tag:blogger.com,1999:blog-53355618424507706502024-03-14T05:06:44.601+00:00SACERDOTES DE JESUCRISTOMateriales para sacerdotes y para orar por su santificaciónAnonymoushttp://www.blogger.com/profile/12511066662334804999noreply@blogger.comBlogger501125tag:blogger.com,1999:blog-5335561842450770650.post-35967453324879434622021-10-27T16:05:00.001+01:002021-10-27T16:05:11.507+01:00De la santidad que ha de tener el sacerdote. San Alfonso María de Ligorio<h2><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;"> <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgO4j8CzMOLUy6OV5DWCG7Xn7FnvZJ3FV5AwAS4_ZiIqbhv77pm5J_wncbdprtMcQx-WH_DYWd5zXmF-CHlvKthbA4E2ZqGf4Pi-eMaes6lo3CsUsLWZfj2sCfa5FyWeZ5kEnFRd3hDLHt5/s2048/IMG-20211023-WA0161.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1364" data-original-width="2048" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgO4j8CzMOLUy6OV5DWCG7Xn7FnvZJ3FV5AwAS4_ZiIqbhv77pm5J_wncbdprtMcQx-WH_DYWd5zXmF-CHlvKthbA4E2ZqGf4Pi-eMaes6lo3CsUsLWZfj2sCfa5FyWeZ5kEnFRd3hDLHt5/s320/IMG-20211023-WA0161.jpg" width="320" /></a></div><br /></span></span></h2><h2><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">De la santidad que ha de tener el sacerdote</span></span></h2><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><h3><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">I. Cuál debe ser la santidad del sacerdote por razón de su dignidad.</span></span></h3><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Grande es la dignidad de los sacerdotes, pero no menor la obligación
que sobre ellos pesan. Los sacerdotes suben a gran altura, pero se
impone que a ella vayan y estén sostenidos por extraordinaria virtud; de
otro modo, en lugar de recompensa se les reservará gran castigo, como
opina San Lorenzo Justiniano (...). San Pedro Crisólogo dice a su vez
que el sacerdocio es un honor y es también una carga que lleva consigo
gran cuenta y responsabilidad por las obras que conviene a su dignidad
(...).</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Todo
cristiano ha de ser perfecto y santo, porque todo cristiano hace
profesión de servir a un Dios Santo. Según San León, cristiano es el que
se despoja del hombre terreno y se reviste del hombre celestial (...).
Por eso dijo Jesucristo: Seréis, pues, vosotros, perfectos, como vuestro
Padre Celestial es perfecto [Mt 5, 48]. Pero la santidad del sacerdote
ha de ser distinta de la del resto de los seglares, observa San Ambrosio
(...), y añade que así como la gracia otorgada a los sacerdotes es
superior, así la vida del sacerdote tiene que sobrepujar en santidad a
los seglares (...) y San Pedro Pelusio afirma que entre la santidad del
sacerdote y la del seglar ha de haber tanta distancia como del cielo a
la tierra (...).</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Santo Tomás enseña que todos estamos obligados a observar cuantos
deberes van anejos al estado elegido. Por otra parte, el clérigo dice
San Agustín está obligado a aspirar la santidad (...). Y Casiodoro
escribe: “El eclesiástico está obligado a vivir una vida celestial” “El
sacerdote está obligado a mayor perfección mayor perfección que el que
no lo es”, como asegura Tomás de Kempis (...), pues su estado es más
sublime que todos los demás. Y añade Salviano que Dios aconseja la
perfección a los seglares, al paso que la impone a los clérigos (...).</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Los sacerdotes de la antigua ley llevaban escritas estas palabras en
la tiara que coronaba su frente: SANTIDAD PARA YAHVEH (Ex 39, 29), para
recordar la santidad que debían confesar. Las víctimas que ofrecían los
sacerdotes habían de consumirse completamente. ¿Por qué? Pregunta
Teodoreto, y responde. “Para inculcar a aquellos sacerdotes la
integridad de la vida que han de tener los que se han consagrado
completamente a Dios (...). Decía San Ambrosio que el sacerdote, para
ofrecer dignamente el sacrificio, primero se ha de sacrificar a sí
propio, ofreciéndose enteramente a Dios (...). Y Esiquio escribe que el
sacerdote debe ser un continuo holocausto de perfección, desde la
juventud a la muerte (...). Por eso decía Dios a los sacerdotes de la
antigua ley: “Os he separado entre los pueblos para que seáis míos (Lev
20, 26). Con mayoría de razón en la Ley nueva quiere el Señor que los
sacerdotes dejen a un lado los negocios seculares y se dediquen solo a
complacer a Dios a quien se ha dedicado: “que se dedica a la milicia se
ha de enredar en los negocios de la hacienda, a fin de contentar al que
lo alistó en el ejército” [2 Tm 2, 4). Y es precisamente la promesa que
la Iglesia exige de los que ponen el pie en el santuario por medio de la
tonsura: hacerles declarar que en adelante no tendrán más heredad que a
Dios: “El Señor es la parte de mi heredad y mi copa. Tú mi suerte
tienes (Salmo 15 5). Escribe San Jerónimo que “Hasta el mismo traje
talar y el propio estado claman y piden la santidad de la vida” (...).
De aquí que el sacerdote no solo has de estar alejado de todo vicio,
sino que se debe esforzar continuamente por llegar a la perfección, que
es aquella a que sólo pueden llegar los viadores (...).</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">(...). Deplora San Bernardo el ver tantos como corren a las órdenes
sagradas sin considerar la santidad que se requiere en quienes quieren
subir a tales alturas Y San Ambrosio escribe: “Búsquese quien pueda
decir: El Señor es mi herencia, y no los deseos carnales, las riquezas,
la vanidad” (...). El Apóstol San Juan dice: Hizo de nosotros un reino,
sacerdotes para el Dios y Padre suyo (Apoc 1, 6). Los interpretes
(Menoquio, Gagne y Tirino) explican la palabra, diciendo que los
sacerdotes son el reino de Dios, porque en ellos reina Dios en esta vida
con la gracia y en la otra con la gloria; o también porque son reyes
para resinar sobre los vicios. Dice San Gregorio que el “el sacerdote ha
de estar muerto al mundo y a todas las pasiones para vivir una vida por
completo divina” (...) El sacerdocio actual es el mismo que Jesucristo
recibió de su Padre (Jn 17, 22); por lo tanto, exclama San Juan
Crisóstomo: “Si el sacerdote representa a Jesucristo, ha de ser lo
suficientemente puro que merezca estar en medio de los ángeles (...).</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">San Pablo exige del sacerdote tal perfección que esté al abrigo de
todo reproche: “Es necesario que el obispo sea irreprensible (1 Tm 3,
2). Aquí, por obispo pasa el santo a hablar de los diáconos: Que los
diáconos, así mismo sean respetable (Ib 8), sin nombrar a los
sacerdotes; de donde se deduce que el Apóstol tenía la idea de
comprender al sacerdote bajo el nombre de obispo, como lo entienden
precisamente San Agustín y San Juan Crisóstomo, que opina que lo que
aquí se dice de los obispos se aplica también a los sacerdotes (...). La
palabra 'rreprehensibilem' todos con San Jerónimo están de acuerdo en
que significa poseedor de todas la virtudes (...).</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Durante once siglos estuvo excluido del estado de clérigo todo el que
hubiera cometido un solo pecado mortal después del bautismo, como lo
recuerdan los concilios de Nicea (Can. 9, 10), de Toledo (1can. .2), de
Elvira (Can. 76) y de Cartago (Can .68). Y si un clérigo después de las
ordenes sagradas caía en pecado, era depuesto para siempre y encerrado
en un monasterio, como se lee en muchas cánones (Cor, Iu. Can, dist.
81); y he aquí la razón aducida: porque la santa Iglesia quiere en todas
las cosas lo irreprensible. Quienes no son santos no deben tratar las
cosas santas (...). Y en el concilio de Cartago se lee: “Los clérigos
que tienen por heredad al Señor han de vivir apartado de la compañía del
siglo”. Y el concilio Tridentino va aún más lejos cuando dice que “los
clérigos han de vivir de tal modo que su habito, maneras,
conversaciones, etc., todo sea grave y lleno de unción (...). Decía San
Crisóstomo que “el sacerdote ha de ser tan perfecto que todos lo puedan
contemplar como modelo de santidad, porque para esto puso Dios en la
tierra a los sacerdotes, para vivir como ángeles y ser luz y maestros de
virtud para todos los demás” (...). El nombre de clérigo, según enseña
san Jerónimo, significa que tiene a Dios por su porción; lo que le hace
decir que el clérigo se penetre de la significación de su nombre y
adapte a él su conducta (...) y si Dios es su porción, viva tan solo
para Dios (...).</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">El sacerdote es ministro de Dios, encargado de desempeñar dos
funciones en extremo nobles y elevadas, a saber: honrarlo con
sacrificios y santificar las almas. Todo pontífice escogido de entre los
hombres es constituido en pro de los hombres, cuanto a las cosas que
miran a Dios, para ofrecer dones y sacrificios por los pecados [Hebr. 5,
1]. Santo Tomás escribe acerca de este texto: “Todo sacerdote es
elegido por Dios y colocado en la tierra para atender no a la ganancia y
riquezas , ni de estimas, ni de diversiones, ni de mejoras domesticas,
sino a los interés de la gloria de Dios” (In Hebr., 5, lect. I). Por eso
las escrituras llaman al sacerdote hombre de Dios [1 Tm 6, 11], hombre
que no es del mundo, ni de sus familiares, ni siquiera de sí propio,
sino tan solo de Dios, y que no busca más que a Dios. A los sacerdotes
se aplican, por tanto las palabras de David: Tal de los que le buscan es
la estirpe (Sal 25, 6); esta es la estirpe de los que busca a Dios
solamente. Así como en el cielo destinó Dios ciertos ángeles que
asistiesen a su Trono, así en la tierra, entre los demás hombres,
destinó a los sacerdotes para procurar su gloria. Por esto les dice el
Levítico Os he separado de entre los pueblos para que seáis míos [Lev
20, 26]. San Juan Crisóstomo dice: “Dios nos eligió para que seamos en
la tierra como ángeles entre los hombres” (...).</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Y el mismo Dios dice: En los cercanos a mí me mostraré que soy santo
[Lev 10, 3]; es decir, como añade el interprete “Mi santidad será
conocida por la sanidad de mis ministros”.</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><h3><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Cual debe ser la santidad del sacerdote como ministro del altar</span></span></h3><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Dice santo Tomas que de los sacerdotes se exige mayor santidad de los
simples religiosos por razón de las sublimes funciones que ejercen,
especialmente en la celebración del sacrificio de la misa: “Porque, al
recibir las ordenes sagradas, el hombre se eleva al ministerio
elevadísimo en que ha de servir a Cristo en el sacramento del altar,
cosa que se requiere mayor santidad que la del religioso que no está
elevado a la dignidad del sacerdocio. Por lo que añade, en igualdad de
circunstancia el sacerdote peca más gravemente que el religioso que no
lo es” (...). Célebre la sentencia de San Agustín “No por ser buen monje
es uno buen clérigo” (...); de lo que sigue que ningún clérigo puede
ser tenido por bueno si no sobrepuja en virtud al monje bueno.</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Escribe San Ambrosio que “el verdadero ministro del altar ha nacido
para Dios y no para sí (...). Es decir, que el sacerdote ha de olvidarse
de sus comodidades, ventajas y pasatiempos, para pensar en el día en
que recibió el sacerdocio, recordando desde entonces ya no es suyo, sino
de Dios, por lo que no debe ocuparse más que en los intereses de Dios.
El Señor tiene sumo empeño en que los sacerdotes sean santos y puros,
para que puedan presentarse ante Él libres de toda mancha cuando se le
acerquen a ofrecerle sacrificios: Se sentarán para fundir y purificar la
plata y purificará a los hijos de Leví, los acrisolará como el oro y la
plata y luego podrán ofrecer a Yahveh oblaciones con justicia [Mal. 3,
3]. Y en el Levítico se lee: Permanecerán santos para su Dios y no
profanarán el nombre de su divinidad, pues son ellos quienes ha de
ofrecerlos sacrificios ígneos a Yahveh, alimento de su Dios; por eso han
de ser santos [Lev 21, 6]. De donde se sigue que si los sacerdotes de
la antigua ley solo porque ofrecían a Dios el incienso y los panes de la
proposición, simple figura del Santísimo sacramento del altar, habían
de ser santos, ¡con cuánta mayor razón habrán de ser puros y santos los
sacerdotes de la nueva (ley), que ofrecen a Dios el Cordero Inmaculado,
su mismísimo Hijo! “Nosotros no ofrecemos, dice Escío, corderos e
incienso, como los sacerdotes de la antigua Ley, sino el mismo Cuerpo
del Señor, que pendió en el ara de la cruz, y por eso se nos pide la
santidad, que consiste en la pureza del corazón, son la cual se
acercaría uno inmundo” (...) al altar. Por eso decía Belarmino:
“Desgraciado de nosotros, que, llamados a tan altísimo ministerio,
distamos tanto del fervor que exigía el Señor de los sacerdotes de la
antigua Ley (...).</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Hasta quienes habían de llevar los vasos sagrados quería el Señor que
estuviesen libres de toda mancha (...), pues “¡cuánto más puros han de
ser los sacerdotes que lleven en sus manos y en el pecho a Jesucristo!”,
dice Pedro de Blois (...). Ya san Agustín había dicho: “No debe ser
puro tan solo quien ha de tocar los vasos de oro, sino también aquellos
en quien se renueva la muerte del Señor. La Santísima Virgen María hubo
de ser santa y pura de toda mancha porque hubo de llevar en su seno al
Verbo encarnado y tratarlo como Madre: y según esto, exclama San Juan
Crisóstomo, “¿no se impone que brille con santidad más fúlgida que el
sol la mano del sacerdote, que toca la carne de un Dios, , la boca que
respira fuego celestial y la lengua que se enrojece con la sangre de
Jesucristo?” (...). El sacerdote hace en el altar las veces de
Jesucristo, por lo que, como dice San Lorenzo Justiniano, “debe
acercarse a celebrar como el mismo Jesucristo, imitando en cuanto sea
posible su santidad (...). ¡Qué perfección requiere en la religiosa su
confesor para permitirle comulgar diariamente!, y ¿por qué no buscará en
sí mismo tal perfección el sacerdote, que comulga también a diario?</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><h2><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Capitulo IV<br />De la gravedad de los pecados del sacerdote</span></span></h2><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><h3><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">I. Gravedad de los pecados del sacerdote</span></span></h3><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Gravísimo es el pecado del sacerdote, porque peca a plena luz, ya que
pecando sabe bien lo que hace. Por esto decía Santo Tomás que el pecado
de los fieles es más grave que el de los infieles, “precisamente porque
conocen la verdad” (...). El sacerdote está de tal modo instruido en la
ley, que la enseña a los demás: Pues los labios del sacerdote deben
guardar la ciencia, y la doctrina han de buscar su boca [Malaquías 2,
7]. Por esta razón dice San Ambrosio que el pecado de quien conoce la
ley es en extremo grande, no tiene la excusa de la ignorancia (...). Los
pobres seglares pecan, pero pecan en medio de las tinieblas, del mundo,
alejados de los sacramentos, poco instruidos en materia espiritual;
sumergidos en los asuntos temporales y con el débil conocimiento de
Dios, no se dan cuenta de lo que hacen pecando, pues “flechan entre las
sombras” [Sal 10, 3], para hablar con el lenguaje de David. Los
sacerdotes, por el contrario están tan llenos de luces, que son
antorchas, destinadas a iluminar a los pueblos Vosotros sois la luz del
mundo [Mt 5, 14].</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">A la verdad, los sacerdotes han de estar muy instruidos al cabo de
tanto libro leído, de tantas predicaciones oídas, de tantas reflexiones
meditadas, de tantas advertencias recibidas de sus superiores; en una
palabra, que a los sacerdotes se les ha dado conocer a fondo los divinos
misterios [Lc 8, 10]. De aquí que sepan perfectamente cuánto merece
Dios ser amado y servido y conozcan toda la malicia del pecado mortal
enemigo tan opuesto de Dios, que, si fuera capaz de destrucción, un solo
pecado mortal, lo destruiría, según dice San Bernardo: “El pecado
tiende a la destrucción de la bondad divina” (...); y en otro lugar; “El
pecado aniquila a Dios en cuanto puede” (ib). De modo que como dice el
autor de la “Obra imperfecta”, el pecado hace morir a Dios en cuanto
depende de su voluntad (...). En efecto, añade el P. Medina “el pecado
mortal causa tanta deshonra y disgusto a Dios, que si fuera susceptible a
la tristeza, lo haría morir de dolor” (...).</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Harto conocido es esto del sacerdote y la obligación que sobre él
pesa, como sacerdote, de servirle y amarla, después de tantos favores de
Dios recibidos. Por esto, “cuanto mejor conoce la enormidad de la
injuria, hecha a Dios por el pecado, tanto crece de punto de gravedad de
su culpa”, dice San Gregorio.</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Todo pecado del sacerdote es pecado de malicia como lo fue el pecado
de los ángeles, que pecaron a plena luz. “Es un ángel del Señor, dice
San Bernardo, es pecado contra el cielo (...). Peca en medio de la luz,
por lo que su pecado, como se ha dicho, es pecado de malicia, ya que no
puede alegar ignorancia, pues conoce el mal del pecado mortal, ni puede
alegar flaqueza, pues conoce los medios para fortalecerse, si quiere y
si no lo quiere, suya es la culpa: Cuerdo dejó de ser para obrar bien
[Salmo 35, 4]. “Pecado de malicia, enseña santo Tomás, es el que se
comete a sabiendas (...); y en otro lugar afirma que “todo pecado de
malicia es pecado contra el Espíritu Santo es pecado contra el Espíritu
Santo, dice San Mateo no se (le) perdonará ni en este mundo ni en el
venidero [Mt 12, 32]; y quiere con ello significar que tal pecado será
difícilmente perdonado, a causa de la ceguera que lleva consigo, por
cometerse maliciosamente.</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Nuestro Salvador rogó en la cruz por sus perseguidores diciendo:
Padre, perdónalo porque no saben lo que hacen [Lc 23, 34]; y esta
oración no vale a favor de los sacerdote malos, sino que, al contrario,
los condena, pues los sacerdotes saben lo que hacen. Se lamentaba
Jeremías, exclamando: ¡Ay, como se ha oscurecido el oro, ha degenerado
el oro mejor! [Lam. 4, 1]. Este oro degenerado, dice el cardenal Hugo,
es precisamente el sacerdote pecador, que tendría que resplandecer de
amor divino, y con el pecado se trueca en negro y horrible de ver, hecho
objeto de honor hasta el mismo infierno y más odioso a los ojos de dos
que el resto de los pecadores, San Juan Crisóstomo dice que “el Señor
nunca es tan ofendido como cuando le ofenden quienes están revestidos de
la dignidad sacerdotal” (...).</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Lo que aumenta la malicia del pecado del sacerdote es la ingratitud
con que paga a Dios después de haberlo exaltado tanto. Enseña Santo
Tomas que el pecado crece de peso y proporción de la ingratitud.
“Nosotros mismo, dice San Basilio, por ninguna ofensa nos sentimos tan
heridos como la que nos infieren nuestros amigos y allegados (...). San
Cirilo llama precisamente a los sacerdotes: familiares intimo de Dios.
“¿Cómo pudiera Dios exaltar más al hombre que haciéndolo sacerdote?”,
pregunta san Efrén. ¿Qué mayor nobleza, qué mayor honor puede otorgarle
de las almas y dispensador de los sacramentos? Dispensadores de la casa
real llama San Prospero a los sacerdotes. El Señor eligió al sacerdote,
entre tantos hombres, para que fuera su ministro y para que ofreciese
sacrificio a su propio Hijo [Eclo 45, 20]. Le dio omnímodo sobre el
Cuerpo de Jesucristo; le puso en las manos las llaves del paraíso; lo
enalteció sobre todos los reyes de la tierra y sobre todos los ángeles
del cielo, y, en una palabra, lo hizo Dios en la tierra. Parece que Dios
dice solamente al sacerdote: “¿Qué más cabía hacer a mi viña que yo no
hiciera con ella?” [Is 5, 4]. Además, ¡qué horrible ingratitud, cuando
el sacerdote tan amado de Dios le ofende en su propia casa! ¿Qué
significa mi amado en mi casa mientras comete maldades? [Jer 11, 15],
pregunta el Señor por boca de Jeremías. Ante esta consideración, se
lamenta San Gregorio diciendo: “¡Ah Señor¡”, que los primeros en
perseguirnos son los que ocupan el primer rango en vuestra Iglesia
(...).</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Precisamente de los malos sacerdote parece se queja el Señor cuando
clama al cielo y a la tierra para que sean testigos de la ingratitud de
sus hijos para con El: Escuchad cielos, y presta oído tierra, pues es
Yahveh quien habla; hijos he criado y engrandecido, pero se han rebelado
contra mí [1S 1, 2]. ¿Quiénes, en efecto, son estos hijos más que los
sacerdotes, que habiendo sido sublimados por Dios a tal altura y
alimentados en su mesa con su misma carne, se atrevieron luego a
despreciar su amor y su gracia? También de esto se quejó el Señor por
boca de David con estas palabras: Si afrentados me hubiera un enemigo yo
lo soportaría [Salmo 54, 3]. Si un enemigo mío, un idolatra, un hereje,
un seglar, me ofendiera, todavía lo podría soportar; pero ¿cómo habré
de poder sufrir el verme ultrajado por ti, sacerdote, amigo mío y mi
comensal? Mas fuiste tú el compañero mío, mi amigo y confidente; con
quien en dulce amistad me unía [Sal 54, 14.15]. Se lamentaba de esto
Jeremías, diciendo: “Quienes comían manjares delicados han perecido por
las calles: los llevados envueltos en púrpura abrazaron las basuras [1
Pedro 11, 9; Ex 19, 6]. ¡Qué miseria y que horror!, exclama el profeta;
el que se alimentaba con alimentos celestiales y vestía de púrpura, se
vio luego cubierto de un manto manchado por los pecados, alimentándose
de basuras estercolares... Y San Juan Crisóstomo, o sea el autor de la
“Obra imperfecta”, añade: «Los seglares se corrigen fácilmente, en
cuanto que los sacerdotes, si son malos, son a la vez incorregibles»</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><h3><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">II. Castigos del pecado del sacerdote</span></span></h3><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Consideremos ahora el castigo reservado al sacerdote pecador, castigo
que ha de ser proporcionado a la gravedad de su pecado. Mandará lo
azoten en su presencia con golpes de número proporcionado a su
culpabilidad [Deut 25, 2], dice el Señor en el Deuteronomio. San Juan
Crisóstomo tiene ya por condenado al sacerdote que durante el sacerdocio
comete un solo pecado mortal: “Si pecas siendo hombre particular, tu
castigo será menor, pero si pecas siendo sacerdote estás perdido”. Y a
la verdad que son por boca de Jeremías contra los sacerdotes pecadores:
Porque incluso el profeta y el sacerdote se han hecho impíos; hasta en
mi propia casa he descubierto su maldad, declara Yahveh. Por esto su
camino será para ellos resbaladero en tinieblas: serán empujados y
caerán en él [Jer. 23, 11-12]. ¿Qué esperanza de vida daríais, sobre un
terreno resbaladizo, sin luz para ver donde pone el pie mientras, de vez
en cuando, le dieran fuertes empujones para hacerlo despeñar? Tal es el
desgraciado estado en que se halla el sacerdote que comete un pecado
mortal. Resbaladero en tinieblas: el sacerdote, al pecar pierde la luz y
queda ciego: Mejor les fuera, dice San Pedro, no haber conocido el
camino de la justicia que, después de haberlo conocido, volverse atrás
de la ley santa a ellos enseñada [2 Petr. 2, 21]. Más le valdría al
sacerdote que peca ser un sencillo aldeano ignorante que no entendiese
de letras. Porque después de tantos sermones oídos y de tantos
directores, y de tantas luces recibidas de Dios, el desgraciado, al
pecar y hollar bajo sus plantas todas las gracias de Dios recibidas,
merece que la luz que le ilustró no sirva más que para cegarlo y
perderlo en la propia ruina. Dice San Juan Crisóstomo que “a mayor
conocimiento corresponde mayor castigo, añade que por eso el sacerdote
las mismas faltas que sus ovejas no recibirá el mismo castigo, sino
mucho más duro” (...).</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">El sacerdote cometerá el mismo pecado que muchos seglares, pero su
castigo será mucho mayor y quedará más obcecado que esos seglares,
siendo castigado precisamente como lo anuncia el profeta : Escuchad,
pero sin comprender, y ver, más sin entender [Lc 8, 10]. Esto es lo que
nos enseña la experiencia, dice el autor de la “Obra imperfecta”: “El
seglar después del pecado se arrepiente”. En efecto, si asiste a una
misión, oye algún sermón fuerte, o medita las verdades eternas acerca de
la malicia del pecado, de la certidumbre de la muerte, del rigor del
juicio divino o de las penas del infierno, entra fácilmente en sí mismo y
vuelve a Dios, porque, como dice el Santo, “esas verdades le conmueven y
le aterran como algo nuevo”, al paso que al sacerdote que ha pisoteado
la gracia de Dios y todas las gracias de Él recibida, ¿qué impresión le
pueden causar las verdades eternas y las amenazas de las divinas
Escrituras? Todo cuanto encierra la Escritura, continua el mismo autor,
todo para él está gastado y sin valor; por lo que concluye que no hay
cosa más imposible que esperar la enmienda del que lo sabe todo y, a
pesar de ello peca (...). “Muy grande es, dice San Jerónimo, la dignidad
del sacerdote, pero muy grande es también su ruina si en semejante
estado vuelve la espalda a Dios” (...). “Cuánto mayor es la altura a que
le sublimó Dios, dice San Bernardo, tanto mayor será el precipicio”
(...). “Quien se cae del mismo suelo, dice san Ambrosio, no se suele
hacer mucho daño, pero quien cae de lo alto no se dice que cae, sino que
se precipita, y por eso la caída es mortal” (...). Alegrémonos, dice
San Jerónimo, nosotros los sacerdotes, al vernos en tal altura, pero
temamos por ello tanto más la caída” [In Ez. 44].</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Diríase que Dios habla a solos sacerdotes cuando dice por boca de
Isaías: Te había colocado en la santa montaña de Dios y te he destruido
[Ez. 28, 14. 16]. ¡Oh sacerdote!. Dice el Señor, yo te había colocado en
mi monte santo para que fuera luz del mundo: Vosotros sois la luz del
mundo. No puede esconderse una ciudad puesta sobre la cima de un monte
[Mt 5, 14]. Sobrada razón, por lo tanto, tenía San Lorenzo Justiniano
para afirmar que “cuanto mayor es la gracia concedida por Dios a los
sacerdotes, tanto más digno de castigo es su pecado, y que cuanto más
alto es el estado a que se le ha sublimado, tanto será más mortal la
caída”. “El que se cae al río, tanto más profundo cae cuanto de más
arriba fue la caída” (...).</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Sacerdote mío, mira que habiéndote Dios exaltado tan alto al estado
sacerdotal te ha sublimado hasta el cielo, haciéndote hombre no ya
terreno, sino celestial; si pecas cae del cielo, por lo que has de
pensar cuán funesta será tu caída, como te lo advierte San Pedro
Crisólogo: “¿Qué cosa más alta que el cielo?; pues del cielo cae quien
peca entre las cosas celestiales” (...). “Tu caída, dice San bernardo,
será como la del rayo, que se precipita impetuoso” (...); es decir, que
tu perdición será irreparable [Jer 21, 12]. Así, desgraciado, se
verificará contigo la amenaza con que el Señor conminó a Cafarnaúm. Y
tú, Cafarnaúm, ¿hasta el cielo te vas a encumbrar? ¡Hasta el infierno
serás hundida! [Lc 10, 15]. Tan gran castigo merece el sacerdote pecador
por la suma ingratitud con que trata a Dios. “El sacerdote está
obligado a ser tanto más agradecido cuanto mayores beneficios a
recibido”, dice San Gregorio (...). “El ingrato merece que se le prive
de todos los bienes recibidos”, como observa un sabio autor. Y el propio
Jesucristo dijo: A todo el que tiene se le dará y andará sobrado; más
al que no tiene, aún lo que tiene le será quitado [Mt 25, 29]. Quien es
agradecido con Dios, obtendrá aún más abundante gracias; pero el
sacerdote que después de tantas luces, tantas comuniones, vuelve la
espalda, desprecia todos los favores recibidos de Dios y renuncia a su
gracia, será en todo justicia privado de todo. El Señor es liberal con
todos, pero no con los ingratos. “La ingratitud, dice San Bernardo, seca
la fuente de la bondad divina (...). De aquí nace lo que dice San
Jerónimo, que “no hay en el mundo bestia tan cruel como el mal
sacerdote, porque no quiere dejarse corregir” (...). Y San Juan
Crisóstomo, o sea el autor de la “Obra imperfecta”, añade: “Los seglares
se corrigen fácilmente, en cuanto que los sacerdotes, si son malos, son
a la vez incorregibles” (...).</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">A los sacerdotes que pecan se aplican de modo especial, según el
parecer de San Pedro Damiano (...), estas palabras del Apóstol: A los
que una vez fueron iluminados y fueron hechos participes del Espíritu
Santo y gustaron la hermosa palabra de Dios... y recayeron, es imposible
renovarlos segunda vez, convirtiéndolos a penitencia cuando ello,
cuanto es de su parte, crucifican de nuevo al Hijo de Dios [Hebr 6, 4,
6]. ¿Quién en efecto, más iluminado que el sacerdote, ni paladeó, como
él, los dones celestiales, ni participó tanto del Espíritu Santo? Dice
Santo Tomás que los ángeles rebeldes quedaron obstinados en su pecado en
plena luz; y así también, añade San Bernardo, será tratado por Dios el
sacerdote, hecho como ángel del Señor y, como él, elegido o reprobado”
(...).</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Reveló el Señor a Santa Brigida que atendía a los paganos y a los
judíos, pero que no encontraba nada peor que los sacerdotes, pues su
pecado es como el que precipitó a Lucifer (...). Nótense aquí las
palabras de Inocencio III: “Muchas cosas que son veniales tratándose de
seglares, son mortales entre los eclesiásticos (...).</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">A los sacerdotes también se aplican estas otras palabras de San
Pablo: La tierra que bebe la lluvia que frecuentemente cae sobre ella,
si produce plantas provechosas a aquellos por quienes es además labrada,
participa de la bendición de parte de Dios; más la que lleva espinas y
abrojos es reprobadas y cerca de ser maldecida, cuyo paradero es ir a
las llamas [Hebr 6, 7.8]. ¡Qué lluvia de gracias ha recibido
continuamente el sacerdote de Dios!; y luego, en vez de frutos, produce
abrojos y espinas y de recibir maldición final, para ir, en el fuego del
infierno. Pero ¿y qué temor tendrá del fuego del infierno el sacerdote
que tantas veces volvió las espaldas a Dios? Los sacerdote pecadores
pierden la luz, como hemos visto, y con ella pierden el temor de Dios,
como el propio Señor lo da a entender: Y si soy Señor, ¿dónde el temor
que me es debido?, dice Yahveh Sebaot a vosotros, sacerdotes,
menospreciadores de mi nombre [Mal. 1, 6]. Dice San Bernardo que “los
sacerdotes como caen de gran altura, quedan sumergidos en su malicia,
pierden el recuerdo de Dios y se vuelven sordos a todas las amenazas de
la justicia divina, hasta el punto de que si siquiera el peligro de su
condenación llegue a conmoverlos (...). Pero ¿a qué extrañarse de ello?
