009

Zayra Rosa: ¿Quién es el sacerdote?


Desde México, nuestra colaboradora Zayra Rosario Rosas nos envía este testimonio sobre lo que es el sacerdote. Muchas gracias por envíarnoslo y quererlo compartir con los demás.



Cuando era pequeña me preguntaba qué es un sacerdote, por qué siempre andan tan alegres, de donde les viene esa alegría…como si fueran seres de otro mundo. Me sorprendía que siempre los veía sonrientes con la gente, muy amables. Siendo yo de carácter tan duro, me admiraba de verlos siempre tan "felices". Se me hacía algo imposible. Un día, cuando yo tenía siete de edad, uno de <> se me acercó con lágrimas en los ojos y empezó a hablarme de sus problemas. Yo no lo entendí pero jamás he podido olvidar ese momento, como muchos otros que han venido después. Aquel día quedó respondida mi pregunta: ¿qué es un sacerdote? Es un hombre común, es alguien que ríe pero también llora. Es un hombre que se alegra pero también se entristece. Es un hombre que se emociona pero también se llega a molestar. Es un hombre diligente pero que también se cansa. En un hombre pecador que ha dicho "sí" a la invitación que Dios le ha hecho para ser perfecto, para ser santo. Y desde ese día también es un hombre lleno de la gracia de Dios y la luz del Espíritu Santo enviado a llevar el mensaje de Dios a los hombres y las almas a Dios. Es un hombre que intercede por nosotros pero que también pide nuestra oración por él. Es un hombre que nos brinda su apoyo, su consejo, el rostro amoroso del Padre, pero que también necesita de nuestro apoyo, de nuestra mano amiga. Es un hombre dispuesto a escucharnos pero que también tiene mucho que decir. Y yo también podría seguir hablando de <>; y es que la verdad, son para nosotros un misterio del amor que Dios nos tiene, porque su vocación, su ministerio, no es para ellos, es para nosotros. No puedo siquiera imaginar lo que sería que no hubiera sacerdotes que hicieran presente a Jesús en el pan y el vino para dárnoslo como alimento. El sacerdocio es un don de Dios para la Iglesia por eso hay que valorarlo y rogar por <>... “Ahora sé que son hombres comunes y que esa alegría es la que les viene de Dios”.