El sacerdote pecador cae al fondo del abismo, donde, privado de luz,
llega a despreciarlo todo, aconteciéndole lo que dice el sabio: Cuando
llega el mal, viene el desprecio, y con la ignominia el oprobio [Pro.
18. 3]. Este mal es el del sacerdote que peca por malicia, cae en el
profundo de la miseria y queda ciego, por lo que desprecia los castigos,
las admoniciones, la presencia de Jesucristo, que tiene junto así en el
altar, y no se avergüenza de ser peor que el traidor Judas, como el
Señor se lamentó con Santa Brígida: Tales sacerdotes no son sacerdotes
míos, sino verdaderos traidores (...). Sí, porque abusan de la
celebración de la misa para ultrajar más cruelmente a Jesucristo con el
sacrilegio. Y ¿cuál será, finalmente, el termino infeliz de tal
sacerdote? Helo aquí: En país cosas de justas cometerá iniquidad, y no
verá la Majestad de Yahveh [Is 26, 10]. Su fin será, en una palabra, el
abandono de Dios y luego el infierno. -Pero Padre, dirá alguien, este
lenguaje es en extremo aterrador ¿Qué? ¿Nos quieres hacer desesperar?
Responderé con San Agustín: “Si aterro, es que yo mismo estoy aterrado”
(...). Pues dirá el sacerdote que por desgracia hubiera ofendido a Dios
en el sacerdocio, ¿ya no habrá para mi esperanza de perdón? No; lejos de
mí afirmar esto; hay esperanza si hay arrepentimiento, y se aborrece el
mal cometido. Sea este sacerdote sumamente agradecido al Señor si uno
se ve asistido de su gracia, y apresúrese a entregarse cuando le llama
según aquello de San Agustín: “Oigamos su voz cuando nos llama, no sea
que no nos oiga cuando esté pronto a juzgarnos (...).</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><h3><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">III Exhortación</span></span></h3><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Sacerdotes míos, estimemos en adelante nuestra nobleza y, por ser
ministros de Dios, avergoncémonos de hacernos esclavos del pecado y del
demonio. El sacerdote, dice San Pedro Damiano “debe abundar en nobles
sentimientos y avergonzarse, como ministro del Señor, de cambiarse
esclavo del pecado (...). No imitemos la locura de los mundanos que no
piensan más que en el presente. Está reservado a los hombres morir una
sola vez, y tras esto, el juicio [Hebr 9, 27]. Todos hemos de comparecer
en este juicio para que reciba cada cual el pago de lo hecho viviendo
en el cuerpo [2 Cor 5, 10]. Entonces se nos dirá: Ríndeme cuenta de tu
administración [Lc 16, 2], es decir, de tu sacerdocio; como lo ejerciste
y para qué fines de serviste de él. Sacerdote mío, ¿estarías conmigo si
hubiera ahora de ser juzgado?, o ¿tendrías que decir: Cuando
inspeccione [Dios], ¿qué le responderé? [Job 31, 14]. Cuando el Señor
castiga a un pueblo, el castigo empieza por los sacerdote, por ser ellos
la primera causa de los pecados del pueblo, ya por su mal ejemplo, ya
por la negligencia en cultivar la viña encomendada a sus desvelo. De
aquí que entonces diga el Señor. Tiempo es de que comience al juicio por
la casa de Dios [1 Pedro 4, 17]. En la mortandad descrita por Ezequiel
quiso el Señor que los primeros castigados sean los sacerdotes: Y
comenzaréis por mi Santuario [Ez 9, 6]; es decir, como lo explica
Orígenes, por mis sacerdotes (...). En otro lugar se lee; Los poderosos,
poderosamente serán enjuiciados [Sab . 6, 7]. A todo aquel a quien
mucho se dio, mucho se le exigirá [Lc 12, 48]. El autor de la Obra
imperfecta dice: “En el día del juicio se verá el seglar con la estola
sacerdotal, y al sacerdote pecador, despojado de su dignidad, se le verá
entre los fieles e hipócritas” (...). Escuchad esto, ¡oh sacerdotes!...
porque a vosotros afecta esta sentencia [Os 5, 1].</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Y como el juicio de los sacerdotes será más riguroso, su condenación
será también más terrible [Jer 17, 18]. Un concilio de Paris, dice que
“la dignidad del sacerdote es grande, también su ruina si llega a pecar”
[In Ez 44]. Sí, dice San Juan Crisóstomo: “si el sacerdote comete los
mismos pecados que sus feligreses, padecerá no el mismo castigo, sino
castigo mucho mayor (...). Se le reveló a Santa Brigida que los
sacerdotes pecadores serán hundidos en el infierno más profundamente que
todos los demonios en el infierno: Todo el infierno se pondrá en
movimiento (...). ¿Cómo festejaran los demonios las entrada de un
sacerdote, para salir a su encuentro [Is 14, 9]. Todos los príncipes de
aquella miserable región se alzarán en primer lugar en los tormentos al
sacerdote condenado; y continua diciendo Isaías que en el seol se dirá:
También tu te has debilitado como nosotros; a nosotros te has hecho
semejante [ Is 14, 11]. ¡Oh sacerdote! Tiempo hubo en que ejerciste
dominio sobre nosotros, cuando hiciste bajar tantas veces al verbo
encarnado sobre los altares y libraste a tantas almas del infierno; pero
ahora te has hecho semejante a nosotros y estás atormentado como
nosotros: has descendido al seol tu resplandor [Is 14, 11]. La soberbia
con que despreciaste a Dios es la que por fin te ha traído aquí. Bajo ti
hace cama la gusanera y gusanos son tu cobertor [Ib. 11]. Pues bien,
dado que eres rey, aquí tienes tu estrado regio y tu vestido de púrpura;
mira el fuego y los gusanos que te devorarán continuamente cuerpo y
alma. ¡Cómo se burlarán entonces los demonios de las misas, de los
sacramentos y de las funciones sagradas del sacerdote! Le miraron sus
adversarios y se burlaron de su ruina [Lam. 1, 7].</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Mirad sacerdotes míos, que los demonios se esfuerzan por tentar a un
sacerdote que se condena arrastra a muchos tras de sí. El Crisóstomo
dice: “Quien consigue quitar de en medio al pastor, dispersa todo el
rebaño (...); y otro autor dice, con matar más a los jefes que a los
soldados (...); por eso añade San Jerónimo que el diablo no busca tanto
la perdida de los infieles y de los que están fuera del santuario, sino
que se esfuerza por ejercer sus rapiñas en la Iglesia de Jesucristo, lo
que le constituye su manjar predilecto, como dice Habacuc (...). No hay,
pues, manjar más delicioso para el demonio que las almas de los
eclesiásticos.</span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;"><em>(Lo siguiente puede servir para excitar la compunción en el acto de contrición).</em></span></span></p><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">
</span></span><p style="padding-left: 30px;"><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Sacerdote mío, figúrate que el Señor te
dice lo que al pueblo judío: “Dime qué mal hice, o mejor, que bien dejé
de hacerte. Te saqué de en medio del mundo y te elegí entre tantos
seglares para hacerte mi sacerdote, ministro mío y mi familiar; y tú,
por míseros intereses, por viles placeres, me crucificaste de nuevo; yo,
en el desierto de esta tierra te alimenté cada mañana con el mana
celestial, es decir, con mi carne y mi sangre divinas, y tu me
abofeteaste con aquellas palabras y acciones inmodestas. Yo te elegí por
viña que había que había de formar mis delicias, plantando en ti tantas
luces y tantas gracias que me rindiesen frutos suaves y queridos y no
coseché de ti más que frutos amargos. Yo te constituí rey t hasta más
grande que los reyes de la tierra, y tu me coronaste con la corona de
espinas de tus malos pensamientos consentidos. Yo te elevé a la dignidad
de vicario mío y te di las llaves del cielo, constituyéndote así como
rey de la tierra, y tú, despreciándolo todo, mis gracias y mi amistad,
me crucificaste nuevamente”, etc.</span></span></p><p> </p>Iglesia del Salvador de Toledohttp://www.blogger.com/profile/07056147941206361469noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5335561842450770650.post-38873657592215631872018-10-28T16:53:00.004+00:002018-10-28T16:53:51.204+00:00INTENCIONES DE ORACIONES DEL SANTO PADRE PARA EL AÑO 2019<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjG-YwX8v4MrVAhhodjug8832TybDQ0uZfGdiySSH9WWwVHdvTV_TR6myYOJqyxQwfdV7y0EpEovmrbDXuC3O0rXDXz1uJs9SJfAzJLpn9hY5hDrE7XBvQ1QugDyEcoAXl6KMWNtzXaeFQw/s1600/int-spa-2018-750x350.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="350" data-original-width="750" height="186" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjG-YwX8v4MrVAhhodjug8832TybDQ0uZfGdiySSH9WWwVHdvTV_TR6myYOJqyxQwfdV7y0EpEovmrbDXuC3O0rXDXz1uJs9SJfAzJLpn9hY5hDrE7XBvQ1QugDyEcoAXl6KMWNtzXaeFQw/s400/int-spa-2018-750x350.jpg" width="400" /></a></div>
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<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>E</b><b>NERO</b></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">Por la evangelización: Por los jóvenes, especialmente los de América Latina, para
que, siguiendo el ejemplo de María, respondan al llamado del Señor para
comunicar la alegría del Evangelio al mundo.</span></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>F</b><b>EBRERO</b></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">Universal: Por la
acogida generosa de las víctimas de la trata de personas, de la prostitución forzada
y de la violencia.</span></span></span></div>
<span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span></span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>M</b><b>ARZO</b></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">Por la evangelización: Por las comunidades cristianas, en especial aquellas que son
perseguidas, para que sientan la cercanía de Cristo y para que sus derechos
sean reconocidos.</span></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>A</b><b>BRIL</b></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">Universal: Por los médicos
y el personal humanitario presentes en zonas de guerra, que arriesgan su propia
vida para salvar la de los otros.</span></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>M</b><b>AYO</b></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">Por la evangelización: Para que, a través del compromiso de sus miembros, la
Iglesia en África sea un fermento de unidad entre los pueblos, un signo de
esperanza para este continente.</span></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>J</b><b>UNIO</b></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">Por la evangelización: Por los sacerdotes para que, con la sobriedad y la humildad
de sus vidas, se comprometan en una solidaridad activa hacia los más pobres.</span></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>J</b><b>ULIO</b></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">Universal: Para que
todos aquellos que administran la justicia obren con integridad, y para que la
injusticia que atraviesa el mundo no tenga la última palabra.</span></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>A</b><b>GOSTO</b></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">Por la evangelización: Para que las familias, gracias a una vida de oración y de
amor, se vuelvan cada vez más "laboratorios de humanización".</span></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>S</b><b>EPTIEMBRE</b></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">Universal: Para que
los políticos, los científicos y los economistas trabajen juntos por la protección
de los mares y los océanos.</span></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>OCTUBRE</b></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">Por la evangelización: Para que el soplo del Espíritu Santo suscite una nueva
primavera misionera en la Iglesia.</span></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>N</b><b>OVIEMBRE</b></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">Universal: Para que
en el Cercano Oriente, donde los diferentes componentes religiosos comparten el
mismo espacio de vida, nazca un espíritu de diálogo, de encuentro y de reconciliación.</span></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>D</b><b>ICIEMBRE</b></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-weight: normal;">Universal: </span>Para que
todos los países decidan tomar las medidas necesarias para hacer que el futuro
de los más jóvenes sea una prioridad, especialmente de aquellos que están sufriendo.</span></span><span style="font-family: "Book Antiqua","serif"; font-size: 20.0pt; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"> </span><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT; font-size: 13.0pt; mso-bidi-font-family: TimesNewRomanPSMT;"></span></div>
</h1>
Iglesia del Salvador de Toledohttp://www.blogger.com/profile/07056147941206361469noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5335561842450770650.post-80059470588693963732017-03-07T22:35:00.001+00:002017-03-07T22:35:44.503+00:00VIACRUCIS EUCARÍSTICO. San Jose María Robles<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJW1TUczOP9HqpAI-wMPubpfNhYgcK8mZ3kmtyPSQAOVh3UcNcbY-mo7fD_z6PcX9hGlEhPcSrG0ypG0k3U3bG59PkrLlr5gnjQOhbg0DOn-UXaPISn53wxjIQ8ox9BwJfIfK8IKnkkuJh/s1600/26830933_1473862307.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJW1TUczOP9HqpAI-wMPubpfNhYgcK8mZ3kmtyPSQAOVh3UcNcbY-mo7fD_z6PcX9hGlEhPcSrG0ypG0k3U3bG59PkrLlr5gnjQOhbg0DOn-UXaPISn53wxjIQ8ox9BwJfIfK8IKnkkuJh/s320/26830933_1473862307.jpg" width="239" /></a></b></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>ORACIÓN PREPARATORIA</b></span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;">Creo<span> </span>firmemente,<span>
</span>Dios<span> </span>mío,<span> </span>que<span>
</span>estoy<span> </span>en<span> </span>vuestra<span>
</span>presencia<span> </span>divina;<span> </span>os<span>
</span>adoro<span> </span>desde<span> </span>el<span> </span>abismo<span> </span>de<span>
</span>mi<span> </span>nada<span> </span>y <span> </span>os <span> </span>doy<span>
</span>gracias<span> </span>con<span> </span>todo<span>
</span>mi<span> </span>corazón por los incontables
beneficios que os dignáis concédeme. Me<span>
</span>humillo<span> </span>y<span> </span>confundo<span>
</span>por<span> </span>lo<span> </span>mucho<span>
</span>que<span> </span>os<span> </span>he<span>
</span>ofendido.<span> </span>«He<span> </span>pecado,<span>
</span>Padre<span> </span>mío<span> </span>contra<span>
</span>el<span> </span>Cielo<span> </span>y<span>
</span>en<span> </span>vuestra<span> </span>presencia,<span>
</span>no<span> </span>soy<span> </span>digno<span>
</span>de<span> </span>llamarme<span> </span>hijo<span>
</span>vuestro,<span> </span>pero<span> </span>admitidme<span>
</span>siquiera<span> </span>como<span> </span>uno<span> </span>de<span> </span>vuestros<span>
</span>esclavos».<span> </span>«Señor,<span> </span>tened<span>
</span>piedad<span> </span>de<span> </span>mí<span> </span>por
vuestra<span> </span>misericordia<span> </span>infinita».<span>
</span>Yo<span> </span>os<span> </span>prometo<span>
</span>con<span> </span>todo<span> </span>mi<span> </span>corazón,<span> </span>y<span>
</span>ayudado<span> </span>de<span> </span>Vos<span> </span>mismo,
nunca más volver a ofenderos. ¡Perdón, Señor; misericordia! Os<span> </span>suplico,<span>
</span>Jesús<span> </span>mío,<span> </span>me<span>
</span>otorguéis<span> </span>la<span> </span>gracia<span>
</span>de<span> </span>practicar digna, atenta y
devotamente este santo ejercicio, imprimiendo en mi alma vuestros dolores
infinitos y las virtudes de las cuales sois ejemplar divino en vuestra
sacratísima Pasión y en el Santísimo Sacramento. Abrasad<span> </span>con<span>
</span>vuestro<span> </span>amor<span> </span>mi<span>
</span>helado<span> </span>corazón; obligadme a
corresponderos ya con una vida santa y unidme estrechamente con Vos, en la
Eucaristía. A Vos acudo también, Madre afligidísima, a Vos que fuisteis la
primera en recorrer esta<span> </span>senda<span> </span>del<span>
</span>dolor,<span> </span>para<span> </span>ofreceros<span>
</span>mi <span> </span>tierna<span> </span>compasión,<span>
</span>y<span> </span>para<span> </span>que<span>
</span>llenéis<span> </span>mi<span> </span>alma<span>
</span>de<span> </span>los<span> </span>mismos sentimientos que entonces
experimentasteis. Padre<span> </span>eterno,<span> </span>uno<span>
</span>este<span> </span>santo<span> </span>ejercicio<span>
</span>a<span> </span>los<span> </span>méritos<span>
</span>infinitos <span> </span>de<span> </span>vuestro<span>
</span>Hijo<span> </span>y<span> </span>a<span> </span>los<span> </span>dolores<span>
</span>de<span> </span>mi<span> </span>adorada,<span>
</span>Madre,<span> </span>y<span> </span>así<span>
</span>unido,<span> </span>me<span> </span>atrevo<span>
</span>a<span> </span>presentarlo<span> </span>a<span>
</span>vuestra<span> </span>soberana<span> </span>Gracia. Dignaos aceptarlo según las
intenciones del Corazón Eucarístico de mi Salvador, y aplicad, os ruego
humildemente, todas las indulgencias que ganare en sufragio de las almas del
Purgatorio. Así sea.</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>JESÚS ES CONDENADO
A MUERTE</b></span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>CONTEMPLACIÓN. </b>Contempla, alma
mía, a tu divino Redentor en el Pretorio. Es crudelísimamente azotado,<span> </span>coronado con agudas espinas, burlado y
sentenciado a muerte. Jesús todo lo sufre por ti en<span> </span>silencio y con amor infinito. Vuelve<span> </span>ahora<span>
</span>tu<span> </span>mirada<span> </span>al<span>
</span>Sagrario.<span> </span>Considera<span> </span>el<span>
</span>silencio<span> </span>de<span> </span>Jesús<span>
</span>y<span> </span>el<span> </span>amor<span> </span>sin<span> </span>medida<span>
</span>que<span> </span>te<span> </span>tiene,<span>
</span>no<span> </span>obstante<span> </span>que<span>
</span>con<span> </span>tus<span> </span>irreverencias,<span> </span>pensamientos<span>
</span>malos,<span> </span>afectos pecaminosos<span> </span>y<span>
</span>demás<span> </span>crímenes,<span> </span>de<span>
</span>continuo<span> </span>lo<span> </span>azotas,<span>
</span>escarneces,<span> </span>coronas<span> </span>con<span> </span>bárbara<span> </span>crueldad y sentencias a muerte.</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>ORACIÓN.</b> ¡Oh<span> </span>Corazón<span>
</span>Eucarístico<span> </span>de<span> </span>Jesús,<span>
</span>perdón,<span> </span>misericordia;<span> </span>yo<span> </span>soy<span> </span>el<span>
</span>verdugo<span> </span>en<span> </span>vuestra<span>
</span>pasión! Vos<span> </span>inocentísimo,<span> </span>y<span>
</span>yo<span> </span>el<span> </span>abominable<span>
</span>reo<span> </span>que<span> </span>merece<span>
</span>sentencia<span> </span>de<span> </span>muerte<span>
</span>eterna....<span> </span>Pero<span> </span>no<span>
</span>la<span> </span>deis<span> </span>contra<span>
</span>quien<span> </span>tanto<span> </span>os<span>
</span>ha<span> </span>costado;<span> </span>os<span>
</span>prometo<span> </span>no<span> </span>más<span>
</span>pecar,<span> </span>imitaros<span> </span>en<span> </span>vuestro
silencio en medio de mis penas y volveros amor por amor.</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>JESÚS SE ABRAZA
CON LA CRUZ</b></span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>CONTEMPLACIÓN.</b> Jesús es
cargado con la pesadísima cruz de tus iniquidades. Con qué alegría, con
cuánto<span> </span>amor la recibe, la abraza, la
estrecha contra su divino Corazón y la lleva por ti. También<span> </span>en<span>
</span>el<span> </span>Sagrario,<span> </span>¡qué<span> </span>cruces<span> </span>tan<span>
</span>pesadas<span> </span>cargas<span> </span>s obre<span>
</span>Jesús!<span> </span>tus<span> </span>frialdades,<span>
</span>ultrajes<span> </span>y<span> </span>tal<span>
</span>vez<span> </span>sacrilegios.<span> </span>Y<span>
</span>Jesús<span> </span>abraza<span> </span>estas<span>
</span>cruces<span> </span>con<span> </span>amor<span>
</span>infinito<span> </span>y<span> </span>las<span>
</span>aceptaría<span> </span>aún más pesadas con
tal de ganarte, alma mía.</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>ORACIÓN.</b> ¡Oh<span> </span>Corazón<span>
</span>Eucarístico<span> </span>de<span> </span>Jesús,<span>
</span>perdón<span> </span>misericordia;<span> </span>yo<span>
</span>soy<span> </span>el verdugo<span> </span>en<span>
</span>vuestra<span> </span>Pasión! Es<span> </span>cierto<span>
</span>que<span> </span>os<span> </span>he<span>
</span>cargado<span> </span>con<span> </span>las<span>
</span>cruces<span> </span>de<span> </span>mis<span>
</span>iniquidades;<span> </span>pero<span> </span>yo<span>
</span>os<span> </span>prometo<span> </span>aliviaros<span>
</span>con<span> </span>mi<span> </span>respeto,<span>
</span>alabanzas,<span> </span>al<span> </span>amor<span>
</span>y<span> </span>reparaciones<span> </span>a<span>
</span>Vos<span> </span>en<span> </span>el<span>
</span>Sagrario,<span> </span>y<span> </span>con<span>
</span>la<span> </span>aceptación amorosa de todas
las cruces que os dignéis mandarme.</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;">J<b>ESÚS CAE POR PRIMERA VEZ</b></span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>CONTEMPLACIÓN.</b> Jesús cae por
primera vez bajo el peso de la cruz. Tu Salvador yace por tierra; su
rostro<span> </span>divino, encanto de los cielos,
confundido con el asqueroso polvo. A<span> </span>Jesús<span> </span>en<span>
</span>la<span> </span>Eucaristía<span> </span>no<span>
</span>le<span> </span>faltan<span> </span>mortales<span>
</span>caídas.<span> </span>Muchas<span> </span>veces<span>
</span>habrá<span> </span>tenido<span> </span>que descender, por fuerza de la obediencia a
sus ministros; a ti, mal dispuesto a recibirle. Jesús<span> </span>se ha visto entonces obligado a unir su
Corazón Santísimo contigo, tierra sucia y hedionda, charca de vicios. ¡Qué
humillación, qué caída, qué amor de Jesús!</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>ORACIÓN.</b> ¡Oh<span> </span>Corazón<span>
</span>Eucarístico<span> </span>de<span> </span>Jesús,<span>
</span>perdón,<span> </span>misericordia;<span> </span>yo<span> </span>soy<span> </span>el<span>
</span>verdugo<span> </span>en<span> </span>vuestra<span>
</span>Pasión! Cómo me angustio, Dueño mío, al considerar vuestra caída bajo el
peso de la Cruz y las incontables<span>
</span>que<span> </span>habéis <span> </span>sufrido,<span>
</span>con<span> </span>tanta<span> </span>paciencia, viniendo sacramentado a mi
corazón. <span> </span>Perdonadme, Señor, y ya me
apresuro a levantaros con mi arrepentimiento y a consolaros <span> </span>con<span>
</span>el<span> </span>firme<span> </span>propósito<span>
</span>de<span> </span>jamás<span> </span>acercarme <span> </span>a<span>
</span>la<span> </span>Mesa<span> </span>de<span>
</span>los<span> </span>Ángeles sin<span> </span>una<span>
</span>fervorosa<span> </span>y<span> </span>digna preparación.</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>JESÚS SE
ENCUENTRA CON SU MADRE</b></span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>CONTEMPLACIÓN. </b>María<span> </span>encuentra al Hijo de sus entrañas en la calle
de la amargura. ¿Cómo lo ve? Sangre, lodo<span>
</span>y<span> </span>esputos<span> </span>velan<span>
</span>su<span> </span>encantadora<span> </span>Faz.<span>
</span>Agudas<span> </span>espinas ciñen <span> </span>sus<span>
</span>sienes;<span> </span>su<span> </span>cuerpo<span>
</span>es<span> </span>una fuente de sangre. La <span> </span>Madre<span>
</span>sufre<span> </span>el más<span> </span>cruel<span>
</span>de<span> </span>los<span> </span>martirios,<span>
</span>contemplando<span> </span>de<span> </span>esta<span>
</span>suerte<span> </span>a<span> </span>su<span>
</span>Hijo<span> </span>Divino. El Sagrario es
frecuentemente calle de amargura para María; ahí contempla a su Jesús de<span> </span>nuevo perseguido, llagado, agonizante por los
crímenes de sus mismos hijos.</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>ORACIÓN.</b> ¡Oh<span> </span>Corazón<span>
</span>Eucarístico<span> </span>de<span> </span>Jesús,<span>
</span>perdón,<span> </span>misericordia;<span> </span>yo<span> </span>soy<span> </span>el<span>
</span>verdugo<span> </span>en<span> </span>vuestra<span>
</span>Pasión! Virgen<span> </span>dolorosa<span> </span>y<span>
</span>Madre<span> </span>tiernísima,<span> </span>cese<span>
</span>vuestro<span> </span>llanto,<span> </span><span> </span>cese<span>
</span>vuestra<span> </span>agonía.<span> </span>El<span> </span>verdadero<span> </span>culpable<span>
</span>y<span> </span>verdugo,<span> </span>así<span>
</span>como<span> </span>de<span> </span>Jesús,<span>
</span>os<span> </span>ofrece<span> </span>sus<span> </span>lágrimas<span> </span>y<span>
</span>su<span> </span>dolor,<span> </span>y<span>
</span>os<span> </span>promete<span> </span>no<span>
</span>olvidar<span> </span>vuestras<span> </span>penas,<span>
</span>amaros<span> </span>con<span> </span>todo<span>
</span>el<span> </span>corazón<span> </span>y,<span>
</span>unido<span> </span>a<span> </span>Vos,<span>
</span>amar<span> </span>sin<span> </span>medida a vuestro Hijo en la Eucaristía.</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>EL CIRINEO AYUDA
A JESÚS A CARGAR CON LA CRUZ</b></span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>CONTEMPLACIÓN.</b> Los sayones
obligaron al Cirineo a llevar la Cruz del moribundo Salvador, no porque la compasión<span> </span>los<span>
</span>moviera a<span> </span>ello,<span> </span>sino<span>
</span>para<span> </span>tener<span> </span>el<span>
</span>infernal<span> </span>capricho<span> </span>de<span> </span>con
templarlo crucificado en el Gólgota. Desde el Tabernáculo, Jesús está continuamente
pidiendo un Cirineo que lo consuele y<span> </span>repare<span> </span>con<span>
</span>amor<span> </span>y<span> </span>servicio<span>
</span>las<span> </span>ingratitudes<span> </span>de<span>
</span>sus<span> </span>hijos.<span> </span>«¿No<span>
</span>habrá<span> </span>un<span> </span>alma<span>
</span>que quiera<span> </span>sacrificarse por mí?
Busco una víctima para mi Corazón, ¿dónde la hallaré?</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>ORACIÓN.</b> ¡Oh<span> </span>Corazón<span>
</span>Eucarístico<span> </span>de<span> </span>Jesús,<span>
</span>perdón,<span> </span>misericordia;<span> </span>yo<span>
</span>soy<span> </span>el verdugo<span> </span>en<span>
</span>vuestra<span> </span>Pasión! Si<span> </span>hasta<span>
</span>ahora<span> </span>he<span> </span>sido<span>
</span>vuestra<span> </span>cruz,<span> </span>de<span>
</span>hoy<span> </span>para<span> </span>siempre<span>
</span>seré<span> </span>vuestro<span> </span>Cirineo;<span>
</span>he<span> </span>oído<span> </span>vuestras<span>
</span>angustias quejas<span> </span>y<span> </span>me<span>
</span>determinan<span> </span>a<span> </span>deciros<span>
</span>desde<span> </span>lo<span> </span>íntimo<span>
</span>de<span> </span>mi<span> </span>alma:<span>
</span>«Yo quiero sacrificarme por Vos, víctima vuestra quiero ser; dadme
vuestra cruz, dadme vuestro<span> </span>amor, nada
más os pido».</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>LA VERÓNICA
ENJUGA EL ROSTRO DE<span> </span>JESÚS</b></span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>CONTEMPLACIÓN.</b> La Verónica
enjuga con su velo el rostro de Jesús. No la retraen de acto tan piadoso, la ferocidad<span> </span>de<span>
</span>los<span> </span>verdugos<span> </span>ni<span> </span>el<span> </span>temor<span>
</span>de<span> </span>aparecer<span> </span>ella<span>
</span>sola como<span> </span>la<span> </span>única<span>
</span>que<span> </span>no<span> </span>se<span> </span>avergüenza
del divino Sentenciado a la muerte en cruz. Aunque pocas, no faltan almas
abrasadas de amor por la Eucaristía; almas que, hollando el<span> </span>infierno, el funesto «qué dirán» del mundo y
su propia flaqueza, tienen su morada en el Sagrario y ahí, como otras
Verónicas, dulcifican las amarguras de Jesús con sus constantes reparaciones. Alma
mía, ¿no envidias morada y ocupación tan santas?</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>ORACIÓN.</b> ¡Oh<span> </span>Corazón<span>
</span>Eucarístico<span> </span>de<span> </span>Jesús,<span>
</span>perdón,<span> </span>misericordia;<span> </span>yo<span> </span>soy<span> </span>el<span>
</span>verdugo<span> </span>en<span> </span>vuestra<span>
</span>Pasión! Bien<span> </span>conocéis<span> </span>y<span>
</span>sufrís<span> </span>hondamente<span> </span>mi<span>
</span>debilidad<span> </span>y<span> </span>bajeza<span>
</span>al<span> </span>obrar<span> </span>a<span>
</span>impulsos<span> </span>de<span> </span>mis<span> </span>pasiones<span> </span>y<span>
</span>del<span> </span>respeto<span> </span>humano.<span>
</span>¡Cuántas<span> </span>veces,<span> </span>a<span>
</span>la<span> </span>sombra<span> </span>de<span>
</span>qué<span> </span>dirán,<span> </span>os<span> </span>he
abandonado y he renegado de Vos! ¿Qué hacer ahora? Venceré mis pasiones,
pisotearé el respeto humano y viviré mis pasiones, pisotearé el respeto humano
y vivirécon Vos en el Sagrario.</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>JESÚS CAE POR
SEGUNDA VEZ</b></span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>CONTEMPLACIÓN.</b> Jesús cae por segunda vez en tierra.
Sus dolores son más intensos que en su primera caída. Con qué dificultad se
levanta; le falta el alimento. Y a medida que decrece su fortaleza,
multiplicase el encarnizamiento de sus verdugos. A golpes y fuertes sacudidas, como
si tu Dios fuera una bestia, lo obligaban a proseguir. Así de crueles y
humillantes son las segundas caídas de Jesús Hostia, al ser recibido sacrílegamente
por aquellos corazones que han gustado las delicias de su amor, y a quienes
incontables veces ha dado el abrazo y el ósculo del perdón. ¿Has sido tú del número
de estas almas verdugos?</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>ORACIÓN. </b>¡Oh Corazón Eucarístico de Jesús,
perdón, misericordia; yo soy el verdugo en vuestra Pasión! He abusado de
vuestro amor paciente; me he escudado con vuestra misericordia para ofenderos
con más saña y libertad. Perdón, mil veces perdón, y haced que vuestras misericordias
las aproveche en lo venidero para reparar, con todos mis actos, los sacrilegios
que sufrís en el Santísimo Sacramento.</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>JESÚS CONSUELA A LAS PIADOSAS
MUJERES</b></span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>CONTEMPLACIÓN.</b> Jesús consuela a las hijas de
Israel. ¡Oh, caridad incomparable del Salvador! Hallase sumergido en el mar
amargo de todas las angustias y de todos los dolores, y, no obstante, como que
olvida sus propios tormentos para consolar a las afligidas mujeres que lloran
por Él. No de otra suerte, sino como Consolador divino, aparece Jesús en el
Sagrario. A los que sufren, a los que lloran, a los fatigados por la cruz, a
todos sin excepción llama y dice: «Venid a Mí y yo os aliviaré». Ve, alma mía,
vuela al Corazón de Jesús que te espera en su <span> </span>prisión de amor. Él te dará paz, consuelo,
fortaleza y perseverancia.</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>ORACIÓN.</b> ¡Oh Corazón Eucarístico de Jesús,
perdón, misericordia; yo soy el verdugo en vuestra Pasión! Consoladme, Jesús
mío; Vos no ignoráis mis necesidades y mis angustias; y enseñadme, como a las
hijas de Jerusalén, a llorar primero mis pecados que se ha multiplicado sobre
los cabellos de mi cabeza, para llorar después con un corazón muy puro, vuestra
sacratísima pasión.</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>JESÚS CAE POR TERCERA VEZ</b></span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>CONTEMPLACIÓN. </b>Jesús cae por tercera vez en tierra.
Si su omnipotencia y el deseo omnipotencia y el deseo infinito de padecer aún
más por ti, no lo animaran, no hubiera podido levantarse. Tan lastimosa fue la
caída de tu Salvador. ¡Se levanta por fin! Contempla la cumbre del Calvario, y
agonizante, pero gozoso sigue subiendo. Estas terceras caídas, mortales y
doloras sobre toda ponderación, las sufre Jesús en la Eucaristía al descender
al criminal corazón de las personas que le están especialmente consagradas. «Si
mi enemigo me ultrajase, lo sufriría ciertamente, pero que tú, hijo mío, quien
se sienta conmigo a la Mesa; que tú me ultrajes, ¡ah!, no lo puedo sufrir».</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>ORACIÓN. </b>¡Oh Corazón Eucarístico de Jesús,
perdón, misericordia; yo soy el verdugo en vuestra Pasión! Os agradezco con
vuestro mismo amor infinito la paciencia que me habéis tenido: ¡Cuánto me amáis
y a qué precio tan subido me habéis rescatado! A vuestro ejemplo, os prometo levantarme
siempre que tenga la desgracia de caer, subir gozoso el Calvario que me
preparéis y reparar con especialidad las ofensas que recibís de vuestras almas predilectas.</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS</b></span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>CONTEMPLACIÓN. </b>Bárbaramente, arrancan a Jesús sus
vestiduras, renovando todas sus llagas y exacerbando todos sus dolores. Pero
sobre todo considera, alma mía, la afrenta que recibe tu Redentor y la vergüenza
que sufre al quedar desnudo ante la soldadesca. ¡Cómo satisface por las deshonestidades!
Mil cruces le hubieran sido menos duras que esta ultraje a su santidad. Contempla
la desnudez de Jesús en el Sagrario. ¡Qué pobreza! Los palacios de los hombres
están recubiertos de oro y seda, mientras que el olvidado Tabernáculo carece, a
las veces, aún de los blancos pañales de Belén. Es más pobre que la pobre choza
del mendigo.</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>ORACIÓN</b>. ¡Oh Corazón Eucarístico de Jesús,
perdón, misericordia; yo soy el verdugo en <span> </span>vuestra Pasión! Me avergüenzo y arrepiento de
mis impurezas, causa de vuestra afrentosa desnudes, y os pido, por esta vuestra
pena, imprimáis en mi alma un odio constante e inmenso a vicio tan detestable y
bestial. Desnudadme de todo apego a las criaturas y cubridme con el ropaje de
vuestra gracia, para abrigaros con él siempre que tenga la felicidad de
recibiros en mi pecho.</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ</b></span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>CONTEMPLACIÓN. </b>Jesús es clavado en la Cruz. Le
mandan los verdugos se tienda sobre ella y obedece al punto. «Jesús fue
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz». Taladran después con <span> </span>gruesos clavos sus santísimos pies y manos.
Contempla, alma mía, a tu Padre; te espera con los brazos abiertos. El amor
tiene como clavado a Jesús en la Eucaristía. «Estaré con vosotros hasta la <span> </span>consumación de los siglos»... «Mis delicias
son estar con vosotros, hijos de los hombres». Y <span> </span>la obediencia de Jesús en este Sacramento,
¡qué incomprensible es! Aunque el sacerdote sea otro Judas, lo obedece ciegamente
¡Qué responderás de tu falta de sujeción, de tu <span> </span>habitual desobediencia a tus superiores?</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>ORACIÓN.</b> ¡Oh Corazón Eucarístico de Jesús,
perdón, misericordia; yo soy el verdugo en vuestra Pasión! Para enseñarme a
obedecer, Vos, nuestro Dios, os sujetáis a vuestros verdugos, y yo, vilísima
criatura a Vos mismo desobedezco, como otro ángel rebelde. Pero, Salvador y modelo
mío, ya no será así; os prometo sujetarme pronta, voluntaria y ciegamente a
todos mis superiores, sean quienes fueren.</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>JESÚS MUERE EN LA CRUZ</b></span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>CONTEMPLACIÓN.</b> Jesús muere en la Cruz: «E
inclinando su cabeza, entregó su espíritu». Alma mía, contempla, si puedes, tu
obra. No los sayones, sino tus propios pecados, han arrancado la han arrancado
la vida a tu Salvador. ¿Aunque no estás satisfecha? Jesús no puede hacer nada
más por ti: su inmaculada Madre, su sangre, su vida, todo te han entregado. La
muerte de Jesús se repite sin cesar en nuestros altares. Bajo las especies de
pan y de vino es inmolado por el Sacerdote y ofrecido al Padre como Hostia de
propiciación por los pecados. También aquí se entrega totalmente a sus hijos:
cuerpo, sangre, alma y divinidad; todo se da a quien lo quiere recibir. Jesús,
en el Sagrario, ¿qué más puede hacer por ti?</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>ORACIÓN. </b>¡Oh Corazón Eucarístico de Jesús,
perdón, misericordia; yo soy el verdugo en vuestra Pasión! Yo, inhumano, os he
dado la muerte, y Vos, misericordiosísimo, me habéis dado la vida y vida
eterna. «¿Qué devolveré al Señor por todos sus beneficios?» Aquí estoy, Señor, dispón
de mí según vuestra divina voluntad. Mas no sé ni puedo deciros. </span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ</b></span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>CONTEMPLACIÓN. </b>Bajan de la Cruz el cuerpo divino
del Salvador y lo depositan en los brazos de su afligidísima madre, ¿No
conocéis a vuestro Hijo, Señora? Es el mismo «hermosísimo entre los hijos de
los hombres que llevabais a vuestros pechos virginales». Su amor lo ha desfigurado.
Y tú eres, alma mía, el reo y eres también el verdugo. El sacerdote puede bajar
algunas veces a Jesús, Hostia del Sagrario donde ha sido ultrajado, al corazón
de verdaderos amantes; de almas que saben como María, compadecer a su Dios y lavar
y ungir su destrozado cuerpo con lágrimas de arrepentimiento y con besos de
amor. Sé tú, alma mía, no ya verdugo, sino del número dichoso de estas almas reparadoras.</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>ORACIÓN.</b> ¡Oh Corazón Eucarístico de Jesús,
perdón, misericordia; yo soy el verdugo en vuestra Pasión! Virgen dolorosa, yo
quiero reparar mi <span> </span>crimen y así mitigar
vuestro quebranto. Para <span> </span>conseguirlo,
adoptadme por hijo, hacedme participante de vuestros dolores y dadme con largueza
vuestra compasión y amor siempre que tenga la felicidad de recibir a vuestro
Jesús en la Eucaristía, para consolarlo y amarlo dignamente.</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>JESÚS ES
DEPOSITADO EN EL SEPULCRO</b></span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>CONTEMPLACIÓN.</b> La<span> </span>Santísima<span>
</span>Virgen <span> </span>deja<span> </span>el<span>
</span>cuerpo<span> </span>de<span> </span>su<span>
</span>Hijo en<span> </span>el<span> </span>sepulcro<span>
</span>y<span> </span>ahí<span> </span>deja<span>
</span>también<span> </span>su<span> </span>purísimo y lacerado corazón, como guardia
fiel que cuida el más rico de los tesoros. María<span> </span>tiene<span>
</span>que<span> </span>volver<span> </span>al<span>
</span>a<span> </span>ciudad<span> </span>deicida. «¡Grande<span> </span>como<span>
</span>el<span> </span>mar<span> </span>es<span>
</span>su<span> </span>quebranto!»....<span> </span>«¡Oh,<span>
</span>vosotros<span> </span>que<span> </span>cruzáis<span>
</span>por<span> </span>el<span> </span>camino<span>
</span>de<span> </span>la vida, atended y ved si hay
dolor semejante a su dolor! »El<span>
</span>Sagrario<span> </span>es,<span> </span>¡ay!,<span>
</span>por<span> </span>el<span> </span>abandono<span>
</span>en<span> </span>que<span> </span>se<span>
</span>halla,<span> </span>un<span> </span>sepulcro<span>
</span>para<span> </span>el<span> </span>Corazón<span>
</span>amante<span> </span>de<span> </span>Jesús.<span>
</span>Ahí<span> </span>está<span> </span>Él,<span>
</span>por<span> </span>el<span> </span>amor<span>
</span>infinito<span> </span>que<span> </span>te<span> </span>tiene,<span> </span>real<span>
</span>y<span> </span>verdaderamente presente,<span> </span>de<span>
</span>día<span> </span>y<span> </span>de<span>
</span>noche y<span> </span>siempre<span> </span>esperándote.<span>
</span>Alma<span> </span>mía,<span> </span>enciérrate<span>
</span>con<span> </span>Jesús<span> </span>en<span>
</span>el<span> </span>Sagrario, haz ahí tu morada
eterna. Jesús es tu tesoro, tu corazón, tu bienaventuranza.</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>ORACIÓN. </b>¡Oh,<span> </span>Corazón<span>
</span>Eucarístico<span> </span>de<span> </span>Jesús,<span>
</span>perdón<span> </span>misericordia;<span> </span>yo<span> </span>soy<span> </span>el<span>
</span>verdugo<span> </span>en<span> </span>vuestra<span>
</span>Pasión! Recibid, en reparación de mis crímenes que claman venganza al
Cielo, mi última y la<span> </span>más<span> </span>fervorosa<span>
</span>y<span> </span>humilde<span> </span>de<span> </span>mis
promesas:<span> </span>llorar<span> </span>mis<span>
</span>pecados,<span> </span>nunca<span> </span>más<span>
</span>ofenderos, vivir con Vos en el Tabernáculo y trabajar cuanto pueda, por
vuestra gloria. Corazón<span> </span>Eucarístico<span> </span>de<span>
</span>mi<span> </span>Dios,<span> </span>si<span>
</span>tengo<span> </span>que<span> </span>separarme<span>
</span>del <span> </span>Sagrario<span> </span>por<span>
</span>mis<span> </span>deberes,<span> </span>concededme<span>
</span>el<span> </span>inmerecido<span> </span>don<span>
</span>de<span> </span>que<span> </span>mi<span>
</span>alma<span> </span>jamás<span> </span>se<span>
</span>separe<span> </span>de<span> </span><span> </span>este<span>
</span>divino<span> </span>Nido,<span> </span>testimonio<span>
</span>el<span> </span>más<span> </span>elocuente<span>
</span>del<span> </span>infinito<span> </span>amor<span>
</span>que<span> </span>me<span> </span>tenéis.<span>
</span>Ahí<span> </span>en<span> </span>el<span> </span>Sagrario,<span> </span>quiero<span>
</span>vivir eternamente. ¡Jesús está vivo! ¿Dónde está, muerte, tu victoria?</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>ORACIÓN FINAL. </b>Amabilísimo
Redentor mío, con el alma transida de dolor os he seguido, paso a paso, en vuestros<span> </span>sufrimientos<span> </span>infinitos;<span>
</span>he<span> </span>visto<span> </span>vuestro<span>
</span>rostro<span> </span>ensangrentado,<span> </span>vuestras<span>
</span>sienes heridas,<span> </span>vuestros<span> </span>hombros<span>
</span>surcados,<span> </span>vuestra<span> </span>espalda<span>
</span>desgarrada,<span> </span>vuestros<span> </span>pies<span>
</span>y<span> </span>mano<span> </span>atravesados,<span>
</span>vuestro<span> </span>Corazón<span> </span>abierto<span>
</span>de<span> </span>par<span> </span>en<span>
</span>par,<span> </span>y<span> </span>todo<span>
</span>vuestro<span> </span>cuerpo<span> </span>exangüe<span>
</span>y<span> </span>sin<span> </span>parte sana: desde la coronilla de la cabeza
hasta la planta de los pies, sois una llaga y «más parecéis gusano que hombre».
Mis pecados, con furia infernal, os han destrozado a Vos, Víctima inocentísima
y divina. A la vez que os contemplaba en el Pretorio, en la Calle de la
Amargura y en el Gólgota, os<span> </span>veía<span> </span>también<span>
</span>en<span> </span>el<span> </span>Sagrario,<span>
</span>y<span> </span>puede<span> </span>descubrir,<span>
</span>Jesús<span> </span>mío,<span> </span>que<span>
</span>aquí,<span> </span>donde<span> </span>no<span>
</span>debíais<span> </span>de<span> </span>tener<span>
</span>sino<span> </span>gratitud,<span> </span>el <span> </span>servicio<span>
</span>y<span> </span>la<span> </span>alabanza<span>
</span>de vuestros<span> </span>hijos,<span> </span>tenéis<span>
</span>de<span> </span>ellos<span> </span>y particularmente de mí, cruces, espinas, clavos,
azotes, hiel y vinagre de nuestras frialdades,<span>
</span>ultrajes,<span> </span>sacrilegios<span> </span>y<span> </span>mil<span> </span>otras<span>
</span>abominaciones<span> </span>que<span> </span>sólo<span>
</span>Vos,<span> </span>de<span> </span>paciencia<span>
</span>y<span> </span>misericordia infinitas, podéis
tolerar. ¡Ah!,<span> </span>cuánto<span> </span>me<span>
</span>pesa<span> </span>haberos<span> </span>ofendido<span>
</span>y<span> </span>con<span> </span>qué<span>
</span>profunda <span> </span>e<span> </span>inmensa<span>
</span>gratitud<span> </span>quiero<span> </span>corresponder a vuestras fineza. Ahora,
especialmente, os agradezco las gracias que en este santo<span> </span>ejercicio<span>
</span>me<span> </span>habéis<span> </span>otorgado,<span>
</span>y<span> </span>las<span> </span>resoluciones<span>
</span>que<span> </span>me<span> </span>habéis,<span>
</span>hecho<span> </span>formar; dadme vuestro
auxilio poderosos para cumplirlas fielmente. No tengo, Señor, sino este
miserable corazón, pero animado de muy buen os deseos, os lo<span> </span>entrego<span>
</span>para<span> </span>siempre.<span> </span>Recibidlo<span>
</span>con<span> </span>agrado <span> </span>y<span>
</span>dignaos<span> </span>imprimir<span> </span>en<span>
</span>él,<span> </span>os<span> </span>ruego nuevamente, vuestra Pasión, vuestras
virtudes, un odio a muerte al pecado, y hombre y sed insaciables de vivir con
Vos en el Sagrario y de recibiros así diaria como dignamente. <b><span> </span></b>Y
Vos, Madre mía, reina de los mártires, aceptad una vez más mi tierna compasión
y no me olvidéis. Asistidme<span> </span>en<span> </span>mi<span>
</span>postrera<span> </span>agonía<span> </span>y,<span>
</span>en<span> </span>vuestras<span> </span>manos,<span>
</span>presentad<span> </span>mi<span> </span>alma<span>
</span>a<span> </span>Jesús.<span> </span>Así<span> </span>sea.</span></span></div>
Iglesia del Salvador de Toledohttp://www.blogger.com/profile/07056147941206361469noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5335561842450770650.post-2719267798726844412017-02-21T22:32:00.003+00:002017-02-21T22:32:59.625+00:00PALABRA DE DIOS Y VOCACIÓN ESPECÍFICA. Benedicto XVI, Verbum Domini<!--[if gte mso 9]><xml>
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<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Trebuchet MS","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">PALABRA DE DIOS Y VOCACIÓN ESPECÍFICA. Benedicto XVI, Cfr. Verbum Domini</span></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: red; font-family: "Trebuchet MS","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Meditemos también en el hecho de que la Palabra llama
a cada uno personalmente, manifestando así que <i>la vida misma es vocación</i>
en relación con Dios. Cuanto más ahondemos en nuestra relación personal con el
Señor Jesús, tanto más nos daremos cuenta de que Él nos llama a la santidad
mediante opciones definitivas, con las cuales nuestra vida corresponde a su
amor, asumiendo tareas y ministerios para edificar la Iglesia. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Todo fiel está llamado a la santidad, cada uno en el
propio estado de vida y es en la Sagrada Escritura es donde encontramos
revelada nuestra vocación a la santidad: «Sed santos, pues yo soy santo». Y san
Pablo muestra la raíz cristológica: el Padre «nos eligió en la persona de
Cristo –antes de crear el mundo– para que fuésemos santos e irreprochables ante
él por el amor» (<i>Ef</i> 1,4). «A quienes Dios ama y ha llamado a formar
parte de su pueblo santo, os deseo la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y
del Señor Jesucristo» (<i>Rm</i> 1,7). </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">La Palabra de Dios es indispensable para formar el
corazón de un buen pastor, ministro de la Palabra. Los obispos, presbíteros y
diáconos no pueden pensar de ningún modo en vivir su vocación y misión sin un
compromiso decidido y renovado de santificación, que tiene en el contacto con
la Biblia uno de sus pilares. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">A los que han sido llamados al <i>episcopado</i>, y
son los primeros y más autorizados anunciadores de la Palabra. Para alimentar y
hacer progresar la propia vida espiritual, el Obispo ha de poner siempre en
primer lugar, la lectura y meditación de la Palabra de Dios. Todo Obispo debe
encomendarse siempre y sentirse encomendado a Dios y a la Palabra de su gracia,
que tiene poder para construir el edificio y daros la herencia con todos los santificados
(<i>Hch </i>20,32). Por tanto, antes de ser transmisor de la Palabra, el
Obispo, al igual que sus sacerdotes y los fieles, e incluso como la Iglesia
misma, tiene que ser oyente de la Palabra. Ha de estar como “dentro de” la
Palabra, para dejarse proteger y alime<a href="https://www.blogger.com/null" name="_ftnref265">ntar como en un
regazo materno</a>. A imitación de María, <i>Virgo audiens</i> y Reina de los
Apóstoles, recomiendo a todos los hermanos en el episcopado la lectura personal
frecuente y el estudio asiduo de la Sagrada Escritura.</span><b><span style="color: red; font-family: "Trebuchet MS","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"></span></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: red; font-family: "Trebuchet MS","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"></span></b>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">El sacerdote es, ante todo, <i>ministro de la Palabra
de Dios</i>; es el ungido y enviado para anunciar a todos el Evangelio del
Reino, llamando a cada hombre a la obediencia de la fe y conduciendo a los
creyentes a un conocimiento y comunión cada vez más profundos del misterio de
Dios, revelado y comunicado a nosotros en Cristo. Por eso, el sacerdote mismo
debe ser el primero en cultivar una gran familiaridad personal con la Palabra
de Dios; necesita acercarse a la Palabra con un corazón dócil y orante, para
que ella penetre a fondo en sus pensamientos y sentimientos y engendre dentro
de sí una mentalidad nueva: “la mente de Cristo” (<i>1</i> <i>Co</i> 2,16). Consiguientemente,
sus palabras, sus decisiones y sus actitudes han de ser cada vez más una
trasparencia, un anuncio y un testimonio del Evangelio; solamente
“permaneciendo” en la Palabra, el sacerdote será perfecto discípulo del Señor;
conocerá la verdad y será verdaderamente libre».</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">La llamada al sacerdocio requiere ser <i>consagrados
en la verdad</i>: Santifícalos en la verdad. Tu Palabra es verdad. Como tú me
enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo (<i>Jn </i>17,17-18)<i>. </i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">La Palabra de Dios es el baño que los purifica, el
poder creador que los transforma en el ser de Dios. Y, puesto que Cristo mismo
es la Palabra de Dios hecha carne (<i>Jn</i>1,14), es «la Verdad» (<i>Jn</i>14,6),
la plegaria de Jesús al Padre, «santifícalos en la verdad», quiere decir en el
sentido más profundo: «Hazlos una sola cosa conmigo, Cristo. Sujétalos a mí.
Ponlos dentro de mí. Y, en efecto, en último término hay un único sacerdote de
la Nueva Alianza, Jesucristo mismo». </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">La espiritualidad específica del diácono es esencialmente
de servicio. El modelo por excelencia es Cristo siervo, que vivió totalmente
dedicado al servicio de Dios, por el bien de los hombres. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">El diácono está llamado a ser mensajero cualificado de
la Palabra de Dios, creyendo lo que proclama, enseñando lo que cree, viviendo
lo que enseña. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Los candidatos al sacerdocio deben aprender a amar la
Palabra de Dios. La Escritura ha de ser el alma de su formación teológica,
subrayando la indispensable circularidad entre exegesis, teología,
espiritualidad y misión.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Su relación personal con la Palabra de Dios,
especialmente en la <span style="mso-bidi-font-style: italic;">lectio divina</span>,
alimenta la propia vocación: con la luz y la fuerza de la Palabra de Dios, la
propia vocación puede descubrirse, entenderse, amarse, seguirse, así como
cumplir la propia misión, guardando en el corazón el designio de Dios, de modo
que la fe, como respuesta a la Palabra, se convierta en el nuevo criterio de
juicio y apreciación de los hombres y las cosas, de los acontecimientos y los
problemas.<span style="mso-bidi-font-style: italic;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Se les ha de ayudar concretamente a ver la <span style="mso-bidi-font-style: italic;">relación entre el estudio bíblico y el orar
con la Escritura</span>. El estudio de las Escrituras les ha de hacer más
conscientes del misterio de la revelación divina, alimentando una actitud de
respuesta orante a Dios que habla. Por otro lado, una auténtica vida de oración
hará también crecer necesariamente en el alma del candidato el deseo de conocer
cada vez más al Dios que se ha revelado en su Palabra como amor infinito. Por
tanto, se deberá poner el máximo cuidado para que en la vida de los
seminaristas se cultive esta <span style="mso-bidi-font-style: italic;">reciprocidad
entre</span> <span style="mso-bidi-font-style: italic;">estudio y oración</span>.
</span></div>
<b><span style="color: red; font-family: "Trebuchet MS","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"></span></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: red; font-family: "Trebuchet MS","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"></span></b>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">La vida consagrada nace de la escucha de la Palabra de
Dios y acoge el Evangelio como su norma de vida. En este sentido, el vivir
siguiendo a Cristo casto, pobre y obediente, se convierte «en “exegesis” viva
de la Palabra de Dios.<a href="https://www.blogger.com/null" name="_ftnref276"></a></span></div>
<span style="mso-bookmark: _ftnref276;"></span>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">El Espíritu Santo, en virtud del cual se ha escrito la
Biblia, es el mismo que ha iluminado con luz nueva la Palabra de Dios a los
fundadores y fundadoras. De ella ha brotado cada carisma y de ella quiere ser
expresión cada regla, dando origen a itinerarios de vida cristiana marcados por
la radicalidad evangélica. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Quisiera recordar que la gran tradición monástica ha
tenido siempre como elemento constitutivo de su propia espiritualidad la
meditación de la Sagrada Escritura, particularmente en la modalidad de la <i>lectio
divina</i>. También hoy, las diferentes formas de vida consagradas deben ser verdaderas
escuelas de vida espiritual, en las que se leen las Escrituras según el
Espíritu Santo en la Iglesia, de manera que todo el Pueblo de Dios pueda
beneficiarse, por ello es necesaria una formación sólida para la lectura
creyente de la Biblia.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Las formas de <i>vida contemplativa</i> dedican mucho
tiempo de la jornada a imitar a la Madre de Dios, que meditaba asiduamente las
palabras y los hechos de su Hijo (cf. <i>Lc </i>2,19.51), así como a María de
Betania que, a los pies del Señor, escuchaba su palabra (cf. <i>Lc </i>10,38). Con
su separación del mundo se encuentran más íntimamente unidos a Cristo, corazón
del mundo dando testimonio de «no anteponer nada al amor de Cristo». Con su
vida de oración, escucha y meditación de la Palabra de Dios, nos recuerdan que
no sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios
(cf. <i>Mt</i> 4,4), «indicando al mundo de hoy lo más importante, más aún, en
definitiva, lo único decisivo: existe una razón última por la que vale la pena
vivir, es decir, Dios y su amor inescrutable».</span></div>
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<div style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Lato, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; text-align: center;">
<i style="box-sizing: border-box;"><b><br /></b></i></div>
<div style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Lato, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; text-align: center;">
<i style="box-sizing: border-box;"><b>Discurso del Papa Francisco en la 69ª Asamblea General de la Conferencia Episcopal Italiana </b></i></div>
<div style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Lato, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; text-align: center;">
<i style="box-sizing: border-box;"><b>sobre “la renovación del clero”</b></i><br />
<div style="text-align: right;">
<i style="box-sizing: border-box;"><b>Tomado de Almudi.org</b></i></div>
</div>
<div style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Lato, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;">
Queridos hermanos, me alegra especialmente abrir con vosotros esta Asamblea debido el tema que habéis elegido como hilo conductor de los trabajos −<i style="box-sizing: border-box;">La renovación del clero−</i>, con la voluntad de apoyar la formación a lo largo de las diversas estaciones de la vida.</div>
<div style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Lato, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;">
La Pentecostés recién celebrada pone vuestra meta en su justa luz. Porque el Espíritu Santo es el protagonista de la historia de la Iglesia: es el Espíritu quien vive en plenitud en la persona de Jesús y nos introduce en el misterio del Dios vivo; es el Espíritu quien animó la respuesta generosa de la Virgen Madre y de los Santos; es el Espíritu el que actúa en los creyentes y en los hombres de paz, y suscita la generosa disponibilidad y la alegría evangelizadora de tantos sacerdotes. Sin el Espíritu Santo −lo sabemos− no existe posibilidad de vida buena ni de reforma. Recemos y empeñémonos en proteger su fuerza, para que «el mundo de nuestro tiempo pueda recibir la Buena Nueva […] de ministros del Evangelio, cuya vida irradia fervor» (Pablo VI, Ex. ap. <i style="box-sizing: border-box;">Evangelii nuntiandi</i>, 80).</div>
<div style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Lato, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;">
Esta tarde no quiero ofreceros una reflexión sistemática de la figura del sacerdote. Más bien, intentemos darle la vuelta a la perspectiva y ponernos a la escucha, en contemplación. Acerquémonos, casi de puntillas, a alguno de tantos párrocos que gastan su vida en nuestras comunidades; dejemos que el rostro de uno de ellos pase ante los ojos de nuestro corazón y preguntémonos con sencillez: ¿qué es lo que hace sabrosa su vida? ¿Por quién y por qué se esfuerzan en su servicio? ¿Cuál es la razón última de su entrega?</div>
<div style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Lato, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;">
Espero que estas preguntas puedan asentarse dentro de vosotros en el silencio, en la oración tranquilla, en el diálogo franco y fraterno: las respuestas que afloren os ayudarán a encontrar también las propuestas formativas en las que invertir con valentía.</div>
<div style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Lato, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;">
1. Así pues, <i style="box-sizing: border-box;">¿qué es lo que da sabor a la vita de “nuestro” presbítero?</i> El contexto cultural es muy distinto del que movió sus primeros pasos en el ministerio. También en Italia muchas tradiciones, costumbres y visiones de la vida se han visto afectadas por un profundo cambio de época.</div>
<div style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Lato, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;">
Nosotros, que a menudo nos dedicamos a deplorar este tiempo con tono amargo y acusatorio, debemos advertir también su dureza: en nuestro ministerio, ¡cuántas personas encontramos que están agobiadas por la falta de referencias a las que mirar! ¡Cuántas relaciones heridas! En un mundo donde cada uno se considera la medida de todo, ya no hay sitio para el hermano.</div>
<div style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Lato, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;">
Con ese trasfondo, la vida de nuestro presbítero es elocuente, porque es distinta, alternativa. Como Moisés, es alguien que se acercó al fuego y dejó que las llamas quemasen sus ambiciones de carrera y poder. También quemó la tentación de interpretar a un “beato”, que se refugia en un intimismo religioso que de espiritual tiene bien poco.</div>
<div style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Lato, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;">
Está descalzo, nuestro cura, en una tierra que se obstina en creer y considerar santa. No se escandaliza por las fragilidades que sacuden el ánimo humano: consciente de ser él mismo un paralítico curado, está lejos de la frialdad del rigorista, así como de la superficialidad de quien quiere mostrarse condescendiente a toda costa. Del otro acepta, en cambio, hacerse cargo, sintiéndose partícipe y responsable de su destino.</div>
<div style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Lato, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;">
Con el óleo de la esperanza y del consuelo, se hace próximo a cada uno, atento a compartir el abandono y el sufrimiento. Habiendo aceptado no disponer de sí, no tiene una agenda que defender, sino que entrega cada mañana al Señor su tiempo para dejarse encontrar por la gente y hacerse encuentro. Así, nuestro sacerdote no es un burócrata o un funcionario anónimo de la institución; no está consagrado para un papel de empleado, ni se mueve por criterios de eficiencia.</div>
<div style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Lato, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;">
Sabe que el Amor es todo. No busca seguros terrenos o títulos honoríficos, que llevan a confiar en el hombre; para su ministerio no pide nada que vaya más allá de lo necesario, ni se preocupa de que se le apeguen las personas que le son confiadas. Su estilo de vida sencillo y esencial, siempre disponible, lo presenta creíble a los ojos de la gente y le acerca a los humildes, en una caridad pastoral que hace libres y solidarios. Siervo de la vida, camina con el corazón y al paso de los pobres; se hace rico por su asistencia. Es un hombre de paz y de reconciliación, un signo y un instrumento de la ternura de Dios, atento a difundir el bien con la misma pasión con la que los demás se preocupan de sus intereses.</div>
<div style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Lato, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;">
El secreto de nuestro presbítero −¡vosotros lo sabéis bien!− está en aquel roble ardiente que marca a fuego su existencia, la conquista y la conforma a la de Jesucristo, verdad definitiva de su vida. Es el trato con Él quien le protege, haciéndolo extraño a la mundanidad espiritual que corrompe, así como a todo compromiso y mezquindad. Es la amistad con su Señor quien le lleva a abrazar las realidades diarias con la confianza de quien cree que la imposibilidad del hombre no es tal para Dios.</div>
<div style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Lato, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;">
2. Se hace pues más inmediato afrontar también las otras preguntas de las que hemos partido. <i style="box-sizing: border-box;">¿Por quién se esfuerza el servicio nuestro presbítero?</i> La pregunta, quizá, hay que precisarla. De hecho, mucho antes de interrogarnos por los destinatarios de su servicio, debemos reconocer que el presbítero es tal en la medida en que se siente partícipe de la Iglesia, de una comunidad concreta con la que comparte camino. El pueblo fiel de Dios sigue siendo el seno del que salió, la familia en la que está implicado, la casa a la que es enviado. Esta común pertenencia, que surge del Bautismo, es el respiro que libera de una autoreferencialidad que aísla y aprisiona: «Cuando tu barca comience a echar raíces en la inmovilidad del muelle −recordaba Dom Hélder Câmara− ¡boga mar adentro!». ¡Sal! Y, ante todo, no porque tienes una misión que cumplir, sino porque estructuralmente eres un misionero: en el encuentro con Jesús has experimentado la plenitud de vida y, por eso, deseas de todo corazón que otros se reconozcan en Él y puedan proteger su amistad, nutrirse de su palabra y celebrarlo en la comunidad.</div>
<div style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Lato, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;">
El que vive para el Evangelio, entra así en un compartir virtuoso: el pastor se convierte y confirma por la fe sencilla del pueblo santo de Dios, con el que actúa y en cuyo corazón vive. Esta pertenencia es la sal de la vida del presbítero; hace que su rasgo distintivo sea la comunión, vivida con los laicos de los que saben valorar la participación de cada uno. En este tiempo pobre de amistad social, nuestro primera tarea es la de construir comunidad; la actitud a la relación es, pues, un criterio decisivo de discernimiento vocacional.</div>
<div style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Lato, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;">
Del mismo modo, para un sacerdote es vital reunirse en el cenáculo del presbiterio. Esta experiencia −cuando no se vive de manera ocasional, ni movidos por una colaboración instrumental− libera de narcisismos y de celos clericales; hace crecer la estima, el apoyo y la benevolencia recíproca; favorece una comunión no solo sacramental o jurídica, sino fraterna y concreta. Al caminar juntos como presbíteros, diferentes por edad y sensibilidad, se expande un perfume de profecía que asombra y fascina. La comunión es ciertamente uno de los nombres de la Misericordia.</div>
<div style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Lato, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;">
En vuestra reflexión sobre la renovación del clero entra también el capítulo que se refiere a la gestión de las estructuras y de los bienes: en una visión evangélica, evitad caer en una pastoral de conservación, que obstaculiza la apertura a la perenne novedad del Espíritu. Mantened solo lo que pueda servir para la experiencia de la fe y de la caridad del pueblo de Dios.</div>
<div style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Lato, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;">
3. Finalmente, nos hemos preguntado <i style="box-sizing: border-box;">cuál es la razón última de la entrega de nuestro presbítero</i>. ¡Cuánta tristeza dan los que en la vida están siempre un poco a medias, con el pie levantado! Calculan, sopesan, no arriesgan nada por miedo a perderse… ¡Son los más infelices! Nuestro presbítero, en cambio, con sus limitaciones, es uno que se la juega a fondo: en las condiciones concretas donde la vida y el ministerio le han puesto, se ofrece con gratuidad, con humildad y alegría. Incluso cuando nadie parece darse cuenta. Incluso cuando intuye que, humanamente, quizá nadie le agradecerá bastante su entrega sin medida.</div>
<div style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Lato, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;">
Pero −él lo sabe− no podría hacerlo de otro modo: ama la tierra, que reconoce visitada cada mañana por la presencia de Dios. Es hombre de la Pascua, de la mirada dirigida al Reino, a quien siente que la historia humana camina, a pesar de lo retrasos, las oscuridades y contradicciones. El Reino −la visión que tiene Jesús del hombre− es su alegría, el horizonte que le permite relativizar el resto, calmar preocupaciones y ansiedades, estar libre de las ilusiones y del pesimismo; guardar en el corazón la paz y difundirla con sus gestos, sus palabras, sus actitudes.</div>
<div align="center" style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Lato, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; text-align: center;">
* * *</div>
<div style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Lato, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;">
He aquí delineada, queridos hermanos, la triple pertenencia que nos constituye: pertenencia al Señor, a la Iglesia, al Reino. ¡Este tesoro en vasos de barro hay que conservarlo y promoverlo! Advertid a fondo esta responsabilidad, haceos cargo con paciencia y disponibilidad de tiempo, de manos y de corazón.</div>
<div style="box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Lato, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;">
Rezo con vosotros a la Virgen Santa, para que su intercesión os proteja acogedores y fieles. Que con vuestros presbíteros podáis llevar a término la carrera, el servicio que os ha sido confiado y con el que participáis en el misterio de la Madre Iglesia. Gracias.</div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/12511066662334804999noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5335561842450770650.post-50697827976081249942016-02-05T21:19:00.000+00:002016-02-05T21:19:03.434+00:00LA VIRGEN MARIA Y EL SACERDOTE. Del libro “Amor Eterno” de D. Antonio Pacios<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDYMrlwEXZ8KvvHXF7bPbXJXAmmpmKVqdmc6xa8yf0kQT1Ke3vSNkeB8mhHAEZ56ov0f0RLUzZ4PZH3mhqYEXepSyxbwqKy42BdQO4EYZOJ-yyUujjTpoETIAhkCO3uqJfPliL9WGgF8Y/s1600/Padre+Pio+y+la+virgen.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDYMrlwEXZ8KvvHXF7bPbXJXAmmpmKVqdmc6xa8yf0kQT1Ke3vSNkeB8mhHAEZ56ov0f0RLUzZ4PZH3mhqYEXepSyxbwqKy42BdQO4EYZOJ-yyUujjTpoETIAhkCO3uqJfPliL9WGgF8Y/s320/Padre+Pio+y+la+virgen.jpg" width="256" /></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="color: red; font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="color: red; font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">LA VIRGEN MARIA Y EL SACERDOTE. <o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="color: red; font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Del libro “Amor Eterno” de D. Antonio Pacios<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Esto
nos lleva a esclarecer otro punto, que esperamos nos ilumine algo la relación
de la Virgen María con el sacerdote.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">El
sacerdocio implica fundamentalmente un doble poder: poder de consagrar el
Cuerpo físico de Cristo; poder de santificar el Cuerpo místico de Cristo. El
primero se ejerce por consagración en la Santa Misa; el segundo, de modos
varios, pero principalmente en el sacramento de la confesión o penitencia, que
devuelve la justificación al pecador que la ha perdido, y cuya administración
es <i>exclusiva </i>del sacerdote. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Dos
cosas extrañas cabe observar en la institución del sacerdocio. La primera es
que es escalonada y como sucesiva.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">El
sacerdocio en su función primaria y mas excelente, la de consagrar el Cuerpo
físico de Cristo, dándole a si en cierto modo poder sobre ese mismo Cuerpo, es
instituido en la Ultima Cena, estrechamente vinculado a la misma Eucaristía,
cuando Jesús dice a sus Apóstoles: “Haced esto en memoria (o conmemoración)
mía”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">El
sacerdocio en su segunda función de santificar el cuerpo Místico de Cristo,
mediante la justificación del pecador por la absolución sacramental, es más
bien instituido tras la resurrección de Cristo. Es Cristo, ya resucitado quien
confiere el poder de perdonar pecados a los mismos apóstoles a los que ya en la Ultima Cena
confiriera poder sobre su Cuerpo físico: “Alentó sobre ellos y díjoles: Recibid
el Espíritu Santo: a quienes les perdonareis los pecados les serán perdonado; y
a quienes los retuviereis, les serán retenidos” (Jo. 20,22,23).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">La
segunda es el distinto grado de validez de los poderes así sucesivamente
concedidos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Sabido
es que la validez del poder consecratorio es absoluta: una vez que el sacerdote
haya sido ordenado, su consagración es valida para siempre, aunque rompa con la
Iglesia: la validez no depende así de su unión con la Iglesia, <i>no depende de la Iglesia</i> (y por o tanto
no deriva de ella), sino de que haya sido de verdad ordenado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">La
validez, en cambio, de su absolución depende ciertamente de su ordenación sacerdotal;
pero no solo de ella, sino también de su unión con la Iglesia, e incluso de la
delegación expresa o implícita de la Iglesia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Y
es que por la absolución sacramental ejerce un poder judicial de su ordenación
sacerdotal; pero no solo de ella, sino también de su unión con la Iglesia, e
incluso de la delegación expresa o implícita de la Iglesia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Y
es que por la absolución sacramental ejerce un poder judicial sobre los hijos
de la Iglesia, en quienes por lo mismo no puede potestativamente actuar sin la
anuencia de esta. Es la Iglesia la única que, en definitiva, tiene poder y
autoridad sobre sus hijos, y así nadie puede ejercer en ellos poder o autoridad
sino en cuanto de ella los reciba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Otros
actos sacerdotales sobre esos hijos de la Iglesia tendrán validez si no
implican ejercicio de poder o dominio sobre ellos, sino simple favor o
beneficio—cual sucede, vgr con la extremaunción administrada a los fieles, o
incluso con la misma ordenación sacerdotal: ambas dan algo sobrenatural al
ungido u ordenado; pero en ninguno de los dos casos se da sumisión o
subordinación alguna al ungido u ordenado al ordenante o al que ha ungido—<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">En
una palabra; el poder sobre los hijos de la Iglesia- Cuerpo Místico de
Cristo-que por la absolución ejerce el sacerdote, lo recibe de la Iglesia, y de
ella actualmente depende la validez de su ejercicio. Mas el poder que por la
consagración ejerce el sacerdote sobre el cuerpo físico de Cristo, no lo recibe
de la Iglesia, y así tampoco de ella depende la validez de su ejercicio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Esto
parece claramente indicar que si bien se da a la Iglesia directamente el poder
en exclusiva sobre el Cuerpo Místico de Cristo-“lo que en la tierra atares será
atado en el reino de los cielos” (Mt.16,19)-, no se le da de la misma manera el
poder sobre el Cuerpo físico de Cristo, del cual es mas bien receptora mediata
y beneficiario no exclusiva- recibiéndolo de manos de María, su Madre-, a la
vez que en cierto modo transmisora por la ordenación- cuando es dentro de ella
que se ordena,- pero sin modificar en nada en esa transmisión las
características de ese poder y de su ejercicio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">De
ahí la división y separación de los dos poderes en la institución del
sacerdocio, y que el poder sobre el Cuerpo físico de Cristo se diera antes de
que la Iglesia misma naciera del costado abierto de Cristo, mientras el poder
de perdonar pecados se les otorga ya nacida la Iglesia, para que aparezca que
solo en la Iglesia y con la Iglesia pueden ejercerlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnyycNW-7KT6csX6i3oxJNgdww4CwGpSpQaEwKpi9XeQtwyfPOFQC7PjCkWxtWbKxYMdM1448vNSyZxIIiz2krr09ilzphB5Wo9Jm-cLH0ukTlV5s9D9zNKrOC5dybvNSs7QyFWvyPtkU/s1600/vierge-marie-mere-pretres-189x300.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnyycNW-7KT6csX6i3oxJNgdww4CwGpSpQaEwKpi9XeQtwyfPOFQC7PjCkWxtWbKxYMdM1448vNSyZxIIiz2krr09ilzphB5Wo9Jm-cLH0ukTlV5s9D9zNKrOC5dybvNSs7QyFWvyPtkU/s1600/vierge-marie-mere-pretres-189x300.jpg" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">UNIÓN ESPECIALÍSIMA DEL SACERDOTE, EN SU FUNCIÓN EUCARÍSTICA, CON LA VIRGEN <o:p></o:p>MARÍA</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Esto
nos indica la unión especialísima que el sacerdote, en su función eucarística,
tiene con la Virgen MarÍa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">La
Eucaristía, según vimos, se entrega a la Virgen MarÍa para alimento de sus
hijos. Ella, en todo de acuerdo con su Hijo, se elige en los apóstoles las
causas instrumentales de su acción. Y como los dones de Dios y su vocación son
sin arrepentimiento (Rom. 11,29; Dios no se arrepiente de sus dones ni de su vocación),
así los de MarÍa en todo unida y asimilada a su Divino Hijo. Por ese el poder
dado a los apóstoles- así como a los sacerdotes suyos, llamados por dios (Hebr.
5,4)- es de validez y eficacia irretractables, sin que en nada dependa en cada
uno de ellos de las disposiciones de la iglesia- a la que, en cuanto
constituida por hombres viadores, afecta el arrepentimiento y la mudanza-.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">La
Iglesia, visible entre nosotros como hija de María, será la que después
normalmente designe las personas que han de servir a María de instrumentos para
la acción eucarística, y les transmite el poder sacrificial; pero no entra en
sus atribuciones el limitar o circunscribir ese poder, por lo que a su eficacia
mira, ya que de él no es autora, sino simple transmisora.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Y
ni siquiera transmisora necesaria o exclusiva, ya que es bien sabido que la
ordenación sacerdotal es valida aunque la haga un obispo que <i>ya </i>no pertenece a la Iglesia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Diríamos
que el sacerdote, una vez constituido en su orden, por lo que mira a su poder
consecratorio del Cuerpo de Cristo, dice ya solo relación directa con la
Virgen, y de Ella solo directamente depende: de Ella, que nunca se arrepiente
de haberlo escogido sacerdote, nunca se volverá atrás de su elección, nunca le
retirara el poder concedido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Dada
la presencia eucarística de María, de que hablamos mas arriba, es evidente que el
sacerdote, en su función eucarística, y por pecador y aun maligno que sea,
nunca se encuentra solo, sino acompañado de la Virgen María, que prodiga todas
sus atenciones de amor al Jesús que el sacerdote consagra, y que le hace grato
venir a las manos del sacerdote, incluso pecador y del todo indigno, porque con
ello también viene a las manos de María.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">En
realidad es la Virgen María, a quien directamente se ha entregado el Cuerpo de
Cristo, la que lo pone en manos del sacerdote que consagra- como otrora en
Belén lo pusiera en manos de los pastores y de los reyes-, la que por manos de
ellos lo distribuye como alimento entre
sus hijos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Síguese
de esto la estrechísima unión que ha de tener el sacerdote con María en su
culto y amor al Jesús Eucaristía, al Jesús que cada día consagra y hace venir
sobre el altar del sacrificio, al Jesús que por sus manos distribuye María,
usando de él como de hermano mayor que la ayude y sirva en su atender a los mas
pequeñuelos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">En
esa intimidad, María desea verlo asociado en todo a Ella, como vio y tuvo
asociado a San José en el culto y veneración y servicio del Verbo encarnado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Ella
quiere comunicar al sacerdote, y hacerle participar con Ella, todo su amor,
toda su santidad, toda su ternura para con Jesús, que con tanto amor y
absolutez pone en sus manos. Ella da todo lo suyo al sacerdote para que, si
quiere, como propio a Jesús lo ofrezca- todo lo de la Madre es de los hijos-.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Ella
quiere que el sacerdote de tal modo se le entregue y le sea dócil que pueda
Ella amar a su Jesús en, con, y desde el corazón de su sacerdote. Que si este,
al ser canal del amor de María, limita con su pequeñez la cuantía de las aguas
de su amor, no mude la naturaleza de ellas: que aunque sea para Jesús
pequeñita, Jesús halle en esa fuente limpia y fresca, aunque en chorro pequeño,
el agua del amor de María, con sabor solo de María. Que también Jesús y María
hallan su encanto en reposar y deleitarse cabe la fuente pequeña y llena de
verdor y de frescura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Ella
suple y compensa todas las deficiencias, toda la frialdad, incluso toda la
iniquidad del sacerdote. Pero, ¡con cuanta pena por él, al verle separado de
Ella, disociado de Ella, desconocedor del Don divino sabrosísimo que Ella pone
en sus manos!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Ella
inenarrablemente goza –cual madre orgullosa de su hijito-, cuando puede
presentarlo a su Jesús estrechamente unido y asociado a Ella en la adoración y
en el amor, aunque sea con todas las deficiencias inherentes a la debilidad y
fragilidad humanas, que Ella no se cansa de lavar, purificar y compensar con su
amor materno. Los limacos no nos impiden beber con gusto el agua que esta
manado de la fuente; tampoco Jesús tendrá asco de beber el agua de nuestra
fuente si al agua de que ella brota es agua y amor de María, aunque nosotros
pongamos los limacos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Son
así los sacerdotes, como unidos íntimamente a Ella en el trato con Jesús Eucaristía-
cual José lo estuviera en Belén, Egipto y Nazaret-, quienes mas pueden alegrar,
consolar y dar gozo al Corazón de María, si, pese a toda su fragilidad y miseria, a Ella se unen,
para en Ella, con Ella y por Ella amar a Jesús Eucaristía, amándole con el amor
de Ella, ofreciéndole como propio el amor de Ella, pues todo lo de la Madre es
verdaderamente propio de los hijos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Y
su gozo es sobre todo ponderación cuando de tal modo le entregamos nuestro
corazón y se lo damos que Ella pueda, como poseedora de él, amar a su Jesus en
nuestro corazón, ser ella misma el amor de nuestro corazón, el que de nuestro
corazón mane para saciar la sed de amos de su Jesús.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Y
son también los sacerdotes quienes mas la contristan, cuando estando
físicamente tan unidos a Ella y a su Jesús, su corazón se halla lejano, su
pensamiento ausente, sus afectos extraviados, por no asociarse a su Dulce Madre
en el amor, ni servirse en su trato con Jesús en el amor de Ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">¡Si
supiéramos servirnos de María, asociándonos a Ella en nuestro trato con Jesús,
sirviéndonos del amor de Ella como propio! Pues es tal el deseo que la Virgen
Madre tiene, por el honor de su Hijo, de que sus sacerdotes lo traten bien con
Ella y como Ella, que por poco que a Ella recurran la hallaran siempre su
aliada para asociarlos a su santidad y a su amor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">A
esa santidad esta Ella siempre llamando al sacerdote, que quiso asociarse al
amor a su Jesús.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Por
eso nunca es tarde para que el sacerdote alcance la santidad o conversión total
a que la Virgen le invita. Por muchos años que un sacerdote lleve de pecados,
frialdad y sacrilegios, en el momento que el quiera, aunque sea el ultimo día
de su vida, hallara siempre a la Virgen, no solo dispuesta, sino ansiosa de
revestirlo de la santidad de Ella, para gloria y gozo del Corazón de su Hijo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Ojala
comprendiera el sacerdote que para él <i>nunca
es tarde</i>; que en cualquier momento que él lo quiera, la encontrara para
abrazarlo, como Madre de misericordia, que supla y compense todas las
deficiencias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Madre
de misericordia inagotable es María para todos sus hijos. Para sus hijos
sacerdotes es “la Madre de <i>todas</i> las
misericordias” y como tal la hallaran siempre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Y
cuando decimos <i>de todas</i>, es porque su
efusión sobre el sacerdote que a Ella recurre será tal que ni vestigio o
consecuencia alguna quedara en él, ni este mundo ni en la eternidad, de todas
sus anteriores miserias, frialdades o pecados. No se vera eternamente en él mas
que el amor de la Virgen amando a Dios en y por su pequeñito corazón humano;
mas que la santidad de la Virgen que como sol viste de luz todo su ser.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Si
cuando no amaba todavía, ha puesto en sus manos la Santidad infinita que es su
Hijo, mucho mas la pondrá en su alma no más
ame.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjK52qeclq9r89KEJKn6BBaaovmKESRGTOf00VR2dKr-ZUlVoJPHMAux0GpR3mCBlLvKUxEP2yuMk-Dy4ss2smSr8Hso94oB1dG8M1C5yLDRAIuzATQIceIpIFbDmkYPvTCthzDyWV03ts/s1600/Edito-198.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjK52qeclq9r89KEJKn6BBaaovmKESRGTOf00VR2dKr-ZUlVoJPHMAux0GpR3mCBlLvKUxEP2yuMk-Dy4ss2smSr8Hso94oB1dG8M1C5yLDRAIuzATQIceIpIFbDmkYPvTCthzDyWV03ts/s320/Edito-198.jpg" width="252" /></a></div>
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">MISERICORDIA
TOTAL E INIMAGINABLE COMPRENSIÓN DE LOS CORAZONES DE JESÚS Y DE MARÍA CON RELACIÓN A SUS SACERDOTES.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Esto
nos lleva como de la mano a tratar de un ultimo aspecto de la institución de la
Eucaristía y del sacerdocio, que nos muestra hasta que extremo llega la
totalidad de la misericordia del Corazón de Jesús y del de su Madre -hechos en
todo uno- para con sus sacerdotes, y la comprensión inimaginable que tiene de
sus flaquezas, y aun apostasías, para olvidarlas totalmente todas cuando a
Ellos se vuelven y convierten.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Cuando
Jesús da por primera vez la comunión a sus apóstoles, y les hace sacerdotes
eucarísticos, dándoles dominio y poder sobre su Cuerpo, ordenándoles hagan en
lo sucesivo lo mismo que El ha hecho, en la primera consagración eucarística,
Jesús sabe –y así incluso lo anuncia- que la misma noche le abandonaran todos,
que incluso el jefe de ellos le va tres veces a negar, apostatando. Y como lo
sabe Jesús, lo sabe también la Virgen María, en todo a El asociada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">¿Por
qué no espero Jesús tres días más a instituir la Eucaristía, cuando ya
resucitado le seguirían ya felices sus apóstoles, hasta recibir la confirmación
en gracia con la venida del Espíritu Santo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Porque
tanto El como María querían poner de manifiesto el misericordiosísimo y sincero
amor con que aman, y la totalidad con que se entregan a los sacerdotes, y aun a
cuantos comulgan, por pecadores que sean o hayan de ser, para que así nunca
desconfiemos de su amor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Nos
maravilla el amor con que se entrega a sus apóstoles, el amor inefable que les
muestra, tener en toda la conversación de la Ultima Cena con ellos, la
delicadeza con que les consuela. Y todo eso sabiendo y anunciándoles, que esa
misma noche le abandonarían todos, todos le serian infieles. Para que sepan, en
la humillación de su caída, que no por eso el Corazón de Jesús ha cambiado para
ellos, que los sigue amando como siempre, que los compadece en su desgracia, y
que esa compasión tendrá eficacia para sacarlos de ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Por
eso, anunciada su caída, les consuela asegurándoles su conversión –“y tu, una
vez convertido, confirma a tus hermanos” (Lc. 22,23)-, certificándoles que como
Buen Pastor volverá a reunirlos consigo tras haber sido dispersados en el día
de la tormenta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">¿Se
habría dado esta conversión, al menos en todos ellos, sino hubieran todos
experimentado en la Ultima Cena el dulce atractivo del amor fidelísimo y a toda
prueba con que Jesús les amaba, amor que fue como el imán irresistible que de
nuevo a El los atrajo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Y
así quiso Jesús consolar, y hasta enseñar, a su Dulce Madre, para que no la
desanimara la inconstancia de los corazones a los que le entrega como alimento,
de las manos sacerdotales en las que lo pone como victima y compañero de viaje.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">¡Cuantas
veces sabe Ella que el sacerdote en cuyas manos lo pone en la Santa Misa será
tan inconstante y lábil en su amor que es ese mismo día le traicionara y entregara por el pecado grave!.
¡Cuantas veces sabe lo mismo de tantos de sus hijos en cuyo corazón lo siembra
por la comunión!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Mas
aleccionada por la conducta de Jesús, nos lo entrega igualmente con amor de
Madre; amor lleno de ternura, de pena, de compasión hacia nosotros, que llora
ya de antemano nuestra caída para ya de antemano impetrarnos con sus lagrimas
el perdón de su Jesús.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Y
si mil veces se repiten nuestras caídas y traiciones, mil veces vuelve Ella a
darnos su Jesús, con el mismo amor misericordioso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Ella
sabe la eficacia salvadora y transformadora de ese manjar divino que nos da;
que aunque no asegure la impecabilidad de aquellos hijos suyos que con amor lo
reciben, como no la aseguro en los apóstoles, si asegura siempre su conversión
y resurrección, cual aseguro en ellos. Conversión quizá muchas veces reiterada
–casi infinitas veces reiterada, cual sucede en la mayoría de nosotros-: pero
que Ella sabe que al final acabara siendo total, definitiva, irretractable, con
nuestra entrega total al amor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Ella
sabe la verdad absoluta de la promesa de su Hijo; El que como no morirá jamás,
tendrá vida eterna, vivirá por y de la misma vida de Jesús, como Este vive por y de la misma vida del Padre, y
hasta a su cuerpo lo resucitara como propio en el ultimo día.(Jo.6)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Todo
en futuro. Pero un futuro que la fe de la Virgen fidelísima ya ve y gusta como
presente. Y exulta de gozo contemplando, no la miseria que somos cuando Ella
nos alimenta con su Hijo, sino la hermosura divina de que Ella sabe que su Hijo
nos revestirá.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Hermosura
cuya consumación Ella apresura con su amor y adoración al Hijo en nosotros, con
sus plegarias al Hijo por nosotros, con los cuidados, mimos, la inefable
constancia y paciencia con que vuelve siempre a lavarnos de todas nuestras
manchas y suciedad como la mama hace con su pequeñín.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">¡Si
penetráramos como ella que todo el que con amor, aunque pequeño y lábil, come a
Jesús, tendrá vida eterna! ¡Como nos esforzaríamos en hacer y reiterar lo mejor
y más frecuentemente posible nuestras comuniones, por más que de presente no
percibamos su eficacia!<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Y
que seguros nos sentiríamos siempre del perdón de Jesús, aunque cada media hora
tuviéramos que volver a pedírselo, si le suplicáramos ese perdón para que con
él consuele a nuestra Madre, que sufre al vernos manchados, y exulta de alegría
al contemplarnos limpios y luminosos.<o:p></o:p></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/12511066662334804999noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5335561842450770650.post-8105820054616058342016-01-05T08:00:00.000+00:002016-01-05T08:00:04.634+00:00Oración a la Virgen María por los sacerdotes en el misterio de la Visitación. Beato Manuel González<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGmYM6k-EVjrrD_uM5PKY6Z78huccnCmtoSmYKaKuEWiVcqfYkksdvKre5ZAC881kWc3_GlSciF_pp52EilGjNrAGSlJ7u07gnll0qqCSIysbsOiyIL37A_AdMJ5qYVbQW17n4At8S83U/s1600/gal1big.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGmYM6k-EVjrrD_uM5PKY6Z78huccnCmtoSmYKaKuEWiVcqfYkksdvKre5ZAC881kWc3_GlSciF_pp52EilGjNrAGSlJ7u07gnll0qqCSIysbsOiyIL37A_AdMJ5qYVbQW17n4At8S83U/s320/gal1big.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<b><br /></b></div>
<div style="text-align: center;">
<b>Oración a la Virgen María por los sacerdotes en el misterio de la Visitación. </b></div>
<div style="text-align: center;">
<b>Beato Manuel González</b></div>
<div style="text-align: justify;">
Madre de Jesús, que no haya en tu Iglesia sacerdotes sin celo de Jesús. Multiplica sacerdotes que lleven a Jesús sin malas compañías de los celos propios, que lleven a solo Jesús y a donde él quiera, a las almas de los ricos y de los pobres, de los sabios y de los ignorantes, de los grandes y de los pequeñuelos, de los que halagan y de los que repugnan...¡Qué el único tesoro en que confiemos, la única carga que nos preciemos de llevar los sacerdotes sea sólo Jesús solo. Que todo nuestro ingenio, nuestro poder, nuestro valer, lo que gaste nuestras fuerzas, nuestro tiempo, nuestra salud, se empleen en llevar a Jesús siempre y con la prisa y el gozo que tú lo llevaste y con el gozo que Él se dejo llevar por ti y con el gozo de las almas que sin conocerlo lo esperan, lo llaman, lo necesitan...!</div>
¡Madre Sacerdotal que en la Visitación llevas a tu Jesús con prisa, que la prisa de llevarlo a los que lo necesitan no deje vivir quietos a tus sacerdotes!Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/12511066662334804999noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5335561842450770650.post-30548165555490217432016-01-03T16:28:00.000+00:002016-01-03T16:28:34.932+00:00PRECES PARA PEDIR VOCACIONES. Beato Manuel González, obispo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5WK5Ut4e7u5_8dJPPIa0XwnFyd86nVAYEpC9q_bnshKyLzZhh4L8dMkNoQJ9Gal0PN7WtKPP0KBL4yQzqZgAr9USxnrYNVTp6FM5SBiWGC_9zdfg7mUa8xihyphenhyphenbqSEzty6XSS3fjIAdVE/s1600/cristo-sacerdote.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="217" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5WK5Ut4e7u5_8dJPPIa0XwnFyd86nVAYEpC9q_bnshKyLzZhh4L8dMkNoQJ9Gal0PN7WtKPP0KBL4yQzqZgAr9USxnrYNVTp6FM5SBiWGC_9zdfg7mUa8xihyphenhyphenbqSEzty6XSS3fjIAdVE/s320/cristo-sacerdote.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 10pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 10pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 10pt;">Señor
Jesucristo, Sumo y eterno Sacerdote:</span><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 10pt;">A
vista de tantos Seminarios y Noviciados sin vocaciones, y de tantos pueblos sin
sacerdotes ni apóstoles, movido nuestro corazón de la pena que arrancó del tuyo
aquel angustioso lamento: la mies es mucha y los operarios pocos, obedientes a
tu mandato de pedir por éstos, te suplicamos: </span><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 13.5pt;"> </span><i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 10pt;">(</span></i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 10pt;">Respondemos:<i> Envía operarios a tu mies, Señor)</i></span><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 10pt;">Para
que no falte quien lleve los niños a ti.</span><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 10pt;">Para
que vean los ciegos del alma y oigan los sordos, y resuciten los muertos y se
evangelicen los pobres.</span><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 10pt;">Para
que los oprimidos del diablo sean libertados, y los justos se justifiquen más y
los santos más se santifiquen.</span><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 10pt;">Para
que no deje de haber en cada pueblo quien diga a sus moradores: he ahí
vuestra Madre, mostrando a la tuya.</span><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 10pt;">Para
que todos los que sufren vayan a ti y, descansado sobre tu pecho,
encuentren la paz.</span><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 10pt;">Para
que en todo lugar se ofrezca a tu nombre la limpia oblación de la Hostia pura,
santa e inmaculada.</span><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 10pt;">Para
que diariamente se realice tu gran deseo de que tus discípulos coman tu
Pascua y la casa de tu festín esté siempre llena.</span><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 10pt;">Para
que no quede un solo pueblo sin sagrario y sin sacerdote que lleve sus vecinos
a él.</span><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 10pt;">Para
que tu nombre sea santificado, venga a nosotros tu reino eucarístico y por
todos los hombres en la tierra se cumpla tu voluntad como por los ángeles en el
cielo.</span><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 10pt;">Señor,
que la mies es mucha y los operarios muy pocos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 10pt;">R</span></i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 10pt;">. <i>Envíanos santos sacerdotes y religiosos,
según tu Corazón.</i></span><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 10pt;">María
Inmaculada, Madre y Reina de los consagrados a Dios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 10pt;">R</span></i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 10pt;">. <i>Di a tu Hijo con la misma eficacia que en
las bodas de Caná: Mis hijos de la tierra no tienen sacerdotes ni religiosos.</i></span><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 10pt;">Ángeles de
la guarda de los niños y de sus padres, san José, patrón de la Iglesia
Universal.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 10pt;">R</span></i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 10pt;">. <i>Pedid y trabajad por el fomento de
vocaciones sacerdotales y religiosas.</i></span><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/12511066662334804999noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5335561842450770650.post-2796517714316929682015-12-14T20:49:00.000+00:002015-12-14T20:49:01.517+00:00Oración por las vocaciones. S.S. Francisco<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHTHrGcol3TinImLI4TTV4_sLsIGAo7bOl2ABH2OXPquf9rivkyS7A3kXDB3kYAO0LBEFBkHuQhCgPAH44Q6_iimNx4D4dZLxDQtwK6OU3sQuiOcr8N6WQnFrLzllJjoXtwpiRisAGPPg/s1600/images+%25286%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHTHrGcol3TinImLI4TTV4_sLsIGAo7bOl2ABH2OXPquf9rivkyS7A3kXDB3kYAO0LBEFBkHuQhCgPAH44Q6_iimNx4D4dZLxDQtwK6OU3sQuiOcr8N6WQnFrLzllJjoXtwpiRisAGPPg/s1600/images+%25286%2529.jpg" /></a></div>
<div style="background-color: white; font-family: Tahoma, Verdana, Segoe, sans-serif; font-size: 14.6667px; line-height: 20px;">
<b><br /></b></div>
<div style="background-color: white; font-family: Tahoma, Verdana, Segoe, sans-serif; font-size: 14.6667px; line-height: 20px;">
<b>Padre de misericordia, que has entregado a tu Hijo por nuestra salvación y nos sostienes continuamente con los dones de tu Espíritu, concédenos comunidades cristianas vivas, fervorosas y alegres, que sean fuentes de vida fraterna y que despierten entre los jóvenes el deseo de consagrarse a Ti y a la evangelización. Sostenlas en el empeño de proponer a los jóvenes una adecuada catequesis vocacional y caminos de especial consagración. Dales sabiduría para el necesario discernimiento de las vocaciones de modo que en todo brille la grandeza de tu amor misericordioso. Que María, Madre y educadora de Jesús, interceda por cada una de las comunidades cristianas, para que, hechas fecundas por el Espíritu Santo, sean fuente de auténticas vocaciones al servicio del pueblo santo de Dios.</b></div>
<div style="background-color: white; font-family: Tahoma, Verdana, Segoe, sans-serif; font-size: 14.6667px; line-height: 20px; text-align: right;">
<i>Vaticano, 29 de noviembre de 2015</i></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/12511066662334804999noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5335561842450770650.post-8144915556337707872015-12-04T22:27:00.002+00:002015-12-04T22:27:57.961+00:00CATECISMO TESTIGOS DEL SEÑOR. FÓRMULAS DE FE<iframe class="scribd_iframe_embed" data-aspect-ratio="0.707221350078493" data-auto-height="false" frameborder="0" height="600" id="doc_74412" scrolling="no" src="https://www.scribd.com/embeds/292193038/content?start_page=1&view_mode=scroll&access_key=key-wHSccTlJozyLjCbuqFTq&show_recommendations=false" width="100%"></iframe>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/12511066662334804999noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5335561842450770650.post-47863526168762331082015-11-25T10:19:00.000+00:002015-11-25T10:19:04.297+00:00REFLEXIÓN DEL SACERDOTE ANTE JESÚS MAESTRO. Beato Santiago Alberione<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioMord_d4xcnuOIT8zpOlMBgVmiQU_Zim64czTXfDDDuj-A2OdvU9890CAe_UVTIrpzi7R9CmAiU4EJAke6NQVfL8UMs7AC6r230RFFqDDTNZE4erRq3m5sNz3LuP8K1_tAU3skPKgHOM/s1600/Alberione+misa--fl.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioMord_d4xcnuOIT8zpOlMBgVmiQU_Zim64czTXfDDDuj-A2OdvU9890CAe_UVTIrpzi7R9CmAiU4EJAke6NQVfL8UMs7AC6r230RFFqDDTNZE4erRq3m5sNz3LuP8K1_tAU3skPKgHOM/s320/Alberione+misa--fl.jpg" width="301" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<b><br /></b></div>
<div style="text-align: center;">
<b>REFLEXIÓN DEL SACERDOTE ANTE JESÚS MAESTRO. </b></div>
<div style="text-align: center;">
<b>Beato Santiago Alberione</b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tu misericordia es infinita: nunca podré entenderla del todo. Más quiero adorarla que escrutarla. ¿Cómo así has elegido para ser sacerdote, hombre de Dios, a un ser tan mezquino, tan gran pecador, de quien preveías que te habría traicionado en tus expectativas?... ¡Todo fue sólo misericordia tuya! ¡Soy un milagro de Dios! Infinitas misericordias tuyas me han llevado al sacerdocio: «Por favor de Dios soy lo que soy» [1Cor 15,10].3 La ordenación transformó a los Doce; la ordenación me hizo un ser nuevo, Dios en la tierra. Me he ensimismado con Cristo: sus intereses son los míos; sus intenciones las mías; hablo con sus palabras; mi doctrina es la suya; mi vida es la de Cristo; yo realizo las obras de Cristo; o mejor, es Cristo quien las realiza por mí: «Pedro bautiza, es Cristo quien bautiza ... Judas bautiza, es Cristo quien bautiza». Estoy obligado a Dios: debo vivir según Jesucristo. Debo ocuparme sólo de lo que concierne a su honor: «¿No sabíais que yo tengo que estar en lo que es de mi Padre?» [Lc 2,49]. Perdóname tanta indignidad, el despilfarro de gracias y de tiempo. </div>
<div>
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/12511066662334804999noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5335561842450770650.post-73277843680771576252015-11-03T08:49:00.001+00:002015-11-03T08:49:22.403+00:00Oración por los sacerdotes. Oración del Beato Manuel Lozano Garrido (Lolo)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmINvCXAmgYyypNdK5sc3r_FLwt34v_plYByAkMl4q_atuLXjbbMaDuywaiw8xy8fxXqe1RPedl5Ii7y-D6xvW4OpiNzPWlioL_1OGnYKN3rfT-1ElGur_pA7L5-GgZb_8c1uDvCOU4KM/s1600/Lolo_42.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="229" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmINvCXAmgYyypNdK5sc3r_FLwt34v_plYByAkMl4q_atuLXjbbMaDuywaiw8xy8fxXqe1RPedl5Ii7y-D6xvW4OpiNzPWlioL_1OGnYKN3rfT-1ElGur_pA7L5-GgZb_8c1uDvCOU4KM/s320/Lolo_42.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<b><br /></b></div>
<div style="text-align: center;">
<b>Oración por los sacerdotes. </b></div>
<div style="text-align: center;">
<b>Oración del Beato Manuel Lozano Garrido (Lolo)</b></div>
<br />
<br />
A.- Por él, Señor, que es un hombre «pinzado», despojado, por tu llamamiento de servicio, como yo lo fuera por tu requerimiento de dolor.<br />
<br />
B.- Señor: yo, que ya nunca podré ser tentado de fuga en la soledad, porque la tengo hecha piedra en la vida, pero que sé del poderío de su sorbo, te vengo a pedir que robustezcas el temple de esos grandes y generosos solitarios, que no abren el picaporte de una puerta para huir, buscando la barra del bar, la taquilla del cine o el asiento del autocar de turismo, cuando la orfandad se les monta como un gorila y las paredes del pecho les crujen como los muelles por el hambre de caricias humanas, porque, más que la suya, les duele tu infinita soledad de Padre y, para aliviarla, trituran su corazón, como una espiga que, sembrada, ha de germinar en el surco cordial de los hombres.<br />
<br />
A.- Jesús, a solas en el desierto, la montaña, el amor de los hombres, Getsemaní, la Cruz y el Sepulcro: hoy, en tu inmensa soledad, quiero comulgar con la mía en esa hostia de las vidas que se molieron en la piedra de su renuncia por Ti.<br />
<br />
B.- Cuando a la tarde oscura el sufrimiento irremediable me haga sentir ciudadano de un universo de angustia, que la agonía esté aquí toda y ellos, en cambio, sientan un alivio, que sea como el del enfermo que vuelve a respirar sin fatiga.<br />
<br />
A.- Cuando, recordando un camino, mis pies, que nunca se mueven, sientan como si temblara el pájaro de la nostalgia, que dos golondrinas levanten el vuelo en fe desde los suyos.<br />
<br />
B.- Cuando la tarde pase su negra e insípida factura de monotonía y la ilusión únicamente parezca ser un capullo que puede malograrse, quédate con todos los centelleos, para que el gozo de la vocación les explote a ellos, luminosamente, en el pecho, como una estrella nueva.<br />
<br />
A.- Cuando, Señor, la melancolía de no verte me despierte en la madrugada y me haga gritar de hambre de Ti, que tu ausencia me deje el desgarrón que el sol le hace al amanecer, pero que la noche, en cambio, siga siendo mía porque toda la luz se ha hecho en el alma de los que se te han consagrado.<br />
<br />
B.- Que el postre que a veces necesito, se haga fruta de consolación sobre el humilde mantel de su alma.<br />
<br />
A.- Que cuando añore una risa, sorba una lágrima, me urja compañía, rebusque un consuelo o necesite un diálogo, la risa vuele, se quede la lágrima, no venga el amigo, se ancle la tristeza, y el silencio se agigante, porque, lejos, la alegría, la paz, la solidaridad, el gozo y la palabra están en la vida de los hombres que por Ti se entierran en el olvido de las aldeas.<br />
<br />
TODOS: Señor: por ellos y por su fruto, en tu soledad, el gozo de nuestras soledades.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/12511066662334804999noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5335561842450770650.post-84423914336081885582015-10-08T15:13:00.000+01:002015-10-08T15:13:08.431+01:00 CRISTO,SACERDOTE Y VÍCTIMA. SERMÓN DEL CARDENAL BEATO JOHN HENRRY NEWMAN<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEheA3cfLGriMvm3b3ypUZukR2ZN35de9CNHUaq8W5Qgxk6VUQhcumJlzHszJn427W4GYbkYUnCfF7yENPkpK26q9umwamg7hVmSFhCzSTfAHjTZXP2LKPvem5AAWnBbw9LLkWtfvQzQd1s/s1600/cardinal_custom-7b77f77fe5e946c25d095b8e2d888c4b178f1e1b-s6-c301.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEheA3cfLGriMvm3b3ypUZukR2ZN35de9CNHUaq8W5Qgxk6VUQhcumJlzHszJn427W4GYbkYUnCfF7yENPkpK26q9umwamg7hVmSFhCzSTfAHjTZXP2LKPvem5AAWnBbw9LLkWtfvQzQd1s/s320/cardinal_custom-7b77f77fe5e946c25d095b8e2d888c4b178f1e1b-s6-c301.jpg" width="228" /></a></div>
<div style="text-align: right;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i>Hallándose en la condición de hombre se humilló a sí mismo,</i></div>
<div style="text-align: right;">
<i>haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de Cruz.</i></div>
<div style="text-align: right;">
<i>Fil. II:8</i></div>
<div style="text-align: justify;">
Aquel que se humilló de tal modo―haciéndose hombre primero, luego muriendo, y eso sobre la vergonzosa y agonizante cruz―fue el mismo que desde toda la eternidad, “siendo su naturaleza la de Dios” era “igual a Dios”, tal como lo declara el Apóstol en el versículo precedente. “En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios; Él era en el principio, junto a Dios” (Jn. I:1,2); así habla San Juan, un segundo testigo de la misma gran y tremenda verdad. Y él también añade, “Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros” (I:14). Y sobre el final de su evangelio, como sabemos, nos suministra una relación de la muerte de Nuestro Señor sobre la cruz.</div>
<div style="text-align: justify;">
Nos aproximamos a ese día, el más sagrado de todos, cuando conmemoramos la pasión y muerte de Cristo. Tratemos de fijar nuestras mentes sobre este pensamiento tan grande. Intentemos también, lo que es tan difícil, dejar de lado otros pensamientos, despejar nuestras mentes de cosas transitorias, temporales y mundanas, y ocupémonos exclusivamente de contemplar al Sacerdote Eterno y su sacrificio único y perenne―ese sacrificio que, aunque completado de una vez y para siempre en el Calvario, sin embargo permanece siempre y que con su poder y gracia podamos tenerlo siempre presente, puesto que en todo tiempo debe ser conmemorado con gratitud y reverente temor, bien que ahora más especialmente, cuando llega el tiempo del año en que sucedió. Contemplemos a Aquel que fue levantado para atraernos hacia Sí; y que merced a que fuimos atraídos hacia Él, resultemos atraídos los unos hacia los otros, de tal modo que podamos comprender y sentir que nos ha redimido a cada uno de nosotros y a todos, y recordemos que a menos que nos amemos, en verdad no podemos amar a Quién dio su vida por nosotros.</div>
<div style="text-align: justify;">
Por tanto, con la esperanza de sugerir algunos pensamientos graves para la semana que empieza con este día, haré algunas observaciones que sugiere el texto acerca de aquel acontecimiento tan terrible y a la vez tan gozoso, como lo es la pasión y muerte de Nuestro Señor.</div>
<div style="text-align: justify;">
Y en primer lugar, no debería hacer falta decirlo, aunque a lo mejor sí lo es de tan obvio que resulta (pues a veces se dan por sobreentendidas ciertas nociones que así nunca llegan a ser conocidas por quiénes las ignoran), como digo, en primer lugar, siempre deberá recordarse que la muerte de Cristo no constituyó un mero martirio. Mártir es uno que muere por la Iglesia, que es muerto por predicar y sostener la verdad. En verdad, Cristo fue muerto por predicar el Evangelio; y con todo no fue un mero mártir, sino mucho más que eso. Si hubiese sido un hombre solamente, bien podríamos llamarlo mártir, pero no era un hombre solamente, de modo que no es un mero mártir El hombre muere como un mártir, pero el Hijo de Dios muere como sacrificio reparador.</div>
<div style="text-align: justify;">
Aquí entonces, como ven, se nos introduce inmediatamente en un tema harto misterioso, por mucho que nos toca de muy cerca. Había una virtud en su muerte que no podría haber en ninguna otra, pues Él era Dios. Por cierto que nosotros no podríamos haber anticipado lo que se seguiría de un acontecimiento tan magno como este, de Dios encarnándose y muriendo en la cruz; pero que algo extraordinario y de gran valor se seguiría de semejante cosa, bien podríamos haberlo adivinado aunque nada se nos dijera sobre el particular. No se habría humillado de tal modo para nada; no podría haberse humillado así (discúlpenme la expresión) sin consecuencias importantísimas. No estaría mal que reflexionáramos un poco sobre lo que se significa con la doctrina del Hijo de Dios muriendo en la cruz por nosotros. No diré que alguna vez terminaremos de agotar el misterio que hay en esto, pero sí podemos entender en qué consiste el misterio; y en esta materia mucha gente se muestra deficiente. No tienen idea acerca de la verdad en este asunto; si la tuvieran, se mostrarían más serios de lo que son. Que se comprenda, entonces, que el Hijo de Dios Todopoderoso, que había estado en el seno del Padre desde toda la eternidad, se hizo hombre; se hizo hombre tanto como que siempre fue Dios. Era Dios de Dios, como dice el Credo; esto es, en tanto Hijo del Padre, contaba con todas aquellas infinitas perfecciones que tenía el Padre. Era de una sustancia con el Padre, y era Dios, porque el Padre era Dios. Era verdaderamente Dios, pero se convirtió en verdadero hombre. Se convirtió en hombre y sin embargo sin cesar de ser, en todos los respectos, lo que había sido antes. Se agregó a Sí mismo una nueva naturaleza, y con todo no tan íntimamente que fuera como si de hecho dejara de ser lo que había sido antes, cosa que no hizo. “El Verbo se hizo carne”: incluso esto parecería misterio y maravilla bastantes, pero ni siquiera eso es todo; no sólo fue “hecho hombre” sino que, tal como continúa diciendo el Credo, también “fue crucificado por nosotros en tiempos de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado”.</div>
<div style="text-align: justify;">
Ahora bien, aquí, digo, hay un nuevo misterio en la historia de su humillación, y si pensamos en eso veremos que contamos con una nueva y solemne iluminación al leer los capítulos que tocan esta semana. He dicho que después de su Encarnación la naturaleza del hombre era tan verdaderamente de Cristo como lo eran sus atributos divinos; San Pedro incluso llega a hablar de Dios “comprándonos con su propia sangre” (I Pet. I:18,19) y San Pablo de que “crucificaron al Señor de la Gloria” (I Cor. II:8), expresiones que, más que otras, muestran cómo absoluta y sencillamente Él se puso sobre Sí la naturaleza del hombre. Así como el alma actúa a través del cuerpo como su instrumento―de un modo más perfecto, pero con igual grado de intimidad, el Verbo Eterno de Dios actuó a través de la humanidad que había adquirido. Cuando hablaba era literalmente Dios hablando; cuando sufrió, era Dios sufriendo. No que la misma Naturaleza Divina pudiera sufrir, así como nuestra alma no puede ver ni oír; pero, así como el alma ve y oye a través de los órganos del cuerpo, así Dios Hijo sufrió en aquella naturaleza humana que había adquirido para Sí y hecha propia. Y en aquella naturaleza en verdad sufrió Él; tan verdaderamente como decimos que creó los mundos mediante su poder Todopoderoso, así también, mediante su naturaleza humana, Él sufrió; pues cuando vino sobre la tierra, su humanidad se convirtió tan verdadera y personalmente en cosa suya, como que su poder Todopoderoso había durado por los siglos de los siglos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Considerad esto vosotros todos los de corazón superficial, y considerad si con todo esto sois capaces de leer los últimos capítulos de los cuatro evangelios sin temor y temblor.</div>
<div style="text-align: justify;">
Por ejemplo, “Uno de los satélites, que se encontraba junto a Jesús, le dio una bofetada, diciendo «¿Así le respondes Tú al Sumo Sacerdote?»” (Jn. XVIII:22). Habrá que decirlo, aunque casi no me animo: aquel satélite del templo levantó su mano contra Dios Hijo. No es una manera de hablar figurativamente, no es un forma retórica de expresarlo, ni tampoco una manera extremista, excesivamente dura e imprudente de efectuar una afirmación; se trata de una verdad sencilla y que debe tomarse al pie de la letra: es una gran doctrina católica.</div>
<div style="text-align: justify;">
En otro lugar, “Entonces le escupieron en la cara, y lo golpearon, y otros lo abofetearon” (Mt. XXVI:67). “Y lo hombres que lo tenían a Jesús se burlaban de Él y lo golpeaban. Y habiéndole velado la faz, le preguntaban diciendo: «¡Adivina! ¿Quién es el que te golpeó?» Y proferían contra Él muchas otras palabras injuriosas.” (Lc. XXII:63-65).</div>
<div style="text-align: justify;">
“Y Herodes lo despreció, lo mismo que sus soldados; burlándose de Él, púsole un vestido resplandeciente y lo envió de nuevo a Pilato” (Lc. XXIII:11).</div>
<div style="text-align: justify;">
“Entonces, pues, Pilato tomó a Jesús y lo hizo azotar. Luego los soldados trenzaron una corona de espinas, que le pusieron sobre la cabeza, y lo vistieron con un manto de púrpura. Y acercándose a Él, decían: «¡Salve, rey de los judíos!» y le daban bofetadas.” (Jn. XIX:1-3). “Doblando la rodilla delante de Él, lo escarnecían, diciendo: «¡Salve rey de los judíos!»; y escupiendo sobre Él tomaban la caña y lo golpeaban en la cabeza. Después de haberse burlado de Él, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos, y se lo llevaron para crucificarlo” (Mt. XXVII:29-31).</div>
<div style="text-align: justify;">
Por último: “Cuando hubieron llegado al lugar llamado del Cráneo, donde lo crucificaron” (Lc. XXIII:33)―entre dos malhechores, y ni siquiera entonces dejaron de insultarlo y de burlarse de Él; sino que todos ellos, el sumo sacerdote y el pueblo, lo miraban y le instaban a que baje de la cruz.</div>
<div style="text-align: justify;">
Ahora bien, os ruego que consideréis que aquel Rostro, tan brutalmente golpeado, era la Faz de Dios mismo; la cabeza ensangrentada con las espinas, el sagrado cuerpo expuesto a la mirada de todos, lacerado por los azotes, las manos clavadas a la cruz, y luego, el costado traspasado con una lanza. ¿Y bien? Lo que contemplaba aquella enloquecida multitud no era sino la Sangre, y el Sagrado Cuerpo, y las Manos, y la Cabeza, y el Costado, y los Pies de Dios Mismo. Este es un pensamiento tan temible, que cuando la mente de un hombre consigue pensarlo por primera vez, por cierto que entonces se le hace harto difícil pensar en otra cosa. Y por tanto, mientras tratamos de concebir todo aquello hemos de rogarle a Dios que nos de fuerzas y temple bastantes para pensar rectamente en eso, no sea que resulte demasiado para nosotros.</div>
<div style="text-align: justify;">
Teniendo pues presente que el mismísimo Dios Todopoderoso, Dios Hijo, era el Sufriente, entenderemos mejor que antes la descripción que de Él hacen los evangelista; veremos el sentido de su porte en general, su silencio, las palabras que usó cuando habló, y la mezcla de temor y respeto que dominaba a Pilatos.</div>
<div style="text-align: justify;">
“Entonces, el sumo sacerdote se levantó y le dijo: «¿Nada respondes? ¿Qué es lo que éstos atestiguan contra Ti?» Pero Jesús callaba.” (Mt. XXVI:62).</div>
<div style="text-align: justify;">
“Mientras los sumos sacerdotes y los ancianos lo acusaban nada respondió. Entonces, Pilato le dijo: «¿No oyes todo esto que ellos alegan contra Ti?» Pero Él no respondió ni una palabra sobre nada, de suerte que el gobernador estaba muy sorprendido.” (Mt. XXVII:12, 14).</div>
<div style="text-align: justify;">
“Los judíos le respondieron: «Nosotros tenemos una Ley, y según esta Ley, debe morir, porque se ha hecho Hijo de Dios». Ante estas palabras, aumentó el temor de Pilato. Volvió a entrar al pretorio, y preguntó a Jesús: «¿De dónde eres Tú?». Jesús no le dio respuesta.” (Jn. XIX:7-9).</div>
<div style="text-align: justify;">
“Herodes, al ver a Jesús, se alegró mucho, porque hacía largo tiempo que deseaba verlo por lo que oía decir de Él, y esperaba hacer algún milagro. Lo interrogó con derroche de palabras, pero Él no le respondió nada.” (Lc. XXIII:8-9).</div>
<div style="text-align: justify;">
Por último, sus palabras a las mujeres que lo seguían: “Hijas de Jerusalén, no lloréis por Mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos, porque vienen días, en que se dirá: ¡Felices las estériles y las entrañas que no engendraron y los pechos que no amamantaron! Entonces se pondrán a decir a las montañas: Caed sobre nosotros, y a las colinas: ocultadnos.” (Lc. XXIII:28-30).</div>
<div style="text-align: justify;">
Después de estos pasajes, considerad las palabras del discípulo amado al anticipar su Venida cuando el fin del mundo: “Ved, viene con las nubes, y le verán todos los ojos, y aun los que le traspasaron; y harán luto por Él todas las tribus de la tierra. Sí, así sea.” (Apoc. I:7).</div>
<div style="text-align: justify;">
Así es, así será. Un día todos, por las buenas o por las malas, contemplaremos aquella Santa Faz que hombres inicuos golpearon y desfiguraron; veremos aquellas Manos que habían sido clavadas a un cruz; aquel Costado que fue traspasado. Veremos todo esto; y será la visión de un Dios Viviente.</div>
<div style="text-align: justify;">
Siendo entonces éste el gran misterio de la Cruz y Pasión de Cristo, podríamos suponer con razón, como he dicho, que alguna gran cosa se le seguiría por consecuencia. Los padecimientos y muerte del Verbo Encarnado no podían pasar y desaparecer como un sueño; no podía ser un caso de martirio solamente, o un mero despliegue o figura de otra cosa: estas cosas necesariamente tienen que incluir su propia virtud. De esto podemos estar seguros, aunque nunca nadie nos hubiese dicho cosa alguna acerca del resultado. Pero ocurre que ese resultado ha sido revelado también. Es éste: nuestra reconciliación con Dios, la expiación de nuestros pecados y nuestra nueva creación en santidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
Todos andábamos necesitados de una reconciliación, pues por naturaleza somos parias. Desde el tiempo en que cayó Adán, todos sus hijos han estado bajo una maldición. “En Adán todos mueren”, como dice San Pablo (I Cor. XV:22). De tal modo que todos y cada uno de nosotros nace al mundo en un estado de muerte; tal es nuestra vida natural desde el primer hálito; somos hijos de la ira; concebidos en pecado, formados en iniquidad. Estamos bajo la tiranía de un innato elemento de maldad que desbarata y ahoga cualquier principio de verdad o de bien que pudiésemos abrigar ni bien tratamos de actuar de conformidad con ellos. Este es aquel “cuerpo de muerte” que San Pablo describe como propio del hombre natural, gimiendo y quejándose, “desdichado de mí, ¿quién me librará?” (Rom. VIII:24). Ahora, en lo que a nosotros se refiere, mis hermanos, sabemos (loado sea Dios) que todos, desde nuestra infancia, hemos sido liberados de este miserable estado de paganos mediante el santo bautismo, que es el medio que Dios designó para nuestra regeneración. Y con todo, no por eso deja de ser nuestro estado natural; es el estado en el que estamos todos cuando nacemos; es el estado en el que todos los pequeños se encuentran cuando se los acerca a la pila bautismal. Por querido que es para quienes lo acercan allí y por inocente que parezca, sin embargo, hasta que no esté bautizado, en su corazón reside un espíritu inicuo, un espíritu de iniquidad que yace escondido, visto por Dios, invisible a los ojos del hombre (como la serpiente entre los árboles del Edén), un espíritu inicuo que desde el principio es odioso para Dios y que a la larga será eternamente destruido. Ese espíritu inicuo sólo es expulsado mediante el santo bautismo: sin este privilegio, su nacimiento no podría sino significar miseria para él. Pero ¿de dónde esta virtud del bautismo? De este gran acontecimiento que pronto hemos de conmemorar; la muerte del Hijo de Dios Encarnado.</div>
<div style="text-align: justify;">
Casi todas las religiones cuentan con abluciones exteriores: presienten la necesidad de lavarse que tienen todos los hombres, bien que no pueden suministrar un lavado eficaz. Incluso el sistema judío, aunque divino, nada podía hacer en esta materia; sus abluciones no eran sino carnales; la sangre de los toros y de los machos cabríos no era sino terrenal y de ningún provecho. Hasta el bautismo de Juan, el precursor de Nuestro Señor, carecía de poder propiciatorio interior. Cristo no había sido crucificado aún.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pero cuando llegó aquella hora largamente esperada, cuando el Hijo de Dios solemnemente se colocó aparte como Víctima en presencia de sus doce apóstoles, y fue al jardín, y delante de tres de ellos padeció su agonía y sudor de sangre, y luego fue traicionado, golpeado, escupido, azotado y clavado en una cruz, hasta que murió, recién entonces, cuando con un último hálito, dijo “Todo está cumplido” (Jn. XIX:30), entonces la virtud del Altísimo se abrió paso a través de sus heridas y su sangre para el perdón y regeneración del hombre; y de aquí deriva el bautismo su poder. Esta es la razón por la que “se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz” (Fil. II:8). En otro lugar el Apóstol nos dice que “Cristo nos redimió de la maldición de la Ley, haciéndose por nosotros maldición” (Gál. III:13). Y también dice que Cristo “hizo la paz mediante la sangre de su cruz” y que ahora nos ha “reconciliado en el cuerpo de la carne de Aquel por medio de la muerte, para que os presente santos e inmaculados e irreprensibles delante de Él” (Col. I:20,22). O, como lo dice San Juan, los santos “lavaron sus vestidos, y los blanquearon en la sangre del Cordero” (Apoc. VII:14). Y nadie habla más explícitamente sobre este gran misterio que el profeta Isaías, muchos cientos de años antes de que ocurriera. “Él, en verdad, ha tomado sobre sí nuestras dolencias, ha cargado con nuestros dolores, y nosotros le reputamos como castigado como herido por Dios y humillado. Fue traspasado por nuestros pecados, quebrantado por nuestras culpas; el castigo, causa de nuestra paz, cayó sobre él, y a través de sus llagas hemos sido curados. Éramos todos como ovejas errantes, seguimos cada cual nuestro propio camino; y Yahvé cargó sobre él la iniquidad de todos nosotros.” (Is. LIII:4-6).</div>
<div style="text-align: justify;">
Por tanto, creemos que cuando Cristo sufrió en la cruz, nuestra naturaleza sufrió con Él. La naturaleza humana, caída y corrupta, se hallaba bajo la ira de Dios, y resultaba imposible que fuera restaurada y colocada bajo su favor hasta que expiara su pecado mediante el sufrimiento. Por qué resultaba esto necesario, no lo sabemos; pero se nos dice expresamente que todos somos “hijos de ira” (Ef. II:3), que “por obras de la Ley no será justificada delante de Él carne alguna” (Rom. III:20), que “los malvados bajarán a los infiernos y todos los gentiles que se han olvidado de Dios” (Ps. X:17). Entonces el Hijo de Dios asumió la naturaleza humana para que en Él hiciera y sufriese lo que por sí misma no podía hacer. Lo que no podía hacer por sí misma, podía hacerlo en Él. Cristo cargó con ella durante una vida de privaciones. La cargó durante toda su vida hasta la agonía y la muerte. En Él nuestra naturaleza pecadora murió para renacer luego. Cuando murió en Él sobre la cruz, aquella muerte resultó en su nueva creación. En Él satisfizo la vieja y pesada deuda; pues la presencia de su divinidad le dio mérito trascendente. Su Mano había elegido cuidadosamente el espécimen predilecto de nuestra naturaleza tomada de la sustancia de la Virgen; y habiendo separado de ella toda mancha, morando en ella personalmente la santificó y le dio poder. Y así, cuando resultó ofrecida sobre una cruz, hecha perfecta mediante el sufrimiento, se convirtió en el fruto primogénito de un hombre nuevo; se convirtió en una levadura divina de santidad para el nuevo nacimiento y la vida espiritual para cuantos se avinieran a recibirla. Y así, como dice el Apóstol, “Él, único, sufrió la muerte por todos y así en Él todos murieron” (II Cor. V:14), “nuestro hombre viejo fue crucificado con Él para que el cuerpo del pecado sea destruído” (Rom. VI:6); y “juntos” a Cristo: “Cuando estábamos aún muertos en los pecados, nos vivificó juntamente con Cristo […] y juntamente con Él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos en Cristo Jesús” (Ef. II:5-6). Así “somos miembros de su cuerpo” (Ef. V:30), de su carne y de sus huesos: porque “el que de Mí come la carne y de Mí bebe la sangre, tiene vida eterna y Yo le resucitaré en el último día. Porque la carne mía verdaderamente es comida y la sangre mía verdaderamente bebida. El que de Mí come la carne y de Mí bebe la sangre, en Mí permanece, y Yo en él” (Jn. VI:54-56).</div>
<div style="text-align: justify;">
Cuán enteramente diferentemente se entiende la vida a la luz de estas doctrinas comparado con los puntos de vista del mundo. Pensad sólo en esto: cómo se afana la gran masa de los hombres tras asuntos del tiempo, cómo lo urge la solicitación mundana, queriendo enriquecerse, solícitos por la grandeza nacional, especulando con promesas de ventajas con puestos públicas o privados; y habiendo pensado en esto, volved a contemplar la cruz de Cristo y decid entonces, cándidamente, si acaso el mundo, y todo lo que está en mundo, no es tan infiel ahora como lo fue cuando vino Cristo. ¿No os parece que hay grandes razones para temer que esta nación, a pesar de haber sido bautizada en la Cruz de Cristo, se encuentra en un estado tan pecaminoso que fuera a venir entre nosotros Cristo como lo hizo entre los judíos, con excepción de un pequeño resto, lo rechazaríamos tal como ellos lo hicieron? ¿No podemos dar por descontado que los hombres de hoy en día, si hubiesen estado vivos cuando Él vino en carne, habrían descreído de Él y denostado las santas y misteriosas doctrinas que nos trajo? ¡Helás! ¿Acaso hay la menor duda de que habrían cumplido con las palabras de San Juan, que “las tinieblas no lo recibieron”? (I:5). Sus corazones están fijados en esquemas de este mundo: no habría existido la menor simpatía entre ellos y la pacífica y celestial mente del Señor Jesucristo. Habrían dicho que su Evangelio era raro, extravagante, increíble. La única razón por la que no lo dicen ahora, es que les resulta familiar, y en realidad no reflexionan sobre aquello que profesan creer. ¡Qué! (habrían dicho) ¿el Hijo de Dios asumiendo carne humana? ¡Imposible! ¿El Hijo de Dios separado de Dios y sin embargo uno solo con Él? ¿Cómo podría ser semejante cosa? ¿El mismísimo Dios padeciendo en cruz, el Todopoderoso y Eterno Dios en forma de siervo, con carne humana y sangre, herido, insultado, muriéndose? ¿Y todo esto como expiación por el pecado de los hombres? ¿Por qué? (se preguntarían), ¿por qué sería necesaria una expiación? ¿Por qué el Padre todo compasivo no podía perdonar sin que haga falta tal cosa? ¿Por qué el pecado se reputa como una cosa tan mala? No vemos necesidad ninguna para remedio tan maravilloso; nos negamos a admitir una doctrina semejante, tan enteramente desemejante a todo lo que tiene para decirnos la faz del mundo acerca de nosotros mismos. Estas ocurrencias no admiten paralelo; pertenecen a un orden de cosas nuevo y enteramente distinto; y mientras nuestro corazón no simpatiza con ellas, nuestra razón las rechaza absolutamente. Y en lo que se refiere a los milagros de Cristo, si no los hubiesen presenciado, no habrían creído en los informes; y si en cambio sí los hubiesen presenciado habrían estado dispuestos a explicarlos como engañosos malabares, cuando no, como lo hicieron los judíos, directamente arte de Belcebú.</div>
<div style="text-align: justify;">
Siempre y en todo tiempo las santas verdades del Evangelio se les aparecerá así a los que viven para este mundo, bien porque aman sus placeres, sus comodidades, sus premios, o sus combates; sus ojos están cubiertos de grasa, no pueden ver a Cristo espiritualmente. Cuando lo ven, no ven en Él belleza alguna que pudieran desear. Y así se vuelven infieles. En palabras de Nuestro Señor: Ningún servidor puede servir a dos amos, porque odiará al uno y amará al otro, o se adherirá al uno y despreciará al otro; no podéis servir a Dios y a Mammón”. Cuando dijo esto los fariseos se burlaron de Él. Y Él replicó: “Vosotros sois los que os hacéis pasar por justos a los ojos de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones. Porque lo que entre los hombres es altamente estimado, a los ojos de Dios es abominable.” (Lc. XVI: 13-15).</div>
<div style="text-align: justify;">
¡Quiera Dios concedernos no resultar incluidos entre quienes “se hacen pasar por justos a los ojos de los hombres” y que “se burlan” del que predica la severa doctrina de la Cruz! Si tenemos dudas y recelos respecto de las corrupciones y defectos de esta religión tan popular en los días que corren, ¡quiera Dios concedernos la gracia de desear rectamente conocer la voluntad de Dios! ¡Que Dios nos conceda la gracia de no falsificar nuestras conciencias para intentar reconciliar mediante un artificio u otro el servicio del mundo, y el de Dios! ¡Que Dios nos conceda que no querramos pervertir o diluir su santa Palabra, poniéndole encima las falsas interpretaciones de los hombres, razonando para zafar de sus exigencias para reducir la religión a un asunto pueril, en lugar de pensar en lo que es, una cuestión misteriosa y sobrenatural, tan enteramente diferente de cualquier cosa que haya sobre la superficie del mundo, como lo es el día respecto de la noche, y el cielo respecto de la tierra!</div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/12511066662334804999noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5335561842450770650.post-1547926058366973632015-09-05T09:35:00.001+01:002015-09-05T09:35:43.064+01:00EL SACERDOCIO. Entrevista a la Beata Madre Teresa de Calcuta<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_FH2VZL_nMPPh2d-pR4PLwpAYD-DK6Pgdec7ANUv8w1PJYu7rrP1JyqtH8peSW6zDBg3UpqPIBRCujBfnM63M8nD3kvuoyIeR7G16UgQZdJpNkI7qNUgw5iwsMDwaATfzwREyoTx52xo/s1600/papa-e-madre-teresa2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_FH2VZL_nMPPh2d-pR4PLwpAYD-DK6Pgdec7ANUv8w1PJYu7rrP1JyqtH8peSW6zDBg3UpqPIBRCujBfnM63M8nD3kvuoyIeR7G16UgQZdJpNkI7qNUgw5iwsMDwaATfzwREyoTx52xo/s320/papa-e-madre-teresa2.jpg" width="243" /></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 0.75pt;">
<span style="color: red; font-family: "Trebuchet MS","sans-serif"; font-size: 19.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-font-kerning: 18.0pt;">La Madre Teresa habla sobra el sacerdocio<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 0.75pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 0.75pt;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span style="color: #333333;">¿QUÉ RELACION TIENE EL SACERDOTE EN SU VIDA DIARIA, EN
SU MINISTERIO,</span></b><span style="color: #333333;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 0.75pt;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span style="color: #333333;">CON LAS TRES PERSONAS DIVINAS?</span></b><span style="color: #333333;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 0.75pt;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Madre
Teresa: Leemos en la Escritura que, tanto amó Dios al mundo que envió su
Palabra. Y la Palabra se hizo carne, y viene y habita entre nosotros y con
nosotros. Por esto, el sacerdote hoy es enviado a su vez, para ser -hoy- ese
amor vivo, ese amor de Dios al mundo. Así, el sacerdote es la prueba, el signo,
el amanecer del amor de Dios al mundo, la llama ardiente, la esperanza de la
felicidad eterna. Para que el sacerdote pueda estar completamente a disposición
del Padre, tiene que ser completamente UNO con el Hijo, de modo que dentro de
sí pueda ser emitido el Espíritu Santo: en su vida, en sus actitudes, en sus
obras. Porque hoy Dios ama al mundo a través de cada sacerdote, y éste ocupa el
lugar de Cristo, él es otro Cristo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 0.75pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 0.75pt;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span style="color: #333333;">¿QUE ES LA EUCARISTIA PARA EL SACERDOTE?</span></b><span style="color: #333333;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 0.75pt;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">MT:
Cristo se hizo Pan de Vida para satisfacer nuestra hambre de su Amor, y se hace
el hambriento para que nosotros podamos satisfacer su hambre de nuestro amor.
Por eso, ¡qué limpio debe ser el corazón del sacerdote para ser capaz de
celebrar la Eucaristía (puesto que de la abundancia del corazón habla la boca),
para ser capaz de pronunciar esas palabras: "esto es mi Cuerpo", y
convertir el pan en Cristo Vivo! ¡Qué limpias deben ser las manos del
sacerdote, para que sean las mismísimas Manos de Cristo!, y para que por la
Sangre preciosa de Cristo puedan decir : "tus pecados te son
perdonados". El pecador llega ante el sacerdote cubierto de pecado, y por
esta acción sacerdotal se va del confesionario un pecador sin pecado. ¡Cuán completamente
ha de ser UNO con Jesús, para permitirle a Jesús usarle en su lugar, en su
nombre, para decir sus palabras, hacer sus acciones, quitar los pecados y
convertir el pan corriente en el Pan Vivo, su propio Cuerpo y Sangre. Solo en
el silencio de su Corazón es capaz de decir esas palabras: "yo te
absuelvo" y "esto es mi Cuerpo".<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 0.75pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 0.75pt;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span style="color: #333333;">¿QUÉ ES LA ORACION PARA EL SACERDOTE?</span></b><span style="color: #333333;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 0.75pt;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">MT:
¡la fidelidad a la oración! Para ser capaz de orar, el sacerdote debe saber lo
que es el silencio, porque es en el silencio del corazón donde habla Dios. La
oración es también una escucha. Es muy importante para el sacerdote aprender a
orar; esa era una de las cosas que Jesús intentó enseñar a sus discípulos. La
oración del sacerdote es permitir que Jesús ore en él y a través de él. Par
tanto, él debe ser tan transparente, debe estar tan completamente a su
disposición, que Cristo verdaderamente pueda vivir su ser UNO con el Padre en
él, usándole para proclamar la gloria de su Padre. La oración es el fruto de la
vida del sacerdote, y por esto un sacerdote que no rece no puede continuar, no
puede permanecer cerca de Cristo. Jamás podrá ser colaborador de Cristo. El
fruto de la oración es siempre un crecimiento en la fe, y a menos que el
sacerdote tenga esa fe profunda, la oración siempre será muy difícil para él.
El fruto de la fe siempre es el amor, y si el sacerdote no ama ¿coma enseñará a
los demás a amar? Y el fruto del amor es siempre servir. Servir coma dice
Jesús: "Yo estoy entre vosotros como el que sirve". Y el sacerdote es
el que está entre los suyos como su siervo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 0.75pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 0.75pt;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span style="color: #333333;">¿QUE RELACION HAY ENTRE EL CRISTO DE LA EUCARISTIA QUE
DICE "ESTO ES MI CUERPO", Y EL CRISTO-EN-LOS-POBRES CUANDO DICE:
"A MÍ ME LO HACEIS"?</span></b><span style="color: #333333;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 0.75pt;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">MT:
Cuando San Pablo iba Camino de Damasco persiguiendo a los cristianos, fue
derribado y oyó una voz que decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
Pablo pregunto: "¿quien eres tú, Señor?" Recibió una respuesta muy
clara: "Yo Soy Jesús a quien tú persigues". No mencionó a los
cristianos de Damasco. Y lo mismo cuando dice: "Lo que hagáis al más
pequeño mis hermanos, a mí me lo hacéis; si en mi nombre recibís a un niño, a
mí me recibís". Y Él ha convertido esto en condición. A la hora de nuestra
muerte seremos juzgados por lo que hayamos sido, y por lo que les hayamos
hecho. Él se hace el hambriento, el desnudo, el desalojado, el enfermo, el
marginado, el rechazado. Cuando dice: "tuve hambre y me diste de
comer". No solo hambre de pan, sino hambre de amor; yo estuve desnudo, no
sólo de ropa, sino de esa dignidad humana de todo hijo de Dios; yo estuve
abandonado... no sólo de una casa hecha de ladrillos, sino que estuve
abandonado, rechazado, olvidado, y tomado por un deshecho de la sociedad, y a
Mí me lo hicisteis. Esa es la presencia de Jesús en la Eucaristía, Pan de Vida,
para satisfacer nuestra hambre de Dios, porque todos hemos sido creados para
amar y ser amados, y sin embargo esto no fue suficiente para Él, y por ello Él
se hizo el hambriento, se hizo el desnudo, el desalojado, para que así nosotros
por nuestro amor podamos satisfacer su hambre de nuestro amor. Está muy claro
lo que Jesús quería decir, porque ¿cómo no vamos a poder amar a Dios si todos
hemos sido creados para amar? Todos queremos amar a Dios, pero ¿cómo? ¿Dónde
está Dios? Dios está en todas partes, y así nos da la oportunidad de hacer a
los demás lo que nos gustaría hacerle a Él. Expresando nuestro amor a Él en una
acción de vida y por ello toda vocación sacerdotal no es sólo hacer esto o lo
otro. El sacerdote ha sido creado para pertenecer totalmente a Dios: cuerpo,
alma, mente, corazón, cada fibra de su cuerpo, cada fibra de su alma a Dios,
porque le ha llamado por su nombre. El sacerdote es muy querido por Dios. El
sacerdote es muy tiernamente amado por Dios, por Jesús, que le ha elegido para
ser su otro yo. Por lo tanto, la tarea que se le encomienda al sacerdote es
solamente transparentar en su vida la ternura del amor de Dios. Y por eso todo
lo que él hace es sagrado. Así, todo lo que él hace no solo debe conducirle a
Dios, sino que también habrá de llevar almas a Dios. Por esto dijo Jesús:
"que vean vuestras buenas obras para que den Gloria a vuestro Padre".<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 0.75pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 0.75pt;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span style="color: #333333;">¿QUÉ ES LA POBREZA, LA CASTIDAD Y LA OBEDIENCIA PARA
EL SACERDOTE?</span></b><span style="color: #333333;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 0.75pt;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">MT:
Amar a Cristo con corazón indiviso por la castidad. La castidad no es sólo no
casarse, no tener familia. La castidad es ese corazón indiviso, con nadie, con
nada. Para esto necesitamos la libertad de la pobreza, todos hemos de ser
capaces de experimentar la alegría de esa pobreza. No teniendo nada, no
teniendo a nadie, podemos amar a Cristo con corazón indiviso; y si realmente
comprendemos que pertenecemos a Jesús, que nos ha llamado por nuestro nombre,
entonces la obediencia es la consecuencia lógica. Significa rendirse de tal
forma, entregarse tanto que Él pueda hacer con nosotros lo que quiera, cuando
quiera, como quiera. Puede cortarnos a pedacitos y cada pedazo será solamente
Suyo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 0.75pt;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Le
pertenecemos tan completamente que puede usarnos sin consultarnos. Para amar a
Cristo con corazón indiviso en castidad, necesitamos esa total ofrenda sumisa
de nosotros mismos. Y nuestro servir, con todo el corazón, cualquier tarea que
se nos haya encomendado por obediencia, es fruto de la castidad, fruto de ese
amor indiviso a Cristo; por esto, para el sacerdote, que ha hecho de sí mismo
esa oblación total a Dios, que es completamente libre, libre para Cristo con
amor indiviso por la castidad, la labor que desarrolla es el signo total de su
amor a Cristo puesto en obra. Así, estas cuatro cosas juntas constituyen esa
castidad, ese pertenecer (castidad), esa libertad (pobreza), ese rendirse
(obediencia), y ese servir (servir a los más pobres con todo el corazón solo
por amor a Dios); capaz de decir: "esto es mi Cuerpo, esta es mi Sangre.
...tus pecados te son perdonados", puesto que la Sangre preciosa de Cristo
está en sus manos. Es capaz de dar el Pan y el Vino a todos los que tienen
hambre de ello. ¡Que casta debe ser su castidad, que pura debe ser su pureza,
que virgen debe ser su virginidad para ser capaz de amar a Cristo con amor
indiviso, por la libertad de la pobreza, en total entrega por la obediencia y
en servicio a todos de corazón, sólo por amor a Dios!<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 0.75pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 0.75pt;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span style="color: #333333;">¿QUÉ ES LA SANTIDAD? ¿CÓMO HA DE SER SANTO EL
SACERDOTE?</span></b><span style="color: #333333;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 0.75pt;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">MT:
La santidad es simplemente un deber para todos. Todos hemos sido creados para
lo más grande, para amar y ser amados. La santidad no es un lujo de unos pocos
sino simplemente un deber de todos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><span style="color: #333333;">"Sed santos como el Padre es
santo..." sólo compara esa santidad consigo mismo. Y la santidad no debe
ser algo especial para un sacerdote sino por el contrario un deber, al estar
tan íntimamente unido a Jesús. Es un sencillo deber. ¡Qué santas deben ser sus
palabras, qué santo su trato, si es que ha de ser ese sacrificio vivo sobre el
altar! Esa santidad viva será la que permita a Cristo vivir su vida en él. La
santidad para el sacerdote es ser completamente UNO con Cristo, de forma que
pueda vivir su vida en él, orar en él, obrar con él, ser uno con el Padre en
él: esa es su santidad. Y para ello es hermoso ver que la única comparación, el
único que le supera en santidad es Jesús mismo. Ha de ser tan completamente uno
con Él, que Cristo realmente pueda venir a él para vivir totalmente en su vida
y así el Padre pueda amar hoy al mundo en él.</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 0.75pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 0.75pt;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span style="color: #333333;">¿QUIÉN ES NUESTRA SEÑORA PARA EL SACERDOTE?</span></b><span style="color: #333333;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 0.75pt;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">MT:
Nuestra Señora es la Madre. Ella fue, Ella es, y Ella siempre será la Madre de
Jesús. Como dijo Jesús: ¿quién es mi madre? Mi madre es la persona que hace Mi
voluntad, que hace todo lo que le agrada al Padre; y nadie puede agradar al
Padre más que el sacerdote. Por eso, Ella es la que está más cerca del
sacerdote. Nadie pudo haber sido mejor sacerdote que Nuestra Señora, porque
Ella es la que desde que tuvo a su Hijo en brazos pudo decir: "esto es mi
cuerpo", ya que Jesús era de su mismo cuerpo. Y sin embargo, permaneció
siempre como la esclava del Señor, para que vosotros y yo podamos siempre
volvernos hacia Ella como Madre nuestra. Ella es de nuestro linaje, por eso
siempre podemos recurrir a Ella, volver nuestra mirada hacia Ella. Esta fue la
razón por la que Ella se quedó más tiempo en la tierra, para establecer la
Iglesia, para fortalecer el sacerdocio de los Apóstoles, para ser una Madre
para ellos, hasta que la Iglesia naciente fuera formada. Estaba allí, pues así
como ayudó a crecer a Jesús también ayudó a la Iglesia a crecer al principio.
Para esto nos la dejaron en la tierra mas años, tras la marcha de Jesús, al
cielo, para que ayudara a formar la Iglesia. Ella fue la que forma la Iglesia.
Ella, de igual modo, es la que forma a cada sacerdote, y por tanto nadie puede
reclamar más a Nuestra Señora, como algo suyo, que el sacerdote, y me imagino
que Ella debe tener un amor muy tierno y debe otorgar una protección especial
para cada sacerdote. Basta que se vuelva hacia Ella. Pero para poder ser un verdadero
sacerdote según el Corazón de Jesús, necesitamos mucha oración y penitencia. El
sacerdote necesita unir su propio sacrificio al sacrificio de Cristo. Ello si
realmente quiere ser totalmente UNO con Cristo Jesús en el altar. Por eso su
vida de sacrificio y penitencia debe ser muy radical, pues como dice San Pablo
"completo en mí, lo que falta a la Pasión de Cristo".<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 0.75pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 0.75pt;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span style="color: #333333;">¿CÓMO HA DE SER LA VIDA DEL SACERDOTE QUE ASPIRA A SER
CONTEMPLATIVO EN TODO SU MINISTERIO, EN SU QUEHACER DE CADA DIA?</span></b><span style="color: #333333;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 0.75pt;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">MT:
Yo haría la siguiente reflexión: Si verdaderamente creo que todas mis acciones
son mi amor a Cristo en acción...; Si creo que dando de comer a alguien o
consolando a un desolado, o ayudando a alguien terriblemente resentido y
herido, esa persona es Cristo bajo el desgarrador disfraz de los más pobres de
los pobres...; Si ayudo a esa persona, si lleno su vida de paz, si le consuelo
y le ayudo a perdonar sus pecados, apartando de él su angustia...; En ese
identificar al que sufre con Cristo y amarle en él, esta es la verdadera vida
del sacerdote. Fidelidad a las cosas pequeñas con mucho amor..., sin fijarnos
tanto en cuánto hacemos. La fidelidad a la primera oración de la mañana, su
modo de ofrecerse unido a todas las misas que se ofrecen: "te ofrezco mi
corazón, hazlo manso y humilde como el Tuyo", esa primera oración por la
mañana y a lo largo de todo el día. Haga lo que haga, mis pensamientos,
palabras y obras, que sean verdadera acción sacerdotal: "que sean parte de
Tus obras, trabaja a través de mí, piensa con mis pensamientos, mira con mis
ojos, trabaja con mis manos". Si verdaderamente permito que Jesús obre a
través de mí, usándome sin consultarme, entonces soy verdaderamente
contemplativo. Seré contemplativo las 24 horas del día en el corazón del mundo.
Por eso digo siempre que nosotros los Misioneros / as de la Caridad, que
siempre estamos atareados con los hambrientos, los desnudos, los enfermos, los
desalojados, haciendo ese sencillo trabajo, con esa profunda convicción de que
se lo estoy haciendo a Jesús, si aprendo a hacer de mi trabajo oración, si lo
hago con Jesús, si lo hago por Jesús, si se lo hago a Jesús, entonces estoy mi
trabajo es oración, soy entonces realmente un contemplativo las 24 horas.
Porque ¿qué es un contemplativo? Es la persona que ha dejado hacerse tan
completamente UNO con Jesús, que vive las 24 horas con Él. No sólo en
sentimiento sino en la realidad profunda y viva de su presencia. El sacerdote
debe aprender a hacer de su trabajo oración. Nadie podría aprenderlo mejor que
el sacerdote; si lo hace todo con Jesús, si lo hace todo por Jesús.. si se lo
hace todo a Jesús; Entonces está con Él las 24 horas. Por eso nuestra vocación
de Misioneros / as de la Caridad es tan maravillosa. No somos asistentes
sociales, aunque demos asistencia social. Somos verdaderos contemplativos en lo
hondo de nuestro ser. Por esto necesitamos un corazón muy puro, necesitamos
manos muy limpias para tocarle, un corazón muy puro para amarle, una voz muy
limpia para hablarle, una mente muy limpia para pensar sus pensamientos y si
hacemos todo esto con Él, por Él, en Él y a Él, entonces estamos realmente las
24 horas en Su presencia, amándole, tocándole, sirviéndole y estando todo el
tiempo con Él. Como dijo uno de nuestros ministros de bienestar social en
Delhi: "Vosotros y nosotros estamos desarrollando una labor social, pero
hay una gran diferencia: nosotros lo hacemos por algo, vosotros se los hacéis a
Alguien". Hay gran diferencia en hacerlo por algo (sueldo, gloria, fama,
etc.) y vosotros, que se lo hacéis a Alguien. Y ese Alguien es Jesús".<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 0.75pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 0.75pt;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span style="color: #333333;">¿QUIÉN ES JESUS?</span></b><span style="color: #333333;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 0.75pt;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">MT:
Jesús es el Camino, el Hijo de Dios, Jesús es Dios de Dios, es el camino al
Padre, es la Verdad para ser dicha, la Luz para ser encendida, la Alegría para
ser compartida, el Amor para ser amado, la Paz para ser comunicada. Él es todo
Amor, el Unigénito del Padre, es el Pan de Vida para ser comido, la Sangre para
ser derramada en remisión de los pecados, Jesús es Todo en todos, es el Hijo de
María, es el que fue crucificado por amor a nosotros. Para que pudiéramos vivir
murió, y sigue viviendo para que podamos amar. Es el Pan de Vida que comemos
para darnos así la Vida, para que vivamos su vida en toda su plenitud. Siendo
Dios de Dios, es eterno, es el que vive, es todo Amor, es el Dios verdadero. Es
el Sacerdote Eterno. Y los sacerdotes que Él ha escogido para ser suyos también
deben ser con El UNO con el Padre. Para que nada les pueda separar del Amor de
Cristo. Nada ni nadie.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 0.75pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center; text-indent: 0.75pt;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><span style="color: #333333;">¿QUE LE DIRÍA USTED A LOS SEMINARISTAS QUE SE ACERCAN
A LA ORDENACIÓN?</span></b><span style="color: #333333;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 0.75pt;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">MT:
Poned vuestra mano en la mano de María y pedidle que os guíe a Jesús; Cuando
Jesús entró en su vida, Ella se fue presurosa a llevar a Jesús a los demás. Así
vosotros también, id como Ella, presurosos para darle a los demás. Pero
recordad que no podéis dar lo que no tenéis, y para ser capaces de dar
necesitáis vivir esa unidad (ser totalmente uno) con Cristo, y Él está ahí en
el Sagrario. Marcaos claramente como meta ponerle a Él en el centro de vuestra
vida, nada más levantaros, durante el día, haced del trabajo oración, hacedlo
con Él, por Él y a Él. Permaneced siempre junto a María, pedidle que os dé su
corazón tan precioso, tan puro, tan inmaculado, su corazón tan lleno de Amor y
humildad, para que seáis capaces de recibir a Jesús, de dar a Jesús a los demás
en el Pan de Vida. Amad a Jesús como Ella le amó, y servidle bajo la
desgarradora apariencia, el terrible disfraz de los más pobres de los pobres.
Para ser capaces de hacer esto ¡qué limpias deben estar vuestras manos, para
darle a Jesús a los demás! ¡Qué limpios vuestros labios y vuestro corazón para
convertir el pan en Pan Vivo, en Jesús! ¡Qué puro habrá de ser vuestro corazón
para purificar otros corazones lavándolos con la preciosa Sangre de Jesús. Mi
oración por vosotros es que crezcáis -alcancéis- esa semejanza con Cristo por
la transparencia y pureza de vuestra vida y la humildad de corazón. Rezad
también por nosotras para que crezcamos en santidad, de modo que la gente
cuando nos vea, sólo vea a Jesús en nosotras.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 0.75pt;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Dios
os bendiga.</span><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/12511066662334804999noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5335561842450770650.post-25549607217542784012015-06-22T10:12:00.000+01:002015-06-22T10:12:57.388+01:00LAS VIRTUDES DEL SACERDOTE. San Jose Cafasso<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0EIa9fv6hye9-HAe1zSGDZy65reBCYmyDkXdZcDMUm-IwXK3F7bgcjrFz0U4sReoa1sSkIcaZm09e71quLwLtpmET8dM7vSB7YFH911oXakK9Lr7LSGvX3iScBnEUbe66742DaheatDU/s1600/Cafasso.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0EIa9fv6hye9-HAe1zSGDZy65reBCYmyDkXdZcDMUm-IwXK3F7bgcjrFz0U4sReoa1sSkIcaZm09e71quLwLtpmET8dM7vSB7YFH911oXakK9Lr7LSGvX3iScBnEUbe66742DaheatDU/s320/Cafasso.jpg" width="240" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Espíritu de paciencia, pobreza, humildad, amor al retiro, al
trabajo, a la práctica de la religión: he aquí la virtud necesaria y la cualidad
indispensable para el sacerdote. Pero
otro espíritu, otra virtud, otra obra se requiere para un verdadero ministro de
Dios, el cual como luz del mundo y sal de la tierra está destinado a iluminar,
a santificar las almas. Hombre de oración debe ser el sacerdote si quiere
asemejarse al Divino Redentor, si desea hacer el bien en el campo evangélico.
No debe buscar otro maestro: los buenos operarios que se hicieron eminentes en
esta ciencia, fueron todos alumnos de esta escuela, todo imitaron en esto al
Divino Maestro. El hombre apostólico tiene sus tiempos fijos de oración.
Renunciando a esta escuela no seremos copia de este modelo, sino solo hombres
materiales, porque sin alma y sin espíritu, apóstoles de nombre, bronce que
resuena y nada más. Además de esto, debemos tener nuestro corazón dirigido
hacia Dios durante el curso del día, antes de comenzar cualquier obra, en el
ejercicio de nuestro ministerio y después de haber terminado. Nuestro corazón esté abierto a Dios, tenga
siempre una vía abierta para mantener una continua relación con él. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
+++</div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/12511066662334804999noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5335561842450770650.post-54762927139997131682015-06-01T22:22:00.000+01:002015-06-01T22:22:27.741+01:00REZAR POR LAS VOCACIONES. San Anibal María de Francia<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjW6HPJOMSiOJoSBBnsIqt5D4CaZRMyk_ttO54fzC5muc7DuB55JQ2WCRFfnB9fRQNw8MocJxwhhNrIK7aV8xOrFC7_g04GDuUkEVeOFaHQr-Db5xPTodtIpZVMrm1wO-gT7YTUupvlBks/s1600/gs+%25282%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjW6HPJOMSiOJoSBBnsIqt5D4CaZRMyk_ttO54fzC5muc7DuB55JQ2WCRFfnB9fRQNw8MocJxwhhNrIK7aV8xOrFC7_g04GDuUkEVeOFaHQr-Db5xPTodtIpZVMrm1wO-gT7YTUupvlBks/s320/gs+%25282%2529.jpg" width="207" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
Obra de las obras es rogar por las vocaciones sagradas. Insistimos diciendo que el único remedio es la oración; no usarlo quiere decir desconocerlo; quiere decir no tener buenas vocaciones. Se hacen oraciones por la lluvia, por las buenas temporadas, y por cientos de argumentos humanos y se descuida de rogar a Dios para que envíe a los buenos trabajadores a su mística mies. Las vocaciones, como la gracia eficaz, han de venir de lo alto, y, si no se ruega, si no se cumple con el mandato de Jesucristo, las vocaciones no vienen de lo alto, y los copiosos efectos de muchas fatigas y de tanta cultura no se consiguen. ¿Cómo nos atreveríamos a quejarnos que hoy la Iglesia sufre por la penuria de los trabajadores evangélicos y Jesús no lo hacen conocer ni amar, cuando nosotros desatendemos de obedecer a este mandamiento de su Corazón? Si se desean a los buenos ministros del altar, a santas vocaciones de trabajadores escogidos de la mies, es indispensable la oración, es indispensable obedecer a aquella divina palabra. Es necesario rogar al Dueño de la mies porque, si envía a los trabajadores de su mies y si ellos recogen una mies abundante, la utilidad no es la suya, sino que es nuestra, o sea, de los hombres, de quien tenemos que solicitar y promover, con la oración a Dios, la salvación. Faltan los trabajadores. Y, ¿cuál remedio a tanta deficiencia? Nuestro Señor lo ha indicado grande, universal: “Rogate ergo Dominum messis…”. Ello pues es unido a la oración: supremo, infalible remedio. Y llamamos infalible este remedio, porque, habiéndolo indicado e impuesto Nuestro Señor, no puede fallar; y si Él indica la oración a este fin, quiere decir que la quiere satisfacer, porque, si no, no la hubiese mandada. Y es como si hubiese dicho: si me pedís a los trabajadores para la mies de las almas, Yo os lo daré; y eso significa también: si no me los pediréis, no los tendréis cuántos y cómo los necesitéis.</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/12511066662334804999noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5335561842450770650.post-40365954679799831832015-05-23T10:23:00.001+01:002015-05-23T10:23:35.999+01:00PENSAMIENTOS SACERDOTALES. San Juan Bautista de Rossi<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuQtsKVowjcRRHbv89MveLWiCcj-VO7a9tZndbjbPGRHis709JJTNX7AKxmLFcVcvDyr0X9nzo95bO0duVzGKSg0HcGqJOZAAMvuRApTvqRbwdE8abyFrHQ8Xqci9cTWs32CLgxBrRvik/s1600/944118_10151676613969766_1778871085_n+%25281%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuQtsKVowjcRRHbv89MveLWiCcj-VO7a9tZndbjbPGRHis709JJTNX7AKxmLFcVcvDyr0X9nzo95bO0duVzGKSg0HcGqJOZAAMvuRApTvqRbwdE8abyFrHQ8Xqci9cTWs32CLgxBrRvik/s320/944118_10151676613969766_1778871085_n+%25281%2529.jpg" width="229" /></a></div>
<div class="MsoNormalCxSpFirst" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="color: #000033; font-family: "Trebuchet MS","sans-serif"; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">San Juan Bautista de Rossi, presbítero, que atendió en la Ciudad
Santa a los pobres y a los más marginados, instruyendo a todos en la santa
doctrina. († 1764)</span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-size: 3.0pt;"> ***</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-size: 3.0pt;">"Aprended con mi
ejemplo a no fiaros ciegamente de vuestro propio juicio, sino a seguir el
consejo de vuestro confesor antes de abrazar un ejercicio."<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-size: 3.0pt;">"Si no se me
hubiera detenido en los éxitos académicos, habría sucumbido también a la
tentación del orgullo y de la ambición"<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-size: 3.0pt;">"Es para
hacerles salir del infierno interior en que se hallan; una vez aliviada su
conciencia, las penalidades de la detención son más fáciles de aceptar y, de
ese modo, consiguen soportarlas en expiación de sus pecados."<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-size: 3.0pt;">"Anteriormente
no conocía la vía más directa para ir al cielo; a partir de ahora estoy
convencido de que consiste en hacer una buena confesión."<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-size: 3.0pt;">"La catequesis
vale más que una cuaresma bien observada."<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-size: 3.0pt;">"Considero la
muerte con serenidad, sin temor; estimo que este sentimiento de plena seguridad
es una gracia especial de Dios y espero que el Señor me la concederá en la
postrera hora mediante su amor y en razón de la caridad que profeso a sus
pobres."<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-size: 3.0pt;">"Antes yo me
preguntaba cuál sería el camino para lograr llegar al cielo y salvar muchas
almas. Y he descubierto que la ayuda que yo puedo dar a los que se quieren
salvar es: confesarlos. Es increíble el gran bien que se puede hacer en la
confesión."<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-size: 3.0pt;">"No hay mejor
manera de garantizar la honestidad y la integridad en las confesiones como la
amabilidad y la gentileza del confesor, porque tales formas dan coraje al más
tímido y más reacio a abrir su conciencia."<o:p></o:p></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/12511066662334804999noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5335561842450770650.post-25859827092015266602015-05-20T08:00:00.000+01:002015-05-20T08:00:08.930+01:00LA PREDICACIÓN Y LOS PREDICADORES. San Bernardino de Siena<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQeI8PCdh8mYjhPdboW2Mgh1QrUfNxZ-OyhHnXO6vLa7T3WR6lmwon2zW8M7WOn-jNOo2oyhxdRfRO5ckg8COG2UOZTcy-9siw4WRs-_CIXego-AMZKBa4EciSqDv5BQTPwAC3AvUsgko/s1600/AW@0015a.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQeI8PCdh8mYjhPdboW2Mgh1QrUfNxZ-OyhHnXO6vLa7T3WR6lmwon2zW8M7WOn-jNOo2oyhxdRfRO5ckg8COG2UOZTcy-9siw4WRs-_CIXego-AMZKBa4EciSqDv5BQTPwAC3AvUsgko/s320/AW@0015a.JPG" width="300" /></a></div>
<br />
La fama de Bernardino en sus días se basó sobre todo en su extraordinario poder como predicador; de hecho, es una gran fortuna poseer un gran número de sus sermones, los que nos dan una idea bastante clara de cómo era su predicación. Pero antes de abordar sus sermones desde una perspectiva general, puede ser muy interesante citar algunos pasajes que nos dan su visión concreta acerca de la predicación y de los predicadores.<br />
El siguiente estracto de uno de los sermones en Siena nos da su idea de la importancia de la predicación: "¡Cuántos habrá el día de mañana que digan 'no sabía lo que estaba haciendo; pensaba que estaba haciendo el bien, pero estaba haciendo el mal'! Pero al escuchar un sermón, uno dice para sí: '¡ahora sé claramente lo que tengo que hacer! ... Y cuando estén por realizar alguna acción, primero lo pensarán dos veces, dicendo, '¿qué fue lo que dijo Fray Bernardino?' Y se lo repetirán una y otra vez: 'esto está mal, no se debe hacer; esto es bueno, ¡lo haré!' ¡Y todo esto por la palabra que escucharon durante el sermón! Pero, díganme: ¿qué sería del mundo, es decir, de la fe cristiana, si no hubiera predicación? En poco tiempo moriría ..."<br />
[Estos comentarios demuestran el extraordinario sentido práctico de Bernardino en lo que concierne a la predicación. Para él, se trataba fundamentalmente de inspirar en las personas pensamientos y afectos que finalmente apunten a transformar la propia acción para que sea más acorde con el Evangelio. ¿Qué otro sentido podría tener la predicación? Por eso es tan importante lo que hemos repetido muchas veces acerca de la homilía, ¡la forma es importante! porque ella es la que deja huella en la memoria y en los sentimientos de la persona. Tal vez en una conferencia teológica sí, pero en una homilía no se trata de dar un contenido teórico y sistemático, sino de comunicar la urgencia de la conversión en los oyentes; claro que esto se puede lograr de muchas maneras, unas más directas que otras, pero es ese siempre el objetivo.]<br />
... Es por todo ello que la Iglesia ha ordenado que, por obligación, haya predicación al menos los domingos; puede ser corta o larga, pero lo importante es que haya. ¿Cómo podría uno creer en el Sacramento del Altar si no fuera por el sermón que se acaba de escuchar? ¿Cómo podría uno darse cuenta de sus pecados, si fuera por la predicación de los sacerdotes? Casi todo lo que uno sabe acerca de la fe viene por la predicación que llega a los propios oídos; se pasa del conocimiento a la fe. Todo lo que sabes y todo lo que tienes viene de la Palabra de Dios; y, como regla general, lo que poseemos en relación con la fe en Jesús viene casi exclusivamente de la predicación; mientras haya predicación la fe no desaparecerá. "<br />
En otra de sus obras, 'De Evangelio Aeterno' (II, 61), San Bernardino señala: "La gente que vive sin la Palabra de Dios, aunque atiendan a la Misa, son como el mundo sin sol".<br />
En relación con los predicadores y su preparación, Bernardino hace una pequeña síntesis en su sermón n. 58 (idem, II, 396); luego de hablar de las excelencias de la predicación de San Francisco, observa que existen tres clases de predicadores: "Algunos -dice- blanden la espada de su discurso con sus manos pero no llevan en su boca aquella semilla -como dice Lucas VIII- que es la Palabra misma de Dios; estos son los que tienen vida pero no aprenden, y sobre ellos Jerónimo dice en su 'Prólogo a la Biblia' que "la santa ignorancia sólo saca provecho para sí misma; y en proporción a la edificación que brinda a la Iglesia de Cristo por su vida meritoria, es el daño que hace cuando no puede defenderla de sus opositores" [esto, evidentemente, sólo se podría aplicar a los que son ignorantes cumpablemente, pero no a la persona simple que ha tenido escasas oportunidades para instruirise pero tiene una fe sólida y profunda]. Por otra parte, hay quienes llevan la semilla de la Palabra de Dios en la boca, pero no en sus manos, y estos son los que tienen el conocimiento pero no la vida; en palabras de nuestro Señor (Mateo XXIII) son 'los que dicen pero no hacen'. En tercer lugar están aquellos -¡y son pocos!- que llevan esa semilla en la boca y en las manos, y sobre ellos se dice (Mateo V) 'aquel que enseña y cumple será grande en el Reino de los Cielos'."<br />
En otro pasaje de la obra citada de Bernardino (idem II, 11) afirma que el predicar debe adaptarse a los diferentes tipos de audiencia. Debe convencer a la razón intelectual del hombre, debe atraer sus emociones y afectos, y debe ablandar al pecador endurecido con el sano temor al juicio divino. Pero sobre todo, sin miedo pero con delicadeza, debe proclamar la verdad de Dios. Esto es lo que encontró Bernarndino por experiencia como el camino más efectivo para ganar la aceptación de sus oyentes; pues, "no todos entre ellos son tan ignorantes o tan ciegos para no captar la diferencia entre un charlatán y un predicador de la Verdad. Pero si algunos se irritan bajo la reprensión de la Verdad, tales son dignos de lástima por su locura y enfermedad, pero sus quejas indignadas no deben ser escuchadas" (idem, sermón 18).<br />
A un predicador que alguna vez le preguntó cómo mejorar sus propios sermones, Bernardino respondió: "Desde que comencé a predicar he tratado de no pronunciar palabra que no sea para gloria y honor de Dios; y a esta regla que he tratado siempre de observar debo cualquier aprendizaje, elocuencia, preparación o influencia que haya podido ganar".<br />
[Como se vé, lejos de una piedad melindrosa, lo de Bernardino, como es el caso de muchos santos predicadores, era una fuerza comunicativa hecha de una mezcla extraordinaria de profundidad espiritual y ciencia práctica.]<span style="color: red;"><q style="font-family: DroidSansRegular; font-size: 14px; line-height: 24px; quotes: none; text-shadow: white 0px 1px 1px;"><strong>[Tomado de: "San Bernardino de Siena", de A. G. Ferrers Howell, cap. III - Los sermones de San Bernardino (pag. 218-220).] en </strong></q><b style="font-family: DroidSansRegular; font-size: 14px; line-height: 24px; text-align: center;">http://artedepredicar.com/</b></span><br />
<span style="color: #444444; font-family: DroidSansRegular; font-size: 14px; line-height: 20px;"><br /></span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/12511066662334804999noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5335561842450770650.post-3872161943077518042015-05-18T09:35:00.001+01:002015-05-18T09:35:14.357+01:00SEMANA DE ORACIÓN POR LOS CRISTIANO PERSEGUIDOS<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5SCX8kXRt5WELTjgOi3qBaKEzDDemCohCX9KUloQZJT-IgkmkAzrpSvSgp3zwY9baLX_HZwaqAef24JKqbw9q5Vf16PP0szrlX4TN5QY9TMOCEAM8DJes-iTtpRXnW2R8A2suZFxusaM/s1600/cristianos+perseguidos.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="96" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5SCX8kXRt5WELTjgOi3qBaKEzDDemCohCX9KUloQZJT-IgkmkAzrpSvSgp3zwY9baLX_HZwaqAef24JKqbw9q5Vf16PP0szrlX4TN5QY9TMOCEAM8DJes-iTtpRXnW2R8A2suZFxusaM/s400/cristianos+perseguidos.png" width="400" /></a></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/12511066662334804999noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5335561842450770650.post-24563878902570035862015-05-06T12:19:00.000+01:002015-05-06T12:19:08.586+01:00SELECCIÓN DE TEXTOS SOBRE LA EUCARISTÍA Y EL SACERDOCIO. San Juan de Ávila<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZOcT81SynewD0E8vbywWiPFXwEiajIB5zpyPwwf6HoEetehzX8ivNhn26AI29RyFrrrhcYORtFdflQdsMZ6LRMUKmo55QSe33gLPIAKdHpHF2jsmVqujNh00icktxYEeN5KgdOO4ka9U/s1600/fotonoticia_20140108172705_800.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZOcT81SynewD0E8vbywWiPFXwEiajIB5zpyPwwf6HoEetehzX8ivNhn26AI29RyFrrrhcYORtFdflQdsMZ6LRMUKmo55QSe33gLPIAKdHpHF2jsmVqujNh00icktxYEeN5KgdOO4ka9U/s1600/fotonoticia_20140108172705_800.jpg" height="320" width="239" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="color: red; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b><br /></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="color: red; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><b>http://www.vidasacerdotal.org/</b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Cosa nunca oída
ni vista, que hallase Dios manera cómo, subiéndose al cielo, se quedase acá su
misma persona por presencia real, encerrada y abreviada debajo de unos
accidentes de pan y vino; y con inefable amor dio a los sacerdotes ordenados...
que, diciendo las palabras que el Señor dijo sobre el pan y vino, hagan cada
vez que quisieren lo mismo que el Señor hizo el Jueves Santo (Sermón 35, 217).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Señor...
encumbraste tu amor, que no tiene tasa, y ordenaste por modo admirable cómo,
aunque te fueses al cielo, estuvieses acá con nosotros; y esto fue dando poder
a los sacerdotes para que con las palabras de la consagración te llamen, y
vengas tú mismo en persona a las manos de ellos, estés allí realmente presente,
para que así seamos participantes en los bienes que con tu Pasión nos ganaste;
y le tengamos en nuestra memoria con entrañable agradecimiento y consolación,
amando y obedeciendo a quien tal hazaña hizo, que fue dar por nosotros su vida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">La intención del
Señor ésta fue; y la misa representación es de su sagrada pasión de esta
manera: que el sacerdote, que en el consagrar y en los vestidos sacerdotales
representa al Señor en su Pasión y en su muerte, que le representa también en
la mansedumbre con que padeció, en la obediencia, aun hasta la muerte de cruz,
en la limpieza de la castidad, en la profundidad de la humildad, en el fuego de
la caridad que haga al sacerdote rogar por todos con entrañables gemidos, y
ofrecerse a sí mismo a pasión y muerte por el remedio de ellos, si el Señor le
quisiere aceptar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Esta es la
representación de la sagrada Pasión que en la misa se hace; y esto significa
tender los brazos en cruz al sacerdote, el subirlos y bajarlos, sus vestiduras,
y todo lo demás. Y con este representación, el Eterno Padre es muy agradado, el
Hijo de Dios bien tratado y servido (Tratado del Sacerdocio, 25-26).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Cristo esta como
“encerrado en un sagrario y encarcelado... por el grande amor que nos tiene. El
mismo se deja prender... en cárcel de amor. Quítale el amor con que allá está,
y verás que es incomportable estar donde está (Sermón 43, 383).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">La mejor prenda
que tenía te dejó cuando subió allá, que fue el palio de su carne preciosa en
memoria de su amor (Tratado del Amor de Dios, 14, 544).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Encerró Dios en
ese Sacramento santísimo todas sus maravillas pasadas... Pues aquí en el
Sacramento hallaréis todo eso que ha ya tantos años que pasó; pues ésa es la
virtud que tiene este santísimo Sacramento, como la que tenía el maná que cayó
del cielo (Sermón 41, 215).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Y ofreciéndote a
si de esta manera, haces al Señor más señalados servicios en esto que si mil
mundos le dieses ... Él mismo se ofrece a Dios en recompensa de que el mismo
Dios se da a Él (Sermón 43, 677 ss).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">¿Quién vio, quién
oyó que Dios se diese en manjar a los hombres y que el Criador sea manjar de su
criatura? ¿Quién oyó que Dios se ofreciese a ser deshonrado y atormentado hasta
morir por amor de los hombres, ofendedores de El? (Sermón 33, 20)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Manso va el Señor
y callado como un cordero, y con entrañas encendidas de amor para darnos lo que
nos cumple; y todo lo que allí se ve y se cree nos convida a que nos lleguemos
a El, a recebir de su mano el perdón y la gracia (Sermón 36, 213ss).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Pues ¿qué gracias
te daré, Señor? ¿Cómo te alabaré por tal dádiva como ésta? ¿Dónde merecí yo tal
honra? ¿Dónde me vino tal dignidad que quieras tú, Dios mío hacerme
participante de ti? ¿Cuál de tus beneficios se puede igualar a éste? Grandísimo
es el beneficio de tu encarnación, en el cual tuviste por bien de tomar mi
humanidad en ti; mas aquí dasme la humanidad junto con la divinidad, para que,
recibiéndola y encorporándola conmigo, venga a hacerme una cosa contigo(Meditación
del beneficio que nos hizo el Señor).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Sacramento de
amor y unión, porque por amor es dado, amor representa y amor obra en nuestras
entrañas ... todo este negocio es amor (Sermón 51, 759).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">¿Qué cosa es una
hostia consagrada sino una Virgen que trae encerrado en sí a Dios? (Sermón 4,
329)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Y así hay
semejanza entre la santa encarnación y este sacro misterio; que allí se abaja
Dios a ser hombre, y aquí Dios humanado se baja a estar entre nosotros los
hombres; allí en el vientre virginal, aquí debajo de la hostia; allí en los
brazos de la Virgen, aquí en las manos del sacerdote (Sermón 55, 235/Carta 122)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">¡Oh maravilloso
trueco el que con nosotros, Señor, heciste! Tomaste de nosotros nuestra flaca y
mortal humanidad, dístenos en su lugar tu admirable y excelentísima dignidad.
Verdaderamente todo el tesoro de tu gracias derramaste sobre nosotros, y
abierto el corazón que tenías de padre, rompiste las venas de tu excelentísima
caridad y dejástelas correr sobre nosotros (Meditación del beneficio que
nos hizo el Señor).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">¿Con qué
agradecimiento serviremos a Dios esta merced? ¡Cuán grande ha de ser nuestra
santidad y pureza para tratar a Jesucristo, que quiere ser tratado de brazos y
corazones limpios, y por eso se puso en los brazos de la Virgen, y José fue
también virgen limpísimo, para dar a entender que quiere ser tratado de
vírgenes (Sermón 4, 338/Carta 6, 88).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">¡Oh manjar
divino, por quien los hijos de los hombres se hacen hijos de Dios y por quién
vuestra humanidad se mortifica para que Dios en el ánima permanezca! ¡Oh pan
dulcísimo, digno de ser adorado y deseado, que mantienes el ánima y no el
vientre; confortas el corazón del hombre y no le cargas el cuerpo; alegras el
espíritu y no embotas el entendimiento; con cuya virtud muere nuestra
sensualidad, y la voluntad propia es degollada, para que tenga lugar la
voluntad divina y pueda obrar en nosotros sin impedimento! ¡ Oh maravillosa
bondad que tales mercedes quiso hacer a tan viles gusanillos! ¡Oh maravilloso
poder de Dios, que así puso, debajo de especie de pan, su divinidad y humanidad
y partirse él en tantas partes, sin padecer él detrimento en sí! ¡ Oh
maravilloso saber de Dios, que tan conviniente y tan saludable medio halló para
nuestra salud! Convenía, sin duda, que por una comida habíamos perdido la vida,
por otra la cobrásemos, y que así como el fructo de un árbol nos destruyó a
todos, así el fructo de otro árbol precioso nos reparase a todos. Venid, pues,
los amadores de Dios y asentaos a esta mesa (Meditación del beneficio que
nos hizo el Señor).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">¡Cuánto se
enternece el corazón de un buen sacerdote cuando, teniendo al Hijo de Dios en
sus manos, considera en cuán indignas manos está, comparándose con las manos de
Nuestra Señora! Y, cierto, no se pudo hallar espuela que así aguijase e hiciese
correr a un sacerdote el camino de la perfección, como ponerle en sus manos al
mismo Señor de cielos y tierra que fue puesto en las manos de una doncella en
la cual Dios se revió, dotándola y hermoseándola de innumerables virtudes (Tratado
del sacerdocio, 21).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">Muchas cosas se
requieren para complir con la obligación del oficio de cura de almas; porque,
si miramos a la dignidad sacerdotal que le es aneja, conviene tener ferviente y
eficaz oración y también santidad. Lo cual ha de ser con tanta más ventaja en
el cura cuanta mayor y más particular obligación tiene de dar buen ejemplo a
sus parroquianos, y de interceder por ellos ante el divino acatamiento de Dios,
con afecto de padre y madre para con sus hijos, pues se llama padre de sus
parroquianos (Tratado del sacerdocio, 36).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS","sans-serif";">El Señor manda a
los pastores de las ovejas racionales que esfuercen lo flaco, que sanen lo
enfermo, que aten lo quebrado, que reduzcan lo desechado y busquen lo perdido;
para lo cual son menester muchas y muy buenas partes, porque no en balde dijo
San Gregorio: «Ars artium, regimen animarum» (Tratado del sacerdocio,
37).<o:p></o:p></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/12511066662334804999noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5335561842450770650.post-17075552689521682412015-04-27T08:00:00.000+01:002015-04-27T08:00:07.808+01:00ORACIÓN POR LOS MINISTROS DE LA IGLESIA. Oración de Santa Catalina de Siena<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSbMIPk189-hvgdqFLtoPmU3toylMt8b2W_WEYFNw7ae8-JL8Od-KeXbYg2cyJCgjLqz6Q6p4lU3u54GuDkdWcUHl7OFgPoxIxl5yN1A9XT-q5oZAoFRZEWeFP_egs6gOnIoOxQgiyIXc/s1600/domycat.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSbMIPk189-hvgdqFLtoPmU3toylMt8b2W_WEYFNw7ae8-JL8Od-KeXbYg2cyJCgjLqz6Q6p4lU3u54GuDkdWcUHl7OFgPoxIxl5yN1A9XT-q5oZAoFRZEWeFP_egs6gOnIoOxQgiyIXc/s1600/domycat.jpg" height="320" width="254" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="ES-EC" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; line-height: 115%;"><b><br /></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="ES-EC" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; line-height: 115%;"><b>ORACIÓN POR LOS MINISTROS DE
LA IGLESIA. </b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="ES-EC" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; line-height: 115%;"><b>Oración de Santa Catalina de Siena </b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; line-height: 115%;">¡Deidad, Deidad, eterna
Deidad! Confieso y no niego que eres mar de tranquilidad, donde se alimenta y
nutre el alma que conforma su voluntad con tu elevada y eterna voluntad, que no
desea sino nuestra santificación. Por eso, el alma que esto medita se despoja
de su voluntad y se viste de la tuya. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; line-height: 115%;">¡Oh Amor dulcísimo! Me parece
señal muy cierta de que se hallan en ti los que siguen tu voluntad a tu modo y
no al suyo. El mejor indicio de que se han revestido de tu voluntad es que la
buscan y no la de las criaturas racionales, y el no alegrarse de las cosas
prósperas, sino de las adversas, a las que consideran ordenadas por tu
voluntad, que se mueve únicamente por amor. Por eso aman las cosas como creadas
por ti y a todas las juzgan buenas, y por lo tanto, dignas de amor; excepto el pecado
, que no procede de ti, y , por consiguiente, no es digno de ser amado. Yo
miserable entre los miserables, pequé amando el pecado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; line-height: 115%;">Pequé contra el Señor; ten
misericordia de mí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; line-height: 115%;">Señor mío: castiga mis
pecados. Purifícame, Bondad eterna, inefable Deidad. Escucha a tu sierva, no
mires la multitud de mis maldades. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; line-height: 115%;">Te ruego que dirijas por el
camino de la santísima cruz, a tu modo y no al suyo, el corazón y la voluntad
de los ministros de la santa Iglesia, tu esposa. Que te sigan, Cordero
degollado, pobre, humilde y manso; que sean criaturas angelicales, ángeles
terrestres de esta vida, puesto que han de administrar el cuerpo y la sangre de
tu unigénito Hijo, Cordero Inmaculado; que no sean como los animales, porque
estos no gozan de la razón y nos son dignos de ti. Reúnelos y báñalos, piedad
divina en el mar tranquilo de tu bondad, de modo que, por lo inútil que
esperan, no estén perdiendo más tiempo lo que tienen. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; line-height: 115%;">Pequé contra el Señor; ten
misericordia de mí. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-EC" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; line-height: 115%;">Escucha a tu sierva. Yo
miserable, te pido que escuches mi voz que te llama. También te ruego por los
hijos que has querido que yo ame con singular amor a causa de tu inestimable
caridad, ¡oh suma , eterna e inefable Bondad! Amén. <o:p></o:p></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/12511066662334804999noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5335561842450770650.post-80992239777740682342015-04-22T08:41:00.000+01:002015-04-22T08:41:02.661+01:00ORACIÓN PIAMARTINA POR LAS VOCACIONES <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAuCkLtxt8Yo7dJU6RB20Ej9k4flY_Epg19bRoKFbWuG6yVt7XjSMGdKuBjSUxCCuY4_VJ8_5CWz1YOsHJWTS4uNnnFYk43risncgulfljknONyWtT2dVaraXnOCEKJP8l7-MQb4Cooko/s1600/_MG_3550x.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAuCkLtxt8Yo7dJU6RB20Ej9k4flY_Epg19bRoKFbWuG6yVt7XjSMGdKuBjSUxCCuY4_VJ8_5CWz1YOsHJWTS4uNnnFYk43risncgulfljknONyWtT2dVaraXnOCEKJP8l7-MQb4Cooko/s1600/_MG_3550x.jpg" height="320" width="196" /></a></div>
<br /><div style="text-align: center;">
<b>ORACIÓN PIAMARTINA POR LAS VOCACIONES </b></div>
<div style="text-align: center;">
<b>Señor de la Mies, Pastor del rebaño, que resuene en nuestros oídos tu fuerte y suave llamado: “Ven y Sígueme”. Derrama sobre nosotros tu Espíritu Santo, que nos dé sabiduría para ver el camino, y generosidad para seguir tu voz. Padre bueno, que la mies no se pierda por falta de obreros. Haz que nuestra comunidad se abra a la misión, y despierta entre nosotros muchas y santas vocaciones. Santa María, Madre de Jesús, Madre de la Iglesia, fortalece a los llamados y dónales perseverancia y generosidad. Amén.</b></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/12511066662334804999noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5335561842450770650.post-23621788975485921032015-03-14T07:21:00.000+00:002015-03-14T07:21:43.385+00:00VIA CRUCIS POR LOS SACERDOTES Y CONSAGRADOS EN EL AÑO DE LA VIDA CONSAGRADA<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-4N7z941kETI/VPrUq-BUPDI/AAAAAAAACZs/nKQSqqusrRM/s1600/DSC_0178.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-4N7z941kETI/VPrUq-BUPDI/AAAAAAAACZs/nKQSqqusrRM/s1600/DSC_0178.JPG" height="267" width="400" /></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<b><span style="font-family: "Celtic Garamond the 2nd"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial;"><br /></span></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<b><span style="font-family: "Celtic Garamond the 2nd"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial;">VIA CRUCIS <o:p></o:p></span></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<b><span style="font-family: "Celtic Garamond the 2nd"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial;">POR LOS SACERDOTES Y CONSAGRADOS <o:p></o:p></span></b></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: right;">
<b><span style="color: #c00000; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Compuesto por los sacerdotes <o:p></o:p></span></b></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: right;">
<b><span style="color: #c00000; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">de la Iglesia del Salvador de Toledo - España</span></b><b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">OFRECIMIENTO
DE OBRAS <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">DEL
APOSTOLADO DE LA ORACIÓN<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Ven,
Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de
Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él,
por la redención del mundo. Señor mío y
Dios mío Jesucristo: Por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu
Corazón, y me ofrezco contigo al Padre en tu santo sacrificio del altar, con mi
oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros
pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y
sus intenciones, nuestro Obispo y sus intenciones y nuestro párroco y sus
intenciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">PRIMERA
ESTACIÓN. <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">JESÚS
ES CONDENADO A MUERTE.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Al
contemplar a Cristo condenado injustamente, le presentamos a los sacerdotes y consagrados que por diversas
causas y en diferentes situaciones son perseguidos, calumniados, difamados por
causa del Evangelio, llegando incluso a la tortura y el martirio. En ellos se
cumplen las palabras del Maestro: “Dichosos vosotros cuando os insulten y os
persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y
contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo." Para ellos
pedimos, la fortaleza de ánimo para soportar con alegría los sufrimientos
morales y físicos. <b>V/. Unidos a la oración de Jesús, pedimos: </b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">R/. Padre,
Padre, hazlos santos en la verdad. Tu palabra es la verdad. <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Al
contemplar a Cristo condenado a muerte, queremos también reparar por aquellos
sacerdotes y consagrados que son causa de escándalo y piedra de tropiezo,
también por aquellos sacerdotes y consagrados que se encuentran en manos de la
justicia civil por algún delito. Pedimos para ellos la conversión. <b>R/. Kyrie, eleyson.</b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">SEGUNDA
ESTACIÓN.- <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">JESÚS
CARGA CON LA CRUZ.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Comienza
el ascenso al Calvario, monte de salvación, y cargan a Cristo con la cruz,
instrumento cruel de tortura, pero que se ha convertido en instrumento de amor.
En este comienzo del ascenso, presentamos al Señor a los sacerdotes más jóvenes y aquellos
consagrados que han hecho su profesión recientemente. Se han terminado las
mieles del noviazgo (noviciado) y comienza el áspero camino de la entrega
diaria y el cumplimiento de las obligaciones de su estado y ministerio. Para
ellos pedimos la perseverancia y la valentía para la donación de sí mismos,
teniendo presentes las palabras del Maestro: “Si alguno quiere venir en pos de
mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame.” <b>V/. Unidos a la oración de Jesús, pedimos: </b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">R/. Padre,
Padre, hazlos santos en la verdad. Tu palabra es la verdad. <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Y
al ver a Cristo cargado con la cruz, queremos reparar por tantos sacerdotes y
consagrados que llevados por el cansancio, el desánimo, la pereza y desidia
dejan de cumplir las obligaciones que adquirieron el día de su ordenación y de
su consagración, así como las de su ministerio y vida apostólica. <b>R/.
Kyrie, eleyson.</b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">TERCERA
ESTACIÓN.- <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">JESÚS
CAE POR PRIMERA VEZ.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Estremece
contemplar a todo un Dios totalmente agotado y extenuado a ras de suelo por el
peso de la cruz. Solo hay una explicación: Amor. La vocación del sacerdote y
del consagrado es cuestión de amor, un amor que se realiza en la fidelidad y
entrega diaria a Aquel a quién se ama. Amor que solo busca el bien del Amado.
¡Sacerdotes y consagrados enamorados del Señor! Pedimos para que nunca su amor
se apague, que cada día crezca y aumente más, que aquellos que se han enfriado
vuelvan al amor primero que los cautivó. Recordando siempre que “el amor
consiste no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a
nosotros y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados.” <b>V/. Unidos a la oración de Jesús, pedimos: </b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">R/. Padre,
Padre, hazlos santos en la verdad. Tu palabra es la verdad. <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Y
contemplando el amor del Señor manifestado en su Pasión, reparemos por aquellos
sacerdotes y consagrados que ya no aman, que se han olvidado del sentido de sus
vidas, que se conforman con la mediocridad de un vida sin amor. Reparemos
también por aquellos que no aspiran a la santidad, que viven abandonados en el
pecado, que no frecuentan la confesión. <b>R/. Kyrie, eleyson.</b> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">CUARTA
ESTACIÓN.- <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">JESÚS
ENCUENTRA A SU SANTÍSIMA MADRE.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Jesús
y María: el Corazón del Hijo y el Corazón de la Madre. Dos corazones que se
palpitan al mismo ritmo, que aman y buscan lo mismo, dos corazones con los
mismos sentimientos, con los mismos intereses, dos corazones que se entregan e
inmolan. Presentamos al Señor a los
sacerdotes y consagrados: para que sus corazones sean semejantes al de Jesús y
al de María. Pedimos también por aquellos que sienten la orfandad al haber
perdido a sus seres queridos, particularmente a sus padres, para que la verdad
de la resurrección los conforte, recordando las palabras del Maestro: “Todo el
que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos o tierras
por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.” <b>V/. Unidos a la oración de Jesús, pedimos: </b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">R/. Padre,
Padre, hazlos santos en la verdad. Tu palabra es la verdad. <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Reparamos
a los Sagrados Corazones por aquellos sacerdotes y consagrados que viven
apegados y dominados por los afectos humanos. Queremos reparar también por
aquellos que por falta de confianza en las palabras del Señor y por las
renuncias que implican se resisten a seguir la llamada al sacerdocio o la vida
consagrada. <b>R/. Kyrie, eleyson.</b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">QUINTA
ESTACIÓN.- <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">EL
CIRINEO AYUDA A LLEVAR LA CRUZ.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">La
cruz se hace pesada para el mismo Jesús. Un hombre es obligado por la tropa a
ayudarle, pero ¡cuál no sería su dicha! Recordando las palabras del Maestro:
“Lo que hagáis a uno de estos mis humildes hermanos, a mí me lo hacéis”,
pedimos por los sacerdotes y especialmente por tantas almas consagradas que
dedican sus vidas a la obras de misericordia espirituales y corporales en
colegios, centros de atención, hospitales, asilos, residencias de forma asociada o individual y de muchas
otras formas… Pedimos también por los sacerdotes que se encuentran en
dificultades tanto físicas como espirituales, para que encuentren siempre ayuda
por parte de sus superiores, de sus confesores y directores espirituales, así
como de sus comunidades y parroquias. <b>V/.
Unidos a la oración de Jesús, pedimos: </b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">R/. Padre,
Padre, hazlos santos en la verdad. Tu palabra es la verdad. <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Reparamos
por aquellos sacerdotes y consagrados que cegados por el egoísmo y la comodidad
se hacen indolentes ante el dolor ajeno y cierran sus corazones ante las
necesidades de sus hermanos. <b>R/. Kyrie,
eleyson.</b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">SEXTA
ESTACIÓN.- </span></b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">LA
VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Una
mujer valiente, sin dejarse llevar por los respetos humanos, sale de entre la
multitud para enjugar el rostro ensangrentado de Jesús. En esa mujer vemos la
virtud de la piedad y de la delicadeza que los sacerdotes y las almas
consagradas han de tener hacia el Señor y hacia sus cosas. ¡Almas piadosas y
delicadas! Pedimos por los sacerdotes y consagrados que se esmeran en todo lo
relativo a la celebración del oficio y de los sacramentos, especialmente de la
Eucaristía, para dar culto a Dios de la mejor manera posible para que no se desanimen aunque su esfuerzo no
sea valorado o incluso a veces sea ridiculizado o criticado. <b>V/.
Unidos a la oración de Jesús, pedimos: </b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">R/. Padre,
Padre, hazlos santos en la verdad. Tu palabra es la verdad. <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Y
al contemplar esta estación, reparamos al Señor por aquellos sacerdotes y
consagrados que creen que pueden manipular la liturgia a su gusto y antojo;
reparamos también por aquellos que no respetan las normas litúrgicas y
celebrativas. Queremos también reparar por aquellos que consienten y callan
ante los sacrilegios, profanaciones y blasfemias contra el Señor. <b>R/. Kyrie, eleyson.</b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">SÉPTIMA
ESTACIÓN.- <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">JESÚS
CAE POR SEGUNDA VEZ.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Una
nueva caída de Jesús en su ascenso al Calvario. ¡Qué frágil te has hecho,
Jesús! En esta estación presentamos a los sacerdotes y consagrados que han
llegado a la madurez para que a pesar de las dificultades y sufrimientos, a
pesar también del propio pecado y fragilidad, sigan esforzándose en la búsqueda
de la santidad fortaleciendo su unión con Jesús. Presentamos también al Señor a
los sacerdotes y consagrados que se encuentran en crisis, que ha perdido el
sentido de sus vidas y de su vocación, para que no sucumban ante la tentación
del abandono por una vida más fácil y sin dificultades. <b>V/.
Unidos a la oración de Jesús, pedimos: </b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">R/. Padre,
Padre, hazlos santos en la verdad. Tu palabra es la verdad. <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Queremos
reparar también por aquellos sacerdotes y consagrados que de forma consciente
rechazan la llamada de Dios a convertirse, por aquellos que se resisten a
obedecer y que no admiten las correcciones y consejos de los superiores. Reparamos también por aquellos que viven la
vocación como una profesión civil y como un medio de vida más. <b>R/. Kyrie, eleyson.</b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">OCTAVA
ESTACIÓN.- <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">JESÚS
CONSUELA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">“No
lloréis por mí, llorad más bien por vosotros y por vuestros hijos” – le dice
Jesús a aquellas mujeres. Los sacerdotes y consagrados están llamados a ser
colaboradores particulares de Jesús en la redención de sus hermanos mediante su
vida de oración y sacrificio; no solo han de ofrecerse por sí mismos y hacer
penitencia por sus pecados, sino también han de hacerlo por sus hermanos.
Presentamos al Señor a los sacerdotes y consagrados para que renueven cada día
su conciencia de ser corredentores con Cristo y que descubran el valor
sacrificial de sus vidas entregándose a la oración y a la penitencia. <b>V/.
Unidos a la oración de Jesús, pedimos: </b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">R/. Padre,
Padre, hazlos santos en la verdad. Tu palabra es la verdad. <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Reparamos
por sacerdotes y consagrados que viven inmersos en la sociedad del consumo y
del materialismo, por aquellos que buscan afanosamente la comodidad y la vida
placentera, por aquellos que son inconscientes de la responsabilidad que tienen
sobre las almas. <b>R/. Kyrie, eleyson.</b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">NOVENA
ESTACIÓN.- </span></b><b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"> <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">JESÚS
CAE POR TERCERA VEZ</span></b><b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">En
esta última caída de Jesús antes de llegar al Calvario, en la que nuevamente se
levanta para cumplir la voluntad del Padre, presentamos al Señor a los sacerdotes
y consagrados ancianos. Ellos acumulan años de entrega, de sacrificio y de
perseverancia. Pedimos por ellos para que ahora en su ancianidad vean
recompensados sus trabajos y como el anciano Simeón aguarden en oración el
momento de la manifestación del Señor que vendrá a buscarlos para sentarlos en
las bodas eternas. Pedimos también para que se sientan valorados por su Iglesia
y sus comunidades, que nunca se sientan solos y abandonados, que nunca le venza
la tentación de sentirse inútiles por verse incapacitados para el trabajo apostólico.
<b>V/.
Unidos a la oración de Jesús, pedimos: </b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">R/. Padre,
Padre, hazlos santos en la verdad. Tu palabra es la verdad. <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Reparamos
también por aquellos sacerdotes y consagrados que llegados a la ancianidad han
perdido la fe y la esperanza, se han enfriado en la caridad, han endurecido sus
corazones al amor de Cristo.<b> R/. Kyrie,
eleyson.<o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">DECIMA
ESTACIÓN.- <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">JESÚS
ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Al
contemplar a Jesús despojado de su túnica recordamos que la misma pureza se ha
dejado desnudar para revestirnos a nosotros con el vestido de la gracia.
Pedimos al Señor por los sacerdotes y consagrados para que su interior y
también por su porte externo –cumpliendo la norma de la Iglesia respeto al
traje eclesiástico y el hábito religioso- sean ejemplo de pureza, pudor y
modestia, de desprendimiento y pobreza. <b>V/. Unidos a la oración de Jesús, pedimos: </b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">R/. Padre,
Padre, hazlos santos en la verdad. Tu palabra es la verdad. <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Reparamos
por todos los sacerdotes y consagrados que con su forma de vestir buscan
disimular su condición y privan al mundo del signo sensible de su consagración.
Reparamos también por los pecados de impureza en los que puedan haber caído por
descuido y debilidad. <b>R/. Kyrie,
eleyson.<o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">UNDÉCIMA
ESTACIÓN.- <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">JESÚS
ES CLAVADO EN LA CRUZ.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Al
contemplar a Jesús que se dejó clavar por nosotros para mostrarnos su amor,
para que conociésemos cuánto nos ama, presentamos a los sacerdotes y
consagrados que postrados en sus camas e impedidos ofrecen su enfermedad junto
con Cristo como ofrenda agradable por la salvación de los hombres. Pedimos por
aquellos que tienen enfermedades terminales para que acepten los sufrimientos
con espíritu de fe uniéndose a Cristo crucificado. <b>V/.
Unidos a la oración de Jesús, pedimos: </b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">R/. Padre,
Padre, hazlos santos en la verdad. Tu palabra es la verdad. <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Ante
Jesús clavado en la cruz por cumplir la voluntad del Padre, reparamos por
aquellos sacerdotes y consagrados que ante la experiencia de dolor y
sufrimiento se han revelado contra Dios, que no han sabido aceptar la cruz, que
viven amargados y llenos de rencor. <b>R/.
Kyrie, eleyson.</b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">DUODÉCIMA
ESTACIÓN.- <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">JESÚS
MUERE EN LA CRUZ.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">“Todo
está cumplido” –dijo Jesús antes de expirar. Realizó hasta el fin la voluntad
del Padre. Pedimos para que los sacerdotes y consagrados no tenga más
motivación en su vida que hacer la voluntad de Dios a semejanza de Cristo
Sacerdote y de la Virgen Corredentora. Presentamos al Señor también a todos los
sacerdotes y consagrados que en países de misión ponen en peligro su salud y
hasta la propia vida por el anuncio de la Evangelio. <b>V/.
Unidos a la oración de Jesús, pedimos: </b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">R/. Padre,
Padre, hazlos santos en la verdad. Tu palabra es la verdad. <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Al
contemplar la humildad del Hijo de Dios que se hizo obediente hasta la muerte,
reparamos por los sacerdotes y consagrados que han abandonado su vocación por
miedo a la cruz. También reparamos por
aquellos que han apostado de la fe o la han adulterado desfigurando el
rostro de Cristo Crucificado. <b>R/. Kyrie,
eleyson.</b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">DECIMO
TERCERA ESTACIÓN.- </span></b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">JESÚS
ES BAJADO DE LA CRUZ.</span></b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Los
brazos de María acogen el cuerpo sin vida del Hijo de Dios: un verdadero
martirio para la Virgen María que nos engendró a la vida con dolor al pie de la
cruz. Pedimos por los sacerdotes y consagrados para que vean en María a su
Madre verdadera que los acompaña en sus caminos, que los consuela en sus
soledades y abatimientos, que los fortalece en los momentos de dolor, que los
mira con compasión y misericordia cuando pecan, que los lleva siempre a su Hijo.
Pedimos por los sacerdotes y consagrados que moribundos se encuentran en la
agonía para que sientan la paz de Dios que viene a buscarlos. <b>V/.
Unidos a la oración de Jesús, pedimos: </b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">R/. Padre,
Padre, hazlos santos en la verdad. Tu palabra es la verdad. <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Reparamos
los Corazones de Jesús y de María por aquellos sacerdotes y consagrados que
–por una falsa concepción de la fe- no
aman y veneran a María como deberían, no propagan su culto, no infunden en los
niños y en los jóvenes la piedad y la devoción hacia esta Madre Inmaculada,
despreciando incluso sus imágenes y diferentes formas de devoción. Reparamos
también por los sacerdotes, especialmente de los hospitales y de las
residencias de mayores, que por respetos humanos y por miedo al rechazo no
ofrecen el Sacramento de la Unción y el Santo Viático a los enfermos graves
esperando a ser avisados. <b>R/. Kyrie,
eleyson.</b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">DECIMO
CUARTA ESTACIÓN.- <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">LA
SEPULTURA DE JESÚS.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Al
contemplar a Jesús puesto en el sepulcro presentamos al Señor a todos los
sacerdotes y consagrados que silenciosamente, sin ruido ni artificios, sin
propaganda hacen tanto bien a las almas para que el Señor los siga bendiciendo
y protegiendo. Presentamos también a todos aquellos que han muerto para que el
Señor los juzgue según su infinita misericordia y no se acuerde de los pecados
de quienes le sirvieron en esta vida. Pedimos especialmente y que nuestra
oración sirva de reparación por aquellos sacerdotes y consagrados que se
encuentran en el purgatorio para que por la comunión de los santos puedan gozar
pronto de la gloria de los santos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">V/. Unidos a la
oración de Jesús, pedimos: <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">R/. Padre,
Padre, hazlos santos en la verdad. Tu palabra es la verdad. <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Reparemos
el Corazón de Jesús, llagado por aquellos sacerdotes y consagrados que murieron
en pecado sin arrepentimiento ni contrición de sus pecados, y estarán por toda
la eternidad alejados del Amor de Dios. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">R/. Kyrie,
eleyson.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Wingdings 2"; font-size: 12.0pt; mso-ascii-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-char-type: symbol; mso-hansi-font-family: "Times New Roman"; mso-symbol-font-family: "Wingdings 2";">²</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"> Para ganar la
indulgencia concedida al Viacrucis. Por el Santo Padre, su persona e
intenciones. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Padrenuestro,
Avemaría y Gloria</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/12511066662334804999noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5335561842450770650.post-15977870270040843162015-02-25T08:45:00.000+00:002015-02-25T08:45:59.340+00:00ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA POR LOS QUE VAN A SER ORDENADOS<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRejXj65B_oe8vAvK3WUbEPD-uLoBTXjKZBJrc4SGKeFbw5YA0Kr6TcT0qmkADMgzR9zMq8f76TUSqrz8EUtL0HmtDwRaacJblQwvL8VENptUyPvytdHbgnkfDnGf_bPctb8Fy0yOJb60/s1600/CURA+ARS.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRejXj65B_oe8vAvK3WUbEPD-uLoBTXjKZBJrc4SGKeFbw5YA0Kr6TcT0qmkADMgzR9zMq8f76TUSqrz8EUtL0HmtDwRaacJblQwvL8VENptUyPvytdHbgnkfDnGf_bPctb8Fy0yOJb60/s1600/CURA+ARS.jpg" height="320" width="248" /></a></div>
<div class="QS_listitemtitle" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14.0799999237061px; font-weight: bolder; left: 4px; position: relative; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="QS_listitemtitle" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14.0799999237061px; font-weight: bolder; left: 4px; position: relative; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="QS_listitemtitle" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14.0799999237061px; font-weight: bolder; left: 4px; position: relative; text-align: center;">
<a href="http://www.fraternidad-sacerdotalcfs.com/default.asp?iID=GFKGGM&item=close" style="color: #990000;">A MARÍA POR LOS QUE VAN A SER ORDENADOS</a></div>
<div class="QS_listitemvalue" style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14.0799999237061px; left: 14px; padding-bottom: 10px; position: relative;">
<div>
<br /></div>
<div>
</div>
<div>
</div>
<div align="justify">
Oh María, a quien Jesús confió sus primeros Sacerdotes en la persona de sus Apóstoles, y que tan justamente has sido llamada Reina del Clero y Madre de los Sacerdotes, a Ti vengo con confianza a recomendarte todos los levitas del Santuario que participarán en un grado cualquiera en las próximas Ordenaciones.</div>
<div align="justify">
Disponlos a todos para recibir dignamente la gracia de la Ordenación. Llénalos del espíritu sobrenatural de desprendimiento, y del deseo de la gloria de Dios, a medida que suban las gradas del Santuario, hasta el día en que, por su Sacerdocio, sean exclusivamente consagrados a las cosas de Dios, para santificación propia y salvación de las almas. Penétralos de los sentimientos de la Santa Iglesia, su Madre, que al llamarlos a cooperar eficazmente en el seguimiento de su Divina Misión, quiere ver en ellos, desde ahora, sus hijos más queridos, sus más puros Ministros y sus auxiliares más celosos.<br /><br />Dígnate, oh María, tender una mirada de la más grande ternura sobre los privilegiados del Señor, que van a ser llamados al Presbiterado; prepáralos para recibir con fervor la Unción Sacerdotal, y para asumir loas terribles responsabilidades del Sacerdocio, que sean puros, que sean santos, ellos que tendrán aquí abajo el lugar de su Divino Maestro, y deberán reflejar sus virtudes.<br /><br />Que marchen siempre los primeros en la vía de la santidad a fin de que, por sus ejemplos, atraigan almas a su seguimiento. Destinados por elección divina, para ofrecer el Augusto Sacrificio del Calvario, suban ellos siempre al Altar, con las disposiciones de Jesús, el Soberano Sacerdote, enciendan por su amor, y sean siempre Sacerdotes según el Corazón de Dios.<br /></div>
<div align="justify">
Oh María, ama a los Sacerdotes, y comunícanos el amor que les tienes. AMÉN.</div>
</div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/12511066662334804999noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-5335561842450770650.post-28667745919358190312015-02-15T15:18:00.000+00:002015-02-15T15:18:58.781+00:00LA DIGNIDAD SACERDOTAL. Beato José Allamano<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLatCPfNynMxp_-2ATsrNMF42pD91lSYo5r9nhJVI3XEr00rrImYwR9rq1sxjR0YwB5hkDyi-t7i2FlUwYhtAUO1mUL7o4fUN3mzAaBmgry4S_C0GHkgLamKnv9VYQMnTUhVGgaoBWJ14/s1600/images+(1).jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLatCPfNynMxp_-2ATsrNMF42pD91lSYo5r9nhJVI3XEr00rrImYwR9rq1sxjR0YwB5hkDyi-t7i2FlUwYhtAUO1mUL7o4fUN3mzAaBmgry4S_C0GHkgLamKnv9VYQMnTUhVGgaoBWJ14/s1600/images+(1).jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Temo
que no se haga el caso debido y no se dé la debida importancia a las gracias
frecuentes que el Señor nos otorga con
las órdenes sagradas. Para un país, para una comunidad es signo de predilección
divina. Cada vez que se ordena uno en un
Instituto, es para mí una fiesta, un verdadero gozo del corazón. Es como una
confirmación de la estabilidad de nuestro Instituto; es una gracia extraordinaria
que el Señor nos concede. Es señal de que el Señor quiere bien al Instituto,
quiere sostenerlo y multiplicarlo. Pero, ¿habéis reflexionado sobre esta
gracia? Nosotros formamos un solo cuerpo y gozamos de una vida común; por lo mismo,
todas las gracias que el Señor derrama sobre un miembro –gracias materiales y espirituales–, las derrama
sobre toda la comunidad. ¡Qué desgracia la de los países de los que no sale un
sacerdote y de los Institutos que carecen de candidatos!...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Detengámonos,
pues, a considerar la dignidad del sacerdocio, por la senda de la Sagrada Escritura
y de los Santos Padres. El sacerdocio es la máxima dignidad: dignidad regia,
angélica, divina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">1. –
Dignidad regia. Cabe parangonar
al sacerdote con un rey. ¿Qué es el rey?
¿Qué hace el rey? Gobierna a los vasallos, los rige, procura su bienestar
material, ¿Y el sacerdote? Busca el bien de las almas, las defiende, las manda,
no las abandona hasta la muerte. Es un rey que reina y domina sobre las almas,
y, por lo tanto, superior en dignidad a
los reyes de la tierra que gobiernan los cuerpos de los súbditos, pero no pueden
imponerse a los corazones. Por eso dice san Ambrosio que los sacerdotes son
tanto más superiores a los reyes de la tierra cuanto el oro es superior al
plomo. El sacerdote ha sido siempre considerado como un rey e incluso como
superior al rey. En toda la antigüedad
hubo tal estima del sacerdocio, que los emperadores paganos trataron siempre de
asumir en sus manos el poder civil y la
potestad religiosa. Y aun en los tiempos
posteriores, ¿es casualidad que los emperadores de Rusia y de Inglaterra
usurparan la autoridad sacerdotal? Y esto porque se daban cuenta de la elevación
y sublimidad de semejante autoridad. Consecuencia: tener un sentimiento
adecuado a nuestra dignidad sin
ensoberbecerse, pues no es cosa nuestra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">2.
– Dignidad angélica. Está escrito en
Malaquías: Los labios del sacerdote deben custodiar la ciencia y en su boca buscarán la ley, porque él es el
ángel del Señor de los ejércitos (Ml 2,
7). Su dignidad es, por tanto, angélica. Como de hecho los ángeles están
destinados a ejecutar la voluntad de Dios junto a los hombres, así también los
sacerdotes son mediadores entre los hombres y Dios. San Pablo dice: Nosotros somos...
embajadores de Cristo (2 Co 5, 20). El sacerdote es también más que un ángel,
porque le han sido encomendados más altos ministerios en el cielo y en la
tierra. Tales son los poderes de consagrar y de absolver. ¿Hay ángel que pueda
celebrar la misa? El ángel, además, no puede absolver ni siquiera un pecado
venial. Decía san Francisco de Asís que, si se encontrara en el camino con un
ángel y un sacerdote, primero reverenciaría al sacerdote y luego al ángel. En
el Apocalipsis está escrito que,
habiéndose encontrado san Juan con un
ángel, quiso arrodillarse para adorarlo, pero el ángel no se lo permitió
y le dijo: Cuídate de hacerlo; soy consiervo tuyo (Ap 19, 10).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">3. –
Dignidad divina. San Clemente
dice claramente que el sacerdote viene inmediatamente después de Dios y es como un Dios en la tierra: Después
de Dios, el Dios terrenal. San Dionisio Areopagita afirma que la dignidad sacerdotal es más divina que
angélica. Es dignidad divina, porque participa del poder de Dios.Las turbas se
preguntaban ya en aquel entonces: ¿Quién
sino solo Dios puede perdonar los pecados?
(Mc 2, 7). Cuando Nuestro Señor preguntó a los Apóstoles: «¿Quién dice
la gente que es el hijo del hombre?» (Mt
16, 13), ellos le respondieron que algunos lo consideraban como Elías, otros le
tomaban por Juan Bautista, etc. Entonces replicó el Señor: Y vosotros,
¿quién decís que soy yo? Mirad: les separó del
resto de los hombres. Así lo hace notar san Jerónimo, y dice: «Jesús
separa a los Apóstoles de los demás; éstos
eran simples fieles, en cambio los Apóstoles eran sus ministros, sus
representantes. Cuando el sacerdote absuelve, dice: «Yo te absuelvo...». Cuando
consagra, dice: «Esto es mi cuerpo...». El sacerdote ya no es él. Nuestro Señor
se ha incorporado en él. Vosotros veis al sacerdote y debéis decir: «Es nuestro
Señor bajo la forma de tal o cual
sacerdote». El sacerdote tiene, pues, una autoridad regia, angélica, divina.
Los escritos de los Santos Padres están rebosantes de textos relativos a la
dignidad del sacerdote. Cuando veáis pasar junto a vosotros a un sacerdote, pensad
estas cosas. A los ojos de la fe son otro Cristo, merecedores, por lo mismo, de
sumo respeto y veneración.Por desgracia el mundo no aprecia la dignidad
sacerdotal, y hasta en algunas comunidades no se la estima suficientemente. Es
preciso, al menos, que nosotros la conozcamos a fondo, de otro modo no podremos
estimarla convenientemente. Quien no estima en los demás la propia dignidad, no
sabrá tampoco estimarla en sí mismo. Dice san Ambrosio que es sumamente
conveniente que la dignidad del
sacerdote la reconozcamos primero nosotros para poder conservarla en
nosotros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Entre
los sacerdotes no todos son santos, los hay por desgracia que son tibios. Si desdichadamente
un sacerdote perdiera la cabeza, la celebración de la misa vale lo mismo, así como
la absolución. Respetemos, pues, el carácter sacerdotal, aunque no vaya
acompañado de todo el cortejo de virtudes que debiera acompañarle. Sepamos
distinguir las miserias humanas de lo que es el carácter y de la dignidad
sacerdotales. Nadie puede eliminar el carácter sacerdotal. Este carácter será
su gloria en el paraíso o su mayor condena en el infierno. El emperador
Constantino decía: «Si veis pecar a un sacerdote, en vez de correr a divulgar
su falta, cubridla con mi manto real». Y nosotros la cubriremos con el manto de
la caridad y rezaremos. Otra consecuencia a inferir de cuanto venimos diciendo
es la de prepararos con todo el ánimo para ser un día menos indignos de tan
sublime dignidad. San Francisco de Asís permaneció diácono durante toda su vida.
Sus frailes querían que recibiese el presbiterado; pero se le presentó un ángel
con un vaso de agua transparente, nítida, y le dijo: «Si eres tan límpido como
esta agua, ¡adelante!» San Francisco se aterró y se quedó en el diaconado. A la
dignidad sacerdotal debe, en efecto, corresponder la santidad proporcionada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">En
el Antiguo Testamento el sacerdote llevaba escrito en la frente: Santo para el Señor, para que se acordase de
ser santo (Ex 28, 36-37). En los primeros siglos, la iglesia no admitía al
sacerdocio a los que, después del bautismo, hubieran cometido públicamente una
falta grave, y deponía para siempre a quienes hubiesen incurrido en culpa grave
después de la ordenación. El Concilio de Nicea decía: Los que no son santos, no deben tratar cosas
santas. El que no es santo, no debe tratar las cosas santas. Si más tarde admitió
también a los pecadores, no lo hizo sin someterlos primero a una larga y dura
penitencia.La santidad sacerdotal es como una ciencia y un arte, que
normalmente no se logran sino mediante un largo noviciado, mediante un esmerado
aprendizaje. Es cierto que el carácter lo imprime la ordenación, pero, si uno
trata de prepararse a tiempo, ya desde que es seminarista, el día de la
ordenación resultará colmado y recibirá las bendiciones de David, no las de
Saúl. Desde luego, siempre habrá que decir: «No soy digno», <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">pero
es el Señor quien se ha complacido en elevarnos a tan alta dignidad. Él es quien levanta de la tierra al miserable y del polvo
iza al pobre (Ps 112, 7). Trochon, que es
un buen autor, dice, hablando de los requisitos del sacerdote, que el
sacerdote y el candidato a sacerdote debe evitar las culpas, incluso las más
leves, que en él serían graves; evitar también la apariencia del mal para ser
verdaderamente luz y sal de la tierra; estar dispuesto a hacer toda especie de
bien, sea todo el bien que Dios pide de él; afanarse por ser virtuoso en grado
heroico, sin temor de caer en exceso.<o:p></o:p></span></div>
